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Sunday, January 29, 2017

LA LIBERTAD DE LOS MILITARES


LA LIBERTAD DE LOS MILITARES

            Pero por supuesto, no tengan dudas de que éramos libres, muy libres, sobre todo en el pensamiento, en el crecimiento, en las relaciones sociales, ¡éramos libres!

            En el IESA (Instituto de Estudios Superiores de Administración), en Venezuela, aquella primera clase entre personas mayores que yo, se comenzaron a presentar por instrucciones de la muy reputada profesora. La verdad es que rodeado entre Gerentes para Latinoamérica y el Caribe, asesores Presidenciales etc., yo era un Teniente de navío, pensaba que eso no tenía gracia alguna, pensaba y pensaba hasta que llegó mi turno y me paré y tan solo dije mi nombre y que trabajaba en una empresa que les vendía a todos sensaciones que compraban muy caro, porque sin mi empresa Ustedes y las suyas no pueden funcionar bien.

            La Profesora me conminó a que aclarara  y le pedí pasar al pizarrón, para explicarles que la disuasión es igual a la intención por la capacidad y mi empresa era la capacidad. Insistió la Profesora y yo seguía explicando, confundiendo, a la vez ilustrando a esos preparados ciudadanos que no entendían.

            En el receso se me acercaron para felicitarme, todos sin excepción y me dijeron que jamás hubiesen pensado en primer lugar que yo era un oficial de la Armada y que nunca habían visto a mi empresa desde ese ángulo tan útil.

            Alguna vez le llegué a decir a mi jefe, “este fin de semana que estoy libre de servicio, voy a ir a Biloxi en Mississippi a jugar black Jack”

            Con frecuencia jugaba al golf en alguno de los treinta y cinco campos que teníamos, si mi amigo, teníamos treinta y cinco campos de golf en la democracia.

            Como ya he escrito, estudié piano pero recién graduado me anoté en aquel curso de equitación. Mis amigos artistas, escritores y poetas complementaban la rudeza de mi profesión, mis amigos diplomáticos me ilustraron en mis tesis de grado en las Universidades civiles y recuerdo con meridiana claridad al Embajador Demetrio Boesner, quien me recibió en su casa con una botella de Swing para discutir mis puntos de vista sobre el Caribe Oriental y él era una autoridad sobre la materia.

            Claro que éramos libres, sobre todo en el pensamiento y en la cátedra académica.

            En mi amada Escuela Superior de Guerra Naval llegó a ir el Ministro de Cordiplan (oficina central de planificación y coordinación de la Presidencia) a hablarnos de la economía. A mí no me gustó al primer momento. Era un ex guerrillero comunista, economista y periodista de profesión, pero su clase me impactó. Ese era el tipo de personas que nos ilustraban, los protagonistas del momento, también recuerdo a los Presidentes de cada partido político, al Canciller y demás personeros de la vida política, social, tecnológica y militar, pero a lo que voy, éramos tan libres, que con profesionales en semiótica, psicología y periodismo llegamos a estudiar el impacto psicológico del golpista Hugo Chávez cuando pidió en cámara que depusieran las armas, porque “POR AHORA, los objetivos no fueron alcanzados”

            Claro que éramos libres de decir y actuar dentro de las leyes y reglamentos y lo éramos tanto que se respetaba la individualidad en el pensar y actuar a favor de la organización. Eso es lo que yo llamo libertad, no solo de cátedra, sino una más importante: ¡libertad ciudadana!

 

3 comments:

  1. Còmo me hubiera gustado haber estado en la facultad de la ESGN cuando te tocò hacer el Curso de Comando y Estado Mayor Naval, para haber aprendido de ti.

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  2. Definitivamente éramos libres , manteniendonos en los límites del respeto y de las buenas maneras...Era la única condición, no era importante la elección de un nuevo presidente, no nos debíamos a el no a su partido, ese cambio nos imponía un reemplazo de foto en la linea de mando porque éramos una institución al servicio del Estado Venezolano y de sus ciudadanos nunca de una parcialidad política...Era impensable que algún cretino dijera patria, social democracia o democracia cristiana o muerte...No éramos perfectos pero éramos perfectibles....Siempre lo digo...Mi dilecto amigo... Caballero del mar!!!

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  3. Después de leer este artículo, recuerdo mi pasantía por la ESGN y que teníamos la libertad de opinión para decir o preguntar lo que deseáramos. Muchas personas, sin haber conocido o pisado un recinto militar se convierten en jueces y verdugos de los militares y no me refiero a los de la mal llamada IV república sino a todos, incluyendo a los actuales. Esa reseña la tendré muy en cuenta porque la usaré para futuros comentarios. Felicitaciones colega.

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