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Tuesday, August 28, 2018

AROMATIZAR CON IDEOLOGÍAS


            AROMATIZAR CON IDEOLOGÍAS

            En el bar, frente a mí, estaba el reputado y laureado poeta, José Manuel Couscó, de humor sin igual, de inteligencia ionosférica y de casi noventa años que no se le notan en lo absoluto. Cada vez que nos vemos nos abrazamos como si fuera la última vez y no puedo dejar de preguntarle la circunstancia cuando conoció en Venezuela al bardo cumanés Andrés Eloy Blanco, quien le dio el empujón y la bendición para ser poeta por siempre, teniendo él apenas catorce años escasos.

            Esa tarde de la semana pasada me acompañaba mi amor, estaba impresionada de varias cosas a saber: en primer lugar, que parecíamos menores de edad, si comparamos la de mis amigos escritores y juglares con la mía, en segundo término, la claridad del pensamiento y la profundidad de esos venerables intelectuales, simpáticos y sencillos y en tercer lugar que los chistes no se terminaban. Si, chistes con sabor a burla hacia el comunismo, chistes amables de otros escritores y sus pocos desaciertos, chistes con respecto a la vida de aquellos músicos inmortales que aromatizaban el ambiente con el volumen correcto de sus añejas canciones.

            Ahora mismo leo a Robert Ringer en su obra encantadora titulada “Prepárese para triunfar” donde dice que las ideas buenas jamás han venido de las masas, sino de individuos y por ello podemos ver a diez idiotas, a cien idiotas, a mil idiotas pero cuando llegan a diez mil idiotas, pues, pasan a ser un partido político con doctrina y todo, no obstante, son necesarios para el funcionamiento de la democracia.

            El poeta me pregunta: ¿y donde se conocieron? Y yo le dije que la busqué por mar por mucho tiempo y fíjense que la conseguí en tierra, a lo que él, que tomaba un whisky con soda, riposto: “Los versos que siempre aterran, nunca se deben mojar, la buscabas en la mar y la encontraste en la tierra” y como es de esperar hasta ahora me sigo riendo de la imaginación fértil y productiva de mi admirado Couscó, que de paso, como nadie es perfecto, siendo cubano de la vieja guardia y de la más fina estirpe, pues tiene amores con una muy elegante e inteligente psicólogo venezolana, pero a lo que vamos:

            Como lo he escrito, le tengo pavor a los ideólogos, a los fanáticos, a todos aquellos que no vean por encima de la obviedad y que ataquen con furia a la otredad, que la consideren enemigos gratuitos por disentir y opinar en contrario y ellos se han dado cuenta y por eso han logrado aromatizar sus ideologías y si no me creen observen, cambien su vista hacia la Madre Patria, vean a Nicaragua, Bolivia y huelan a Cuba o Venezuela.

            Los socialistas (comunistas) salen de sus países huyendo del hambre que sus ideologías construyen, pero van esparciendo sus absurdas ideas, como si de un mal aroma, fétido y desagradable se tratara, entre las personas de mal gusto.

            ¡Ciertamente la andaba buscando en la mar, pero ella, mi amor, estaba en tierra!

 

Monday, August 27, 2018

LA MAR Y LA SOMBRA


LA MAR Y LA SOMBRA

            En aquellos aciagos y muy cortos de dinero tiempos de Teniente, conseguí en la librería una pieza que me dije era susceptible de ser tomada por una inversión. Encuadernada en cuero, de tapa dura y con letras en oro que rezaba: “Los miserables, Víctor Hugo”.

            Debo confesar que ya había manoseado antes de entrar a la Marina, el profundo y descriptivo pensamiento de Víctor Hugo, en un libro que yacía como un testigo fiel en la biblioteca de Papá, pero ahora estaba más maduro, más cuajado intelectualmente, ahora podía comprar mi propio ejemplar para ejemplo de mis hijos.

            Lo leí con fruición, me lo bebí y lo volvía a releer en los sitios más complejos, dándole otra interpretación a la mocedad, pero hace apenas cuarenta y ocho horas, mi mentor,  admirado amigo y excepcional escritor, el Almirante Julio Chacón, con quien siempre he mantenido el contacto desde que servimos juntos a bordo, durante cuatro años y de quien me aprovecho, porque siempre me deja un aprendizaje de la naturaleza humana, me recordó ese pasaje que había borrado impunemente de mi memoria, me refiero al Capítulo VI de “Los Miserables” y me he quedado por decir lo menos, pasmado:

 ¡Hombre al agua!

