IDEAS A LA FUERZA

IDEAS A LA FUERZA

                        En aquella reunión Fidel Castro pregunto: ¿aquí quien es economista? Y levantó la mano Ernesto Che Guevara.

            ¿Yo pensaba que tú lo que habías estudiado era medicina? Si, contestó el Che, a lo que Fidel repregunto: ¿y entonces porque levantaste la mano cuando pregunté por un economista?, porque yo entendí comunista. Todos rieron como es de esperar y el Che Guevara fue nombrado Ministro del Poder Popular para la Economía en Cuba.

            Si te gusta el mar, la playa por ejemplo, si tienes afición por los sancochos en Choroní o playa Lido, con cerveza y ron, calificas perfectamente para Ministro de los Espacios Acuáticos. Si te gusta el pescado (que es mi caso), entonces como es de esperar, serás tomado en cuenta como Ministro de pesca y así sucesivamente. No importa quien seas ni cual sea tu preparación. Recordemos que uno de los Ministros de la cultura de Hugo Chávez era veterinario de profesión y yo creo que en ese caso particular acertó porque en su gobierno había y todavía hay, toda una fauna de proporciones bíblicas que deben ser educados o al menos entrenados, pero animales al fin.

            Puedes ser el penúltimo de tu promoción en una de las Escuelas Militares y ser el Ministro de la Defensa, ¿Por qué no?, ese caso no forma parte de ninguna ficción, fue el caso del Almirante Diego Molero Bellavia y así podríamos llenar este escrito de episodios propios del famoso programa de Rafael Silva: “Nuestro insólito universo” narrado siempre de manera magistral por Porfirio Torres.

            En materia de deportes, he visto con estupor al competidor de esquí sobre nieve. Un individuo lépero, de muy sólida personalidad porque para hacer el ridículo se debe tener una.

            Fue realmente el centro de atracción de la difícil competencia, le hicieron entrevistas de manera exclusiva, porque seguramente asumieron que era un loco o tal vez un fruslero burlón. El joven en cuestión de cuyo nombre no quiero acordarme, como alguna vez escribió Miguel de Cervantes en el Quijote, llegó a las tres de la madrugada el mismo día de la competencia a conocer la nieve a las siete. Como los lamentables ejemplos precitados, algún perdulario gubernamental asumió que si el sabía patinar, también debería saber esquiar sobre la nieve y lo mandaron a representar al país y lo hizo muy bien a mi juicio, porque ese realmente es el país, es un desastre improvisado como el joven patinador, reservista y también comunista, que no son pocas cosas esos tres empleos.

            ¿Saben qué? Siento lástima por aquellos estudiantes disciplinados, esos que buscan el conocimiento y entienden que en la práctica también conseguimos la experticia en casi cualquier cosa del humano. Siento lastima por los jóvenes con visión de futuro que no quieren -por su inteligencia- pertenecer a ese grupo hamponil, porque aunque el patinador, debo confesar, tiene una muy buena actitud, las ideas no se pueden implantar a la fuerza, el conocimiento menos aun y el orgullo de representar a un país no se puede dejar en manos de improvisados.

LA SOLEDAD DEL COMANDANTE DEL BUQUE

LA SOLEDAD DEL COMANDANTE DEL BUQUE

            Podría jurar que nunca jamás he tenido un empleo más complejo que el de ser Comandante de un buque de guerra. Conocí a una importante camada de ellos, de los más recios, los más preparados, ponderados, justos, equilibrados y como suele hacerlo el humano postmoderno copié lo mejor que pude sus inmensas aptitudes, con los resultados que solo mis oficiales y marineros puedan aseverar.

            ¡Somos unos tipos raros los Comandantes!

            Cualquier terrícola podrá con sobrada ignorancia, asegurar que los Comandantes nunca están solos: tienen un camarero personal, tienen más de cien hombres tripulantes que le obedecen desde la monarquía hereditaria que se ejerce en el comando. Cuando llega a puerto se convierte en una suerte de vedette cotizada, por Presidentes, Gobernadores, Alcaldes, personeros influyentes del área a donde llega como embajador itinerante con su inmenso, amenazante, impecable y bien mantenido buque de combate que advierte que detrás de él, se encuentra un gran país. De manera que ¿pareciera que nunca está solo?

            Se los voy a contar desde adentro: todo lo que pase o deje de pasar en su buque es su culpa. Si algún marinero loco decide suicidarse por ejemplo y se lanza a la mar, es su culpa. Si por impericia de aquel electricista, ocho o nueve cubiertas por debajo, este se electrocuta ¿adivinen qué?, también será su culpa, todo, absolutamente todo es un reto al equilibrio. La disciplina, la educación, las formas, la logística, el certero disparo, los consensos de los misiles, la pintura y la maniobra, las relaciones internacionales cuando representa a la Armada y por ende a su país, ¡todo es su responsabilidad!

