TERAPIA DE LA PALABRA
Es
tan fuerte y contundente que fue la única herramienta de Jesús Cristo, el
hombre que dividió la historia en antes y después de él. Todas las demás religiones,
inclusive las que no creen en Jesús se rigen por el calendario Gregoriano del
que estoy hablando, tal vez sin darse cuenta, tal vez obedeciendo al mandato, a
la orden de la palabra.
Viniendo
hoy de mi oficina, como siempre puse un audiolibro de mis socios de fonolibro y
allí me he dado cuenta que la palabra es la que comienza el pentateuco bíblico en
Genesis. En uno de los seis semáforos que me separan de mi casa, busqué en YouTube
‘El poder del pensamiento positivo’ del ya fallecido Dr. Peale, donde habla
precisamente de la terapia de la palabra. En el siguiente semáforo, mientras
escuchaba, a mi derecha había en una banca un indigente a quien mandé una
silenciosa bendición, me le quedé viendo y pude percatarme que estaba hablando
solo, gesticulaba, como si se dirigiera a otra persona, con la cabeza aprobaba
o no y seguía hablando, buscando la esperanza que siempre brinda la palabra.
Es la
única herramienta de un psicólogo, de un padre, de un mentor, es la única herramienta
de la que entiende el subconsciente y por ello hago este escrito mientras
espero que una de mis escritoras a quienes hemos invitado a cenar para hablar de
su obra. ¿Se dieron cuenta?, ¿se percataron?, si, dije para hablar de su obra,
porque hablando se entiende la gente, pero más que hablar, comunicándonos nos
entendemos y en la comunicación, con seguridad encontraremos la paz.
Encontraremos
la paz que es sinónimo de felicidad o ¿es que acaso conocen a alguien feliz que
no tenga paz?
No es
esto un juego de palabras, es la inclinación correcta de la balanza hacia la
prosperidad y ahora les pregunto: ¿tienen dudas?, porque si tienen alguna duda
de que el lenguaje, la palabra hablada o escrita prela, define, esculpe, dibuja
su vida y su destino, solo fíjese en el lenguaje de los tontos jóvenes que
vienen del maltrato comunista de Cuba y Venezuela y podrá sacar sus propias
conclusiones. No hablan, ladran, rebuznan y no argumentan, sino que amenazan,
salpimentando su estupidez con groserías cada dos palabras, usando modismos que
nadie conoce, pero basta, no dediquemos centimetraje a los equivocados, por el
contrario, les conmino a purgar de vicios el lenguaje y en una semana serán más
centrados, más felices, más prósperos, mas amables. Si aun no me creen, recuerden, comiencen con esta
hora, solo una hora a la vez, un día a la vez, una semana a la vez, porque ‘…en
el principio estaba el verbo y el verbo estaba en Dios’
El español
es tan nutrido que es una de las lenguas que nos permite lucirnos ante el
mundo, nos permite describir con elegancia y pulcritud cualquier situación, nos
ilumina los caminos oscuros del ‘reguetón’, nos brinda humor e inteligencia. Si
mis queridos lectores, existe la terapia de la palabra y además es divertida.
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