¡Qué más da! El barco no se detiene. El viento sopla, ese barco sombrío tiene un derrotero al que no le queda más remedio que atenerse.

Pasa de largo.

El hombre desaparece, vuelve luego a aparecer, se sumerge y regresa a la superficie, llama, tiende los brazos, no lo oyen; el barco, vibrando en el huracán, no atiende sino a su maniobra; los marineros y los pasajeros no ven ya siquiera al hombre hundido en el agua; la pobre cabeza no es ya sino un punto entre la enormidad de las olas.

            Y continua Víctor Hugo, maltratándome el recuerdo:          

Lanza en las profundidades gritos desesperados. ¡Esa vela que se aleja es un espectro terrible! La mira, la mira con frenesí. Se aleja, palidece, mengua. Hace un momento él estaba allí, formaba parte de la tripulación, iba y venía por el puente con los demás, le correspondía su ración de aire para respirar y de sol, era un ser vivo. Ahora, ¿qué ha sucedido? Resbaló, cayó, y ya está.

Se halla en el agua monstruosa. Sólo tiene ya bajo los pies algo que huye y se desploma. Las olas, que el viento rasga y hace jirones, lo rodean horrorosamente; los cabeceos del abismo lo arrastran; todos los harapos del agua se mueven en torno a su cabeza; un populacho de olas le escupe; confusas cavidades se lo tragan a medias; cada vez que se hunde, vislumbra precipicios repletos de noche; espantosas vegetaciones desconocidas lo aferran, le anudan los pies, tiran de él; nota que se vuelve abismo; forma parte de la espuma; las oleadas se lo lanzan, de una a otra; bebe amargura; el océano se obstina en ahogarlo; la enormidad juega con su agonía. Es como si toda esa agua fuera odio.

            Me atrevería a asegurar que nadie que sirviera a bordo de algún buque, alguna vez no tuvo una pesadilla similar. Víctor Hugo, me sigue impresionando como antaño.

Wednesday, August 22, 2018

SUEÑOS COLOREADOS


SUEÑOS COLOREADOS

            Me lo debía, realmente fue como me lo imaginé. No sé qué está pasando en la vida, pero ocurre con mucha frecuencia, las cosas pasan como las imagino y siempre me quedo asombrado, ensimismado y agradecido, me refiero solo a las cosas buenas, porque hasta ahora no me ha pasado nada malo que no pueda entender.

            Fuimos juntos a la aventura. Para ella parecía que fuera a Disney World pero con la edad tal vez de diez años, si, tenía una emoción  imparable, era notoria su excitación. Yo que tampoco conocía el sitio, trataba sin éxito de no crear más expectativas, pero debo confesar que me imaginaba en París, en la calle, en una calle llena de escritores y poetas, a la sombra de un gran paraguas naranja que difuminara y diera un color ámbar al ambiente.

            Llegamos a Coral Gables y me quede en una pieza. No era un paraguas solo, eran miles de paraguas que se unían en multicolor cromatismo para empalmar el túnel vegetal que hacían centenarios árboles en la calle Giralda, era la excepcional exposición llamada “umbrella sky”, que traduce al español, “el cielo de paraguas”. Calles adoquinadas en colores pasteles, crudos, ocres que hacían formas redondas, impecablemente puestas en el correcto sitio y caminamos y la gente bebía y comía en cada restaurant, uno al lado de otro, de diferentes especialidades y yo buscaba un bar, pero que también complaciera sus gustos, hasta que a la vuelta de la esquina estaba “La Fumarola”

            Éramos los únicos comensales, cosa que me gustó, había pizza pero no cualquiera. El dependiente, un muchacho latino que me habló en inglés, con orgullo me dijo que todo era italiano y yo pregunté: ¿inclusive la cerveza? Y con más orgullo una italiana madura me lo gritó: ¡por supuesto Señor, todo, todo es italiano, la harina, los tomates, el vino y la cerveza, la albahaca y los quesos!, todo.

            Pues, no se diga más, tráigame la mejor cerveza italiana que tenga y me volvieron a ripostar: ¡aquí todas las cervezas son excelentes, pruebe la que le voy a dar, si no le gusta, se la cambio y no la pague!