            Pero hablemos de la soledad: en la mar después de Dios, las decisiones son todas suyas, los criterios absolutamente, porque aquel jefe que desde tierra da las instrucciones, no podrá con los intríngulis que acompañan a esa inmensa ciudad flotante, que por ser una, presentará permanentemente inconvenientes de todo tipo y a esto le agregamos lo siguiente: no podrá intimar más allá de su autoridad, no podrá convertir la familiaridad en un problema de liderazgo, porque al compadre no le haremos caso, el compadre no es para cumplir órdenes que no siempre son agradables y que en una buena parte incluyen riesgo de vida, de manera que no hay compadres, ni familiares.

            En un buque de guerra tenemos a veces al enemigo tan cerca que no hay tiempo para el descanso. Uno de ellos es la misma mar, ni siquiera pensemos en un incendio, en una explosión de un tanque de combustible para aviación o que nuestro helicóptero sufra un accidente a ciento cincuenta millas de nuestra posición, porque ¿saben qué? También es culpa del Comandante, pero no todo es malo, porque el prestigio de cualquier oficial escogido entre cientos de ellos para ocupar el más honorable cargo de Armada alguna, paga con creces los trasnochos y las responsabilidades.

            Los Comandantes de buques, somos hombres solos  porque nuestro sistema no es democrático, ni dictatorial, al final somos monarcas cuyas decisiones son indiscutibles, por duras que parezcan, al final creo que no pertenecemos a este mundo terrestre donde podemos negociar algunas posiciones.

 

¿CREER EN LA JUSTICIA?

¿CREER EN LA JUSTICIA?

            La mar estaba como si fuera de aceite, las estrellas se reflejaban sin dificultad sobre ella y mi buque cortaba cual cuchillo a la mantequilla aquellas plácidas aguas al oeste de Trinidad y Tobago, donde patrullábamos desde aquel novedoso hallazgo de un pozo petrolífero en la frontera común.

            Trinidad tuvo intenciones de explotarlo y hacerse de él, pero estábamos nosotros allí y tuvieron que pensarlo dos veces. A las dos de la madrugada llegó la comunicación ordenando que procediera al puerto de Guiria para embarcar al Ministro de Fronteras y su comitiva y me di cuenta que nuestro gobierno estaba en la misma jugada.

            A las seis de la mañana estaba llegando a la piquera del puerto y la comitiva nos esperaba en el muelle y estaba Pompeyo Márquez, el Ministro, quien luego sería mi profesor en la Universidad Central, pero había una luz, una persona que descollaba con su sola presencia prudente.

            Embarcaron y zarpamos hacia Macuro y luego a Puerto de Hierro en el Golfo de Paria y fue una navegación memorable y llena de conocimientos. Asistía a la comitiva la Doctora Roció San Miguel y es ella esa luz que alumbraba, es de ella de quien debo conversarles hoy, porque es de esas personas que no hace falta que nos diga que es abogada, que es especialista en temas militares con profundidad oceánica, que es diplomática, que es al fin ¡inteligente!, su sola presencia delata su clase, pero cuando conversa, nos convence de ella.

            Ella junto a otros valientes fue despedida de la comisión de fronteras en Febrero del 2003, por haber firmado para ejercer su derecho de solicitar el referendo revocatorio al Presidente del infausto momento, Hugo Chávez.

            Quiero aclarar que Rocío fue profesora de la Escuela Superior de Guerra Naval y de la Fuerza Aérea y también allí tuve el honor de crecer con su sapiencia, pero a lo que vamos. Se presentó luego de trece largos años en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para exponer las tropelías a la que habían sido sometidas, las tropelías que acostumbra el régimen absurdo y vi el video de más de una hora, observando con detenimiento lo que es la experiencia en la cátedra de más alto nivel, mientras un lambarero de nombre Larry Davoe, el representante chavista ante la comisión, frente a cada pregunta recibía de la muy sólida Rocío, una andanada de proyectiles de equilibrio, de prudencia, de probidad. Los microgestos del Larry denunciaban su disgusto al verse desarmado, su proterva presencia ante la fineza de esta dama documentada le dejaban desnudo y no hubo un solo segundo en que no ganara terreno en la psiquis del jurado.

            Al finalizar un juez le pregunto si tenía algo más que agregar a lo que ella dijo: “yo soy abogado y quisiera volver a creer en la justicia” Rocío querida, hablaste de Chávez, de Luis Tascón, de Lina Ron y otros difuntos que te maltrataron, ¿no te parece que la providencia ya ha hecho justicia?

