LA LENGUA NATIVA DEL DIABLO

LA LENGUA NATIVA DEL DIABLO

            Puedes adoptar la mentira, creo que ha dado buenos frutos a corto plazo, pero debes hacer vigorosos ejercicios de memoria, porque eso si tiene el mentiroso, buena memoria para sostener lo que ha edificado desde castillos de naipes.

En mi libro “Escritos Nocturnos, Lecturas laxantes” dedico capítulos enteros a la mentira, a la soberbia, a la envidia y a la lástima.

            La megalomanía es desde el principio de su práctica también una, es ese delirio de grandeza del cual todos los venezolanos recibimos de boca y acción de Hugo Chávez, es ese creerse por encima de todas las cosas, es la ejecución del engaño propio, porque nadie es tan grande, o al menos nadie es más grande que su ego que de paso puede y con frecuencia lo hace, tomar dimensiones inimaginables en tamaño y en repercusión.

            Hace muchos años, durante mi época de estudiante de bachillerato, tomé con suma curiosidad un curso sobre la biblia. Allí conseguí cosas que por inmadurez no las veía como ahora y fue muy divertido, abrió mi mente, por supuesto llevado de la mano de un hermenéutico sacerdote. Resulta que puedes conseguir lo que desees allí para alinear los entuertos y hoy en la mañana he abierto “Sabiduría” donde se asegura que la mentira es “la lengua nativa del demonio”, textualmente dice: “Eviten las murmuraciones y no digan nada malo, porque aun lo dicho en secreto trae consecuencias” y los invito a que nos detengamos aquí, en el secreto, porque al final ese malévolo comentario secreto queda en el jardín de tu psiquis como siembra de maldad, como basura podrida, que hiede, pero te hiede a ti. Seguimos: “…y una boca mentirosa lleva al hombre a la muerte” y ¡me acordé otra vez de Chávez!

            Esto es más sencillo de lo que la Santa Biblia ilustra si entendemos que ella fue escrita en parábola y en el caso del Nuevo Testamento originalmente en griego. Si mientes estás usando el lenguaje del Diablo que todo lo cobra, que nada edifica, que todo destruye, porque no sé si creen en esto, la verdad me tiene sin cuidado, pero la maldad existe y por ende satanás. Yo he sido malo muchas veces, me he dejado llevar por la arrogancia y Usted también, he sido con frecuencia inaudita egoísta racionalmente, también me he extraviado y alejado de mis principios y valores (aunque rápidamente vuelvo a ellos), pero luego busco o intento buscar la razón y la consigo más rápido de lo que esperaba en Juan: “El diablo….cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre la mentira”

            Venezuela, país lúdico, de grandes tetas, el país de la cirugía plástica y del blackberry, de la pantallearía y la envidia, se miente y les miente y como suele ocurrir, no se puede tener un gobierno y unos gobernados basados en mentiras, en promesas engañosas, en acomodos larvarios y momentáneos, en gritos para imponer el desorden, en expropiaciones que celebran los que luego serán expropiados, al fin, no se puede gobernar usando la LENGUA NATIVA DEL DIABLO.