EL ADEPTO
HABITUAL.
Los conocemos y todos tenemos a algún
adepto habitual que requiere tu atención, requiere también de alguna cruzada,
materia de suma peligrosidad, basada en el egoísmo irracional y además requiere
de sentido de pertenecer a algo, a algún grupo, pero no cualquiera, a algún grupo
contracorriente y allí voy a extenderme al respecto.
Ayer falleció un conocido adepto
habitual de un infarto, mientras caminaba grandes distancias pancarta en mano a
favor de una causa desconocida excepto para su grupo, que no se si era nutrido
o famélico, eso no importa, pero falleció de algo que por aquí en Estados Unidos
diagnostican como ‘’hot stress’’ o sea, por un golpe de calor intenso que hace
que el corazón se recienta y falle.
Venezuela o, mejor dicho, Latinoamérica
toda esta llena de ellos, conmigo lo han intentado hasta la saciedad sin
entender que no pertenezco a ninguna organización que no me pague, porque esas
causas a favor de la libertad, por ejemplo, son pura vanidad de sus líderes y
en esa materia Napoleón Bonaparte, quien bien sabia de esto, lo describió de
esta manera que me hace recordar al insepulto Hugo Chávez: ‘’La vanidad hizo la
revolución, la libertad fue solo un pretexto’’
He mandado emails, he llamado al
general supuestamente encargado y le he dejado mensajes para que me excluyan
del honorable Frente Institucional Militar al cual pertenezco sin mi autorización,
he mandado cartas al Dade County Federal, que es una institución del gobierno
condal de Miami, donde alguna vez pidieron una opinión profesional que di sin
mayores consecuencias y me arrepiento que fuera gratuitamente, pero ipsofacto
me metieron en eso. Como dice Robert Ringer, quien descubrió el concepto, un
adepto habitual ‘’es una persona que necesita ser necesitada en un grupo
excesivo’’ y yo no quiero ni ser necesitado ni pertenecer a ningún grupo y
mucho menos excesivo y esta persona, continua Ringer es ‘’un individuo que
suele sentir autodesprecio anormal, lo que le permite unirse con mayor
facilidad a su líder en la expresión del desprecio hacia los demás’’ y me
acordé de los chavistas.
Los grupos siempre son torpes, anárquicos
y poco flexibles y puede suceder cosas como estas: ‘’Nosotros los que apoyamos
el aborto…’’ y de repente puede ver usted su nombre en la lista, ¿Qué le
parece? O aquellos los que apoyan el uso de drogas para vivir mejor, o peor de
los peores: ‘’nosotros los chavistas revolucionarios honestos’’ es todo un oxímoron
en si mismo, porque ya el chavismo es rayano en una enfermedad mental, por no
tener futuro y es el futuro la herramienta usada por siglos por todos los
cruzados absurdos de causas, de forma mi querido lector, le sugiero que huya
despavorido de testigos de Jehová, de la recluta, de los partidos políticos que
son lo menos democrático que pueda haber, sea independiente, vote a favor del
candidato más equipado y no se sienta mal por ser diferente, porque Chávez no
vive y la Patria no sigue bajo la egida de estos incapaces dictadores y
militares complacientes.
Sea libre del pensamiento grupal y
comenzará a tener una vida más productiva y con sentido individual de
pertenencia.