            ¡Qué bien lo hiciste mi profesora querida y admirada!

 

EL MIEDO NO DA RABIA

EL MIEDO NO DA RABIA

Si yo fuera el Vicepresidente de Venezuela y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos me acusara de narcotraficante, compraría una botella de Champan y tocaría la puerta del abogado Luis Fernández a cualquier hora de la noche, mandaría a buscar en mi avión a mi otro abogado Fredy Barranco y los tres celebraríamos que seguramente seremos millonarios pronto, porque es imposible que tengan la más pequeña evidencia.

            Lo lamento pero este cuento no es así, porque cuando el temible Departamento del Tesoro acusa a cualquier ciudadano de ese grave delito es porque debe tener miles de pruebas, pero cuando el ciudadano es el Vicepresidente de un país, creo que las pruebas se multiplican por cientos de miles, porque está de por medio un inmenso costo político.

            Hay personas que no saben de las tropelías de Tarek El Aisami. Entre ellos los más importantes son Nicolás Maduro, la Canciller Delsy Rodríguez y el Ministro de la Defensa Vladimir Padrino y creo nuestro deber intentar ilustrarlos: el acusado fue botado con deshonor de la Escuela Naval de Venezuela por haber cometido el delito de hurto comprobado en sus años mozos, luego fue una suerte de guardián de guerrilleros en la Universidad de los Andes, hacemos el salto correspondiente para finalizar informándoles sobre sus nexos con células terroristas, porque evidenciamos, suponemos, sospechamos que ya saben lo de narcotraficante desde aquella improbable entrevista que se le hizo a Walid Mackled quien se encuentra precisamente preso por narcotráfico.

            Si yo fuera el Vicepresidente, ya estaría solicitando la fecha de la corte y ya habría hecho la reservación en el “Hereford grill” donde me emborracharía para celebrar y determinar el monto de la demanda a la que sometería al gobierno por difamación y luego haría del conocimiento público la cifra, para que sepan que con mi honradez, mi integridad y mi prestigio nadie se mete, pero….hay pero, ¿y si yo si fuera narcotraficante?

            Han salido en los medios de manera furibunda la Canciller y el pobre Ministro de la Defensa paradójicamente a defender al Vicepresidente. Se les nota disgustados, porque asumen que esa personal acusación es contra el país todo y resulta mis queridos lectores que ¡el miedo no da rabia!

            Si algún compañero de trabajo es acusado de robar un lápiz de la oficina, les aseguro que no daría ninguna opinión hasta haberse llevado a cabo las investigaciones, porque no fui yo quien lo robo, porque luego de leer a “Los Miserables” puedo entender que puede a la vez pasar y porque yo no soy la justicia ni el dueño del lápiz.

            En el país al revés, nadie habla de investigación sino de ataques, y consideramos todos los ciudadanos que la acusación debería ser probada en primer lugar para luego atacar, asumiendo que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero, ¿y si realmente es narcotraficante?, por los momentos a los funcionarios del gobiernucho venezolano, les recomiendo que no se molesten, eviten la agrura, porque: “el miedo no da rabia”

ESTADO DE PERPLEJIDAD

ESTADO DE PERPLEJIDAD

            Como una gran broma tomaron mis amigos del café, aquello que les expliqué sobre mi vida meditativa. Lo llevaron a España donde grabaron a aquel pobre mesonero escuchándoles sobre esa teoría que para mí es una práctica que aplaca mi a veces mal humor.

            Vivir en actitud contemplativa, guardando los silencios, buscando adentro lo que afuera el ruido te impide encontrar, creo que es lo correcto, pero hay un paso más: cuando te asombras de lo que ocurre rededor, cuando prestas la debida atención.

            Asumiendo lo que a pie juntillas creo que somos, seres espirituales guardados en este templo del cuerpo y no al revés (seres materiales con experiencias espirituales), todo o casi todo puede asombrarnos, las cosas más simples nos dejan perplejos y ocurren a cada segundo al lado nuestro, déjenme explicarlo mejor: a diario doy gracias en el borde de mi cama porque amanecí, si, tenga cuidado porque tal vez esa costumbre no se de mañana. A diario veo el amanecer, ese sol que ilumina no solo al planeta sino el pensamiento de aquellos que están listos y puede amanecer nublado y entiendo que la vida no siempre es brillante, pero siempre bonita. Estiro mi cuello y elevo mis brazos al supremo orando, agradeciendo, implorando paz y la actitud correcta para que el externo no opaque mi entendimiento de mi propia fragilidad.