            Tan solo alcancé a decir en voz baja, lo que falta es que tengan una cama, porque yo quisiera dormir y vivir aquí. Pedimos una pizza Capressa y unos calamares rebosados y ¿a que no adivinan con qué? ¡Con una salsa italiana para mojarlos y darles el gusto del orgulloso y pequeño restaurant!

            Comí como un siciliano, dejé una atractiva propina y salimos a caminar hasta el cine que queda a una cuadra y compré dos entradas en “Coral Gables Cinema” para ver una película llamada “Almost forty”, que traduce “Casi cuarenta” con una trama adulta, pero cuál fue mi sorpresa que cuando entramos a la inmensa sala estábamos absolutamente solos, era una función exclusiva para nosotros y ella me dijo: ya vengo que te tengo un regalo.

            Esa tarde, sentado en la butaca del cinema cavilaba sobre cómo ha cambiado mi vida para bien y solo volví a la realidad cuando ella me preguntó: ¿Merlot o Cabernet Sauvignon? Y tomamos vino, mientras me preguntaba: ¿serán estos unos sueños coloreados?

Monday, August 20, 2018

500 BESOS


500 BESOS

            Quieren mi opinión con respecto a esta infamia económica que acaba de dilapidar los retazos de país. Los médicos no dieron consulta privada el viernes ni hoy lunes porque no saben cuándo cobrar. La explicación matemática de Maduro, la podemos inferir en cuanto a su exactitud. La incertidumbre es total y mi amigo Napoleón Bravo quería que analizara lo que sucede en su programa diario “Bravo 24”

            Yo me voy por otro lado, por el lado luminoso, lejos de las emociones negativas que ensombrecen los ánimos, si, esas emociones como el miedo, los celos, el odio, la venganza, la avaricia, la superstición y la cólera. ¿Les suenan familiares todas esas emociones?

            Pues yo me conecto con las otras, con las transparentes como el deseo, la fe, el amor, el sexo, el entusiasmo, el romanticismo y por supuesto, ¿cómo no ponerla?, ¡la esperanza!, ahora detengámonos un momento en esta última, porque el planeta está lleno de esperanzados sin motivo, sin racionalidad y sin criterios, lo que los hace estar al borde del suicidio cuando la esperanza no se convierte en esa realidad que solo está en su mente, de manera que al menos los esperanzados deberían tener una vía fáctica por donde entender que la tal esperanza puede ser una realidad si se cumplen con elementales parámetros de medición, sino, pues, es un auto engaño.

            Cuando conocí a Facundo Cabral, en el canal de televisión donde trabajaba, me pareció un tipo cónsono con su prédica, pero lo que más me llamó la atención fue cuando dijo que por cada bomba que estalla en cualquier guerra, hay millones de besos silenciosos. Un tipo interesante Facundo, del cual escribí el día de su trágica y absurda muerte.

            Yo le dije a ella: ¡te voy a dar quinientos besos! Y sonrió infiriendo que era mentira, pero me temo que lo he cumplido a cabalidad.

            Ya no me interesa, lo lamento, ya no me interesan los desastres que hagan estos pillos, porque mi vida, nuestra vida, no puede ni debe ser reactiva a cada desacierto de ellos. Ya no hay análisis que valga en términos económicos, sociopolíticos, geopolíticos, monetarios, estadísticos, ya nada aguanta un análisis que no sea psicológico, psiquiátrico, ninguno que no sea al menos humano entendiendo que están enfermos de la mente y el espíritu.

            Le dije a ella que escribiría un artículo titulado 500 besos, se lo dije en el bar donde escuchábamos boleros viejos, llenos de pasión y esa psicopatología del dolor, o ¿es que acaso han escuchado algún bolero alegre y enjundioso?

            No solamente le he dado quinientos besos, sino que también escribí el artículo, intentando vivir fuera de esta endemia de quejas con la que mis amigos y compatriotas ahogan las redes sociales. Por eso escribo, sin mucho éxito, sobre temas espirituales que puedan brindar a los dolidos venezolanos esa esperanza que solo está en la mente de un tipo como yo, conteste con mi plática, coincidente con mi prédica, pero sumamente disgustado con las palabras merma, lenidad, flojera, acomodo, viveza, rapiña, corrupción.

            Cumplí mi palabra, ahora voy por otros ¡quinientos besos!