            El ego, el gran enemigo del que ya he escrito varias veces, nos separa a nosotros los humanos, los puestos que logramos en algunos empleos nos hacen asegurar que somos inteligentes y dejamos de vivir persiguiendo lo que para los otros y no para nosotros, es el éxito. Debo confesar que no siempre fui ni somos equilibrados y entramos al frasco del disgusto donde está el veneno que nos matará. Vemos a personas cultas e inteligentes perseguir la fama o que el votante les compre su infelicidad, para ocupar un puesto por elección popular y dejar de vivir y disfrutar de la salud, el dinero y la familia. Con frecuencia vemos a esas parejas de famosos divorciarse como si de quitarse la ropa interior se tratara, luego de aquella pública besuqueadera en la alfombra roja, donde sus formas juraban solidez emocional, pero las pruebas demuestran que no era cierto y lo hacen por los demás más no por ellos.

            El vivir es una experiencia humana y por ende espiritual, guarden silencio, hagan de su vida un ejercicio de templanza y entiendan que en el universo todo estuvo y está unido, por hilos invisibles (de los que hablé en mi libro: “Escritos Nocturnos” en un Capítulo entero)

            Cuando quedamos en estado de perplejidad ante la sonrisa de alguien, ante la normal buena manera, ante la gentileza o el amanecer, estamos en el lado correcto de la vida que nos toca vivir. Cuando por el contrario todas las anteriores son exigidas como un derecho y no agradecemos, ese espejo que es la vida se empana y oscurece.

            Contemplación, entrega, oración y por ende meditación y como resultado la perplejidad, son el secreto del buen vivir.

            Guarda silencio y sonríe para la foto que el universo te toma a cada instante.

LA PLUMA DEL POETA

LA PLUMA DEL POETA

            Si, pudiese ser lo mismo, el instrumento es lo de menos. Pudiese ser por ejemplo la paleta del pintor, el cincel del escultor, el serrucho del ebanista, el beso de la prostituta.

            ¿Raro esto verdad? Y son raros porque son arte. Específicamente la última, cultora del sexo lo hace con maestría debido a una extensa práctica.

            “Hace del hombre honrado uno sin honor, del fiel un traidor, que parece ser así como un malhechor demonio que se esfuerza en trastornarlo todo, en embrollarlo todo, en destruirlo todo…tiene una influencia  perturbadora sobre los más importantes negocios, que interrumpe a todas horas las ocupaciones más serias, que con frecuencia hace cometer tonterías a los más grandes ingenios”

            Así se expresa Arthur Schopenhauer del amor, por eso están entre comillas y yo creo coincidir con él, porque me ha pasado más veces de lo que la prudencia y la inteligencia deberían permitir, he mentido, he llegado a decirle a una Norteamericana que soy el dueño del Castillo de Puerto Cabello donde la llevaré a vivir en esa exótica tierra y estaremos vigilados por mis tropas reales desde un fortín que también es mío llamado el Fortín Solano y ella suspirando me ha preguntado si tengo caballos y le contesto que muchos, demasiados, más de los que necesito y pienso en secreto en los caballos de fuerza del motor de mi viejo Ford Mustang, cuyos caballos de fuerza desconozco pero son muchos para mí.

            Me he enamorado muchas veces y me han botado otras tantas y le he perdido el miedo a todo después de haber tenido aquella sórdida relación con la cubana voluptuosa y curvilínea, ¡ya ni a la muerte le temo después de ella!

            Así son las cosas y hoy no es el día de cupido, no, es el día de San Valentín, santo católico como yo, no por lo santo, sino por lo católico. Fue un devoto sacerdote romano y además mártir de la iglesia por aquella época del Emperador Claudio II en el Siglo III  y el prefecto de Roma, de quien quiero recordar perseguía a esa nueva e ilegal religión católica, le puso preso y ordenó, después de golpearlo con palos, que lo decapitaran. Su mérito está en amar y en casar en secreto a muchas parejas, con el sacramento eclesiástico, allí verdaderamente está, fue un casamentero, recuperó de la herejía a muchos matrimonios y les bendijo con el poder que solo Dios da. Gracias a Dios que terminé con la cubana y que San Valentín no andaba por todo eso, porque hubiese cometido un terrible error.

           

¿HA MUERTO ALGUIEN A BORDO?

¿HA MUERTO ALGUIEN A BORDO?

            Pensé que me conseguiría con un joven de esos sobrados, que creen saberlo todo, de esos arrogantes que se creen Robinson Crusoe, Horathio Nelson, Barba Roja, pero no, se acercó a mi vehículo, con una pinta de pirata del medioevo, sombrero de ala ancha gastado por el sol, lentes oscuros y me saludó con un abrazo cariñoso y amable.

            Él es un Capitán novel de su propio velero, un flamante Oday 28, que me parece una excelente nave y su padre, aterrorizado de la decisión de su hijo y que a la vez conoce bien la mar, por cuanto es mi colega muy admirado con el grado de Capitán de Fragata, me pidió que chequeara la más reciente locura y así, con todo gusto lo hice y fui hasta la Marina en Coconut Grove a conseguirme con este amable joven que pudiera fácilmente por su edad, ser mi hijo.

            A remos llegamos hasta el velero fondeado a unas trescientas yardas y ya conversábamos como viejos amigos, así es la gente de mar, todos estamos unidos por el líquido salobre de la amistad. Me quité los gastados zapatos de navegación y subí descalzo para no ensuciar, me causó una excelente impresión por los detalles marineros que solamente uno sabe hacer. Los cabos adujados, las guayas tensas, la cubierta más que limpia, pulida y dentro todo de la misma manera. Pude observar algunas botellas de whisky en su correcto sitio y me pregunte: ¿Cómo no va a haber whisky aquí, cuando se nota la dedicación de este Capitán?

            Le di las vueltas correspondientes a nuestra conversación pero hay algo que a veces me apena pero no puedo dejar de preguntar, porque lo lamento, pero los marineros abordo somos supersticiosos y le indiqué que en el mundo no hay ningún buque al que hayan llamado TITANIC, por esa ecotimia maligna del hundimiento más famoso a principios del siglo pasado y el ignorante (que nunca falta) que lo haga, deberá atenerse a las consecuencias y a la furia de Neptuno.

            ¡Buen barco este! Ya sé que no tienes mucha experiencia, pero tu Padre me ha pedido que te ensene y así lo haré. ¿Hay algún tipo de conchas marinas a bordo?, le pregunté, e inmediatamente este marino de buena actitud me contestó, no porque eso es pavoso y entendí que este joven se le parece al Padre.

            Quiero que sepas que con este barco podemos irnos a Italia cuando quieras, solo falta ajustar pequeñas cosas como es el caso del barómetro que no lo veo por ninguna parte, yo no navego sin uno y menos en las costas de la Florida.

            Otra cosa Fabio: ¿alguien ha muerto a bordo?

            Eso se lo pregunté al anterior dueño, que es una persona mayor que ha decidido que ya está bueno de tanto mar y por supuesto mis queridos lectores, ambos sabíamos el para que de la pregunta.

            La mar está llena de misterios encantadores que nunca terminamos de aprender y en un bordo impecable como el “Liquid Acid” de mi amigo el Capitán Fabio Alvino Roca, todo saldrá bien bajo la protección de la Patrona de los Marineros.

UN EGO SOCIALISTA

UN EGO SOCIALISTA

            En la burguesa y pomposa fiesta, el comunista necesitaba por todos los medios hacer saber su incomodidad ante tanta opulencia.

            Oiga, decía el desaseado y peludo socialista del partido Podemos: “lo tomaré, me refiero al trago, pero bien sabe que el licor me da por repartir el culo”

            Es evidente que la pobreza no es lo de ellos, es de los demás, de aquellos que le siguen. Simulan sus pertenencias, sus estilos de vida, todo lo simulan. Llegamos a escuchar a Hugo Chávez decir que “ser rico es malo”

            Si colega parlamentario, es cierto, reparto el culo: tú se lo das a él, aquel se lo da al otro etc. Solo saben repartir las pertenencias producidas por los demás con esfuerzo y de paso su ego se crece al asegurar que lo están haciendo bien.

            He posteado en mi Facebook un video que me causó mucha risa, donde un letrado de suma inteligencia y de mayor humor le llega de decir a Pablo Iglesias (el líder español del partido Podemos al que se le comprobó que recibió al menos $4 millones del Gobierno venezolano) que Cristóbal Colón era socialista, por cuanto cuando salió del Puerto de Palos, no sabía a donde iba, cuando llegó a tierra nueva, o sea a América, no tenía ni una tibia idea de donde estaba y todo eso lo hizo con el dinero de los demás.

            Les confieso que a mi si me gusta el dinero, creo tener una cariñosa relación con él, me gustan algunos lujos  suntuosos y muy caros, como lo puede ser comprar libros de la materia que me plazca y no la que me mande el gobierno comunista, como pasaba en la Alemania Oriental o en la Rusia Soviética, porque en Cuba ya eso es normal. Lo lógico de un hombre de mi avanzada edad es tomar whisky, si, el que más me guste, vaso dilatador de amplio espectro para mi aporreado y mal querido corazón y no el ron que haga el gobierno y se vanaglorie de que es lo correcto tomarlo, porque es un producto nacional, patriótico, bolivariano o bolchevique ¿Qué más da?, ¡hecho en socialismo!.