Sunday, August 19, 2018

NO ME ACONSEJES VANIDADES


NO ME ACONSEJES VANIDADES

            No es una visión beatífica la mía. Ningún pecador de mi talla pude tener una. Recuerdo haber leído, no sé dónde, (cosa que me pasa con frecuencia, me refiero a que recuerdo lo leído, pero no el libro donde lo hice), que a Santa Teresa le llegaron a preguntar: ¿hay unos más santos que otros? A lo que ella, con sabiduría y paz respondió: Si, absolutamente si los hay, como hay vasos más grandes que otros, pero todos están llenos.

            ¡Saquen sus propias conclusiones! Pero si no las sacan, no me importa.

            Mi nevera estaba vacía, el jugo de naranja se había acabado, tendría que hacer el fastidioso oficio de ir al automercado a reabastecerme, pero recordé que mi último cargamento de rosarios benditos también se había acabado, había regalado todos a mis amigos devotos y a los que más les hace falta, a los poco creyentes.

            Como lo primero es lo primero, me desvié hacia la Ermita de la Cariad del Cobre, santuario que me acogió cuando perdí la fe por allá en el 2006, cuando pensé que la acusación que me había hecho Hugo Chávez de ser espía de los Estados Unidos, era un inmensa maldición diabólica que me había caído encima. Había perdido en poco menos de cinco días, todas mis propiedades, todo mi esfuerzo, el prestigio, ¡todo!; pero aun tenía vida, salud y juventud, esa fue la conclusión y la respuesta a mis preguntas desde la ira, desde la impotencia, esa sigue siendo la respuesta desde la paz y la felicidad que ahora y desde hace muchos años, disfruto, pero a lo que vamos:

            Entré a la tienda de los feligreses y tomé diez rosarios de diferentes colores. Sonaban unos encantadores cantos gregorianos, cautivadores, colonizadores de la ansiedad, se respiraba paz y compré un disco. Al voltear para pagar el santo cargamento, me conseguí con un crucifijo, exactamente igual al usado por el famoso y ya fallecido Padre Gabrielle Amorth, el exorcista del Vaticano, a quien dediqué el segundo capítulo de mi libro DIVINOS, LUEGO HUMANOS, guardado en una caja transparente, con la cruz medalla de San Benito, recordé las místicas y casi secretas claves del Santo, pero hay una, una muy importante que recuerdo con especial aprecio para el resto de lo que me queda de vida cuya inscripción en latín dice lo siguiente: “Numquam Suade Mihi Vaba” y que traduce a nuestro idioma NO ME ACONSEJES VANIDADES y otra de suma importancia: “Vede Retro Satanás” Retírate Satanás.

            Como siempre les digo a los que no creen, no tienen por qué hacerlo, es cuestión de tiempo, es cuestión de madurez, de sabiduría que lo hagan. Ya tendrán el chance, después de joder bastante, de entender como son las cosas y que son almas divinas, todos sin excepción, almas perfectas, cósmicamente exactas, que viven sus propios tiempos, que viven en la finitud de su vida, como si esta nunca fuera a acabar, pero, presten atención: realmente están viviendo una muy corta experiencia terrenal y humana.

            Por favor, ¡nunca me aconsejen vanidades!

Friday, August 17, 2018

MONÓGAMO SUCESIVO


MONÓGAMO SUCESIVO

            Es absolutamente legal, es sabroso, es aceptado socialmente y también, como lo dijeran en Praia du Futuro en Fortaleza de Ceará, si, también es gustoso.

            Ser un monógamo sucesivo es muy diferente a ser promiscuo. Yo soy un monógamo sucesivo después de convertirme a esa especie de religión, por varias razones a saber: en primer lugar no hago daño, cosa de la cual me cuido mucho, porque también la vida me ha enseñado a punta de palos, que aquí se paga todo, de manera que lo hago desde un egoísmo racional, como protección personal. En segundo lugar, no tiene sentido el sexo sin amor, sin caricias, sin complicidad, sin historias fuera de la cama, sin recuerdos así sean de ayer. En tercer lugar y no como dijera un amigo “tercero y principal”, el amor es una gran amistad con momentos eróticos y no al revés, de manera que califico en este término.

            Por el contrario, el ser promiscuo, es un inmenso pero rico desgaste energético que requiere de Usted una buena memoria y fíjense que cuando digo “de Usted” incluyo a ambos sexos. A esta altura de la vida podrán decir todos los bandidos: “después de que fuiste el más vagamundo, ¿ahora sí?, vas a intentar darnos una clase de formación moral y cívica.