            ¿Saben cómo es la cosa?, el socialismo que es la edulcoración castellana del aberrante comunismo, (es la manera amable en que lo venden), mientras reparten en secreto su culo, nunca ha servido en ninguna parte del planeta y el humano repite la historia y la vuelve a repetir. A lo que vamos con este escrito del absurdo sistema: Ego Morales, perdón, Evo Morales acaba de inaugurar un museo de su vida, que ha costado al contribuyente boliviano nada más que $7.1 milloncitos, un gran Evo o ego, ¿verdad? y tiene un Doctorado Honoris causa de cada universidad boliviana, de manera que es un ¿gran Doctor?.

            Manda por elección popular desde el 2005, entonces el animal tiene más de una década en el poder. Hay monarcas y emperadores en la historia que no tuvieron tanto tiempo y todos, incluyéndolo a él, nos preguntamos ¿Cómo un individuo iletrado y por ende ignorante, patán y arrabalero, es el Presidente? Y la respuesta está en el primer párrafo: “ha sabido repartir muy bien el culo de los bolivianos”

EL COMANDANTE

EL COMANDANTE

            Como si fuera un castigo, me llega esta reciente serie bien hecha, impecablemente llevada a cabo, cuyo actor principal, el mismo brillante que interpretó magistralmente a Pablo Escobar, hace el papel de Hugo Chávez Frías.

            Creo en mis adentros, que ambos personajes se parecen, Pablo y Hugo, ambos fueron pillos tramposos y desleales, ambos siniestros. Se los explico un poco mejor: cuando un Teniente del Ejército se encuentra desde tan temprana edad en la carrera, conspirando, no tengo dudas de que es culpa de sus jefes. Cuando un Capitán del Ejército es mandado a la Academia Militar donde su influencia conspirativa es aún mayor, ya no tengo dudas de que sus jefes son cómplices y cabrones de la falta. Cuando a un Mayor del Ejército se le da mando de tropas teniendo el mando superior evidencias de sus reuniones con guerrilleros, comunistas y por ende bandidos, no nos queda otra que pensar que es el Ejército completo el del problema y además debemos asumir que no trabajan mucho para tener el tiempo de conspirar.

            Se los explico un tanto mejor: me comentaba el Coronel que me leía, (cosa que me honra sobremanera), me preguntó si yo conocía a fulano de tal, al General Mengano o al Coronel fulano y a ninguno conocía por cuanto yo soy un oficial de la Armada de verdad y en el mar no hay mucho tiempo de cordializar con los colegas de las otras fuerzas. Quiero aclarar que siendo yo el sobrino de dos Ministros de la Defensa de la Democracia y de dos Comandantes Generales de la Fuerza, tan solo fui en comisión del servicio dos veces al tal Ministerio del que aseguro no lo conozco bien, lo que si conozco muy bien son las fragatas misilísticas, el Comando de la Escuadra, los patrulleros costeros y los transportes en donde pasé dieciséis largos años de mi vida profesional, la Escuela Superior de Guerra Naval, la Aviación Naval y los ocho cortos meses en la Comandancia General como jefe de telecomunicaciones de la Armada.

            Hecha la anterior aclaratoria, deduzco que el tal cabeza caliente, Hugo Rafael, era apoyado por al menos una buena parte de sus jefes, que siendo igualmente cabezas calientes, no tenían la densidad testicular del arrojado y loco improvisado Comandante y por ello, en secreto, le apoyaban y cabroneaban sus cercanías con el comunismo.

                        Ningún Teniente Coronel puede hacer lo que hizo este infeliz sin apoyo del generalato o parte de él, alzarse contra la democracia que le educó y a la cual el juró lealtad hasta perder su vida por la Patria.

El discurso en el país de los “descontentos con cualquier cosa”, siempre cala, creo que esa habladera de pendejadas es heredada de la Madre Patria España, pero más allá de eso, su lógica parecía aceptada, la lucha por los pobres, contra la corrupción agobiante y febril, la desigualdad y resulta mi querido lector, que no podemos esperar de un perfecto ignorante e improvisado como Chávez que pueda tener éxito apostando y poniendo todos los huevos en la misma canasta en una democracia imperfecta y complaciente con el delincuente.

¡Así son las cosas en este paisito que nos tocó vivir!

Creo que debemos auditar al Ejército y por supuesto a la Infantería de Marina, ambos cuerpos, históricamente han estado en todas las fiestas revolucionarias.

 

LA REBELIÓN DE LOS ALMIRANTES

LA REBELIÓN DE LOS ALMIRANTES

            Una de las cosas que la revolución llevada a cabo por Cuba a través de Chávez ha tenido como importante éxito, es el haber destruido a las Fuerzas Armadas tan solo manejando egos de individuos mal preparados, es un plan interesante de largo aliento y de buenos resultados.

            En la Fuerza Aérea han comprado cuanta magaya les ha vendido el mundo de las plataformas de combate. Los helicópteros rusos se caen o “se pierden” como si de cualquier cosa se trata, los aviones chinos son una suerte de licuadora, pero no es de estas chusmerías de lo que quiero hablar, es de una verdadera y altruista rebelión contra el absurdo, llevado a cabo por el Almirantazgo Norteamericano. ¿Qué les parece?

            En estas inmensas poderosas y entrenadas Fuerzas Armadas, tan solo, por regulaciones estrictas y profesionales, hay ciento dieciséis Generales y Almirantes, en cambio en la bananera revolución venezolana, me cansé de contabilizarlos cuando llegué al vergonzoso número de dos mil ochocientos cincuenta.

            Lo que paso a contar es absolutamente cierto. Por aquellos años de postguerra el General George Marshall pidió que se unificaran las fuerzas, ¿les suena familiar? Pues bien, para el General ya no se justificaba la Marina, la guerra había pasado y las Fuerza Aérea, según él y su inmensa ignorancia, podía suplir las funciones de una Armada que por supuesto y como es de suponer, era muy onerosa. Pero malas noticias, porque no hay ninguna fuerza que pueda permanecer en el lugar por tanto tiempo y en otro orden de ideas “el que domina el mar, domina la tierra”

“Estas propuestas dieron lugar a lo que se conoce como "los debates de unificación" y la eventual aprobación de la Ley de Seguridad Nacional de 1947. Dicha ley reorganizó el ejército, creando un sistema unificado Organización Militar Nacional (rebautizado como Departamento de Defensa poco después), el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), Agencia Central de Inteligencia (CIA), y una independiente Fuerza Aérea de los Estados Unidos (que se convirtió en una rama independiente militar después de formar parte del Ejército)”.

            No voy a fastidiarlos más con esta historia, (búsquenla en el internet si están interesados), que más allá de ella tiene un mensaje importante para el ejército de Almirantes venezolanos actuales.

            El cuerpo de Almirantes, apartando la fallida doctrina comunista y hambreadora, está en el deber de poner coto a la estupidez que se los comerá a ellos. Más allá de eso, hará que desaparezca la Armada, algún tonto del Ejército justificará su desaparición y por supuesto, no tengo dudas de que calará la propuesta, porque se trata de la materia en la que son más eficientes ¡la destrucción!

            Por los momentos ya saben que la doctrina que con años de operación llevamos a cabo mi generación, ha desaparecido, ahora son una montonera informe e indisciplinada, que nada se nos parece y que es aborrecida por la ciudadanía a la que se suponen defienden. Ha aparecido el fenómeno de la piratería ¿se imaginan? Piratas en aguas venezolanas. Al final, creo que es un buen ejemplo esta historia contemporánea del Almirantazgo Norteamericano. ¡Yo sé bien que Ustedes me entienden!

EL EFECTO ZEIGARNIK

EL EFECTO ZEIGARNIK

            Todo tiene una explicación y lo que aún no, es producto de la fe, que ya es una. Cosas que no recuerdo porque ya están hechas y me hago el tonto afirmando en silencio el comentario de un lector.

            Ahora mismo tengo para escribir montones de artículos sin parar, podríamos hacer los siete de la siguiente semana, pero no, siempre les dejo su tiempo de maduración, ese que necesitamos todos, no se trata de escribir mucho sino de ser leído.

            Yo no me explico y por ende debe ser producto de la fe, que me impulsa a escribir a horas infames, lo que si se muy bien es para que escribo.

            A principios de siglo pasado, específicamente en 1927 la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik observó algo que acabo de comprobar en el restaurant: los camareros son capaces de memorizar una larga lista de pedidos, pero olvidan inmediatamente lo que ya sirvieron. Eso también la pasa a Usted. Me explico mejor: tengo lectores que me hacen referencia a un artículo del 2012, a un capítulo de mi segundo libro, a la trama de una parte específica de mi novela del 2014 y ciertamente lo recuerdo, pero vagamente, por cuanto ese ya es un trabajo que mi mente da por terminado.

            Los sujetos del estudio en cuestión efectuaban entre dieciocho a veintiún tareas, tales como enigmas, crucigramas, problemas aritméticos y la mitad eran interrumpidos y eran las más recordadas las tareas no terminadas, pero sobre todo las tareas no estructuradas, como es el caso de escribir este blog o una columna de opinión para el periódico de la ciudad.