            Créanme que es un desgaste, que incluye al cosmos, incluye al alma, te la va ennegreciendo, te la va apagando, pareces feliz ante los ojos de los casados obstinados y aburridos barrigones que te admiran, pero al final duermes solo, sin caricias, al menos sinceras.

            Es como alguna vez Antonio Gala, el excepcional escritor al que admiro tanto, llegó a decir: “…es como ese naufrago que sabe que muere ahogado, pero el mar no sabe realmente que lo mata”. Presten atención a esta sentencia y piensen, deben darle la interpretación correcta, al ángulo del aprendizaje.

            Yo no conozco o mejor dicho, no he conocido en toda mi vida a muchas prostitutas, las he visto y eso me basta para poder discriminar en sus dolidos rostros mucha infelicidad y todos deberíamos preguntarnos: ¿Por qué, porque están tristes, si con moverse con cierta habilidad, pueden hacer en dinero lo que a mí me tomaría una semana o más?

            He decidido no caer en esa discusión, porque no tiene sentido, no tiene lógica, porque todos lo sospechamos, lo intuimos y al final lo sabemos.

            El ser promiscuo (y yo fui hace poco menos de una década, uno de ellos), se asemeja a la historia de Jonás y la ballena: “me dejo tragar por el monstruo para poder apuñalarla en sus entrañas”, cosas raras la de este mundo, que esas personas a las que referimos como felices y contentas, con una vida sin compromisos, llena de sexo e intercambios de fluidos, llena de adrenalina, de endorfinas y feromonas, pues no son felices, ¡es muy raro eso!

            Yo prefiero ser un amante, creo que tiene mejor prensa, mejor cámara, mejor público, pero también me encanta ser amado, es más privado, mas mío, nuestro e íntimo.

            Me conquista el hecho de ser un monógamo sucesivo.

           

Monday, August 13, 2018

REUNIÓN DE GENERALES Y ALMIRANTES


REUNIÓN DE GENERALES Y ALMIRANTES

            Lindan los dos mil ochocientos cincuenta, al menos. En la Venezuela revolucionaria todo es por millones, muchos ceros que luego quitan, ponen, modifican.

            Si esa reunión se hubiese llevado a cabo en Miami, seguramente hubiesen utilizado el Estadio de los Marlins o el American Airlanes Arena, pero eso no es importante, ¡para nada importante!, que un país que engrosa con la velocidad de la caída libre, la lista de los del cuarto mundo y que de acuerdo a la Organización de Países exportadores de crudo OPEC, refinan para este momento en que escribo menos de un millón doscientos mil barriles, los generales y almirantes se reúnan, previa revista de los jefes para garantizar su asistencia. ¡Que ruin papel!, que bajeza del populacho y la chusma, pero así son las cosas y ellos callados, no vaya a ser cosa de que los degraden a Cabo Segundo, se lo calan calladitos, disciplinados, absortos de todo criterio, pero a lo que vamos hoy:

            Un general venezolano es un experto en finanzas, en alimentación y en religión y paso a explicarlo mejor: cuando una persona que ha llegado a ese alto rango, que en estos tiempos parece bajo, con un sueldo que exagerando llega con dificultad a los sesenta dólares mensuales y logra vivir, por supuesto que sabe más de finanzas que cualquiera, si a esto le agregamos que en su casa todos pueden comer, es un experto en el manejo alimentario, seguramente también en nutrición y en economía familiar y son expertos teológicos, infiero, porque una vez cumplidos los dos requisitos anteriores, logran tener casa, una camioneta, otros viajan a Europa, porque no pueden venir a donde quieren, si, aquí a los Estados Unidos, de manera que ¡hacen milagros!, verdaderos milagros que pondrían envidiosos a los más conspicuos estudiosos bíblicos, prestidigitadores, adivinadores, de cualquier denominación religiosa, pero en el caso de los católicos el Arcipreste, esa dignidad de los presbíteros, no puede explicarse el descubrimiento hermenéutico en la interpretación correcta de como volver el agua en vino, los peces, los panes o ¿penes? Como llegó en algún momento a decir el ductor heredero de la revolución, si, ¡es inexplicable!

            Nicolás Maduro Moros, instó a los oficiales a separarse de