            A esta altura de la vida y de las letras, no aceptaré que me impongan como escribir. Tan solo solicito por respeto a la diagramación el número de caracteres que se necesitan y apoyo mi pensar en eso, es la única forma que acepto, porque lo demás forma parte de la invención y la iniciativa que no puede ser coartada con el pensar del editor, que poco o nada sabe de la materia, porque si no fuera así no me contratara y lo haría él.

            Somos con frecuencia infamados, denostados por las personas cercanas de ser distraídos, fenómeno reciente en mi actuar, por cuanto debo estar pensando permanentemente, cada pequeño evento es una historia, cada contacto con otro humano es una novela, cada conversación y con más frecuencia, cada noticia es un nuevo artículo.

            Vamos a donde voy, querido lector: si desea ser escritor no se mortifique y séalo a tiempo completo. Entienda que su memoria recordará los trabajos por hacer y borrará los ya cumplidos. Si desea ser un escritor famoso trabaje más que cualquier otro, si desea ser un escritor famoso con prestigio, deje de dormir y comer, pero lo que no puede olvidarse es de divertirse con la magia de las letras, por cuanto debemos remitirnos a mi admirado Jorge Luis Borges: “si escribes para comer, lo más seguro es que ni comas ni escribas” de manera que ya descubrí porque somos así y de que se trata este oficio de locos.

LOS LOCOS HISTRIONICOS

LOS LOCOS HISTRIONICOS

            Se les nota la patología, no pueden ocultarla, es una esquizofrenia general y me atrevo a decir esto, so pena de ser castigado por mis amigos psiquiatras y psicólogos, pero es así, ¡ya no lo podemos negar!

La invención de epopeyas y superhéroes inexistentes, el uso indiscriminado de la palabra honor, los caminos cosméticos que toman para suplir la realidad, las falsas heroicidades, donde importa más el modo, la forma, que el verdadero objetivo, así son, todos tienen su propio programa de televisión o radio donde drenar la locura.

            Esto pasa en cada evento: el locutor, con voz engolada como si se hubiese tragado a un hombre, dice lo siguiente en el paseo Los Próceres: “Se aproxima a la tribuna de honor (y yo me pregunto: ¿Qué tiene de honorable?) el quincuagésimo septuagésimo tercer Batallón de Infantería mecanizada “Bravos de Apureeeee”, gallardosssss, todavía con la punta de sus lanzas llenas de la sangre realista” y yo aseguro que no existen tantos batallones.

            Si le pidiéramos a Maduro que escribiera la cifra prenombrada en números, inmediatamente acudiría al Ministro de Finanzas, quien a su vez correría impávido a buscar al Presidente de Banco Central de Venezuela, quien por supuesto diría en los medios que esa información no la puede dar por cuanto las reservas internacionales dependen del secreto de Estado instituido por el Comandante Eterno, que ya no está con nosotros.

            Por otro lado, los infelices soldados están allí desde las cinco de la mañana y al momento de  pasar frente a la honorable tribuna, lo menos que se nota es gallardía. Le puede seguir un colectivo de malandros en motos chinas, también el componente de la milicia bolivariana, una suerte de indigentes desasistidos cuyos uniformes no parecen de ellos sino de otros muertos de otros combates.

            Para el Gobierno, a la misma altura de Batman y Spiderman, está el novel superhéroe Zamora. Se decretó día no laborable, las empresas perdieron de acuerdo a los sondeos conservadores la inmensa cifra de $143 millones, tan solo por no trabajar el día del superhéroe y celebrar el desfile que también costó.

            Aparece el monstruo Milton (Maduro) ¿lo recuerdan? Con un liqui-liqui gris ratón, más grande que él, solamente observen el chusco corte del traje en lo grande que le queda el cuello, matizado con una banda y un collar de oro.

            Esos discursos histriónicos y a la vez palurdos, el batallón de Generales gallardos también, aplaudiendo y vigilando que nadie se vaya del fastidioso evento inventado.

            Son los dueños del erial, ese campo sin cultivar donde quieren recoger la cosecha y así no es, la naturaleza no funciona así, los brutos e incapaces mandando y reforzando un proyecto fallido en todos sus ángulos, pero que quieren ser seguidos y ya nadie les cree. Los narco sobrinos presos por siempre y nadie osa hablar de ello. Un mandatario extranjero y un Vicepresidente sirio y camorrero. Actores disfrazados a la usanza en esa obra de teatro nacional y los militares dirigiéndola.

            ¡No hay dudas de que estamos en manos de unos locos histriónicos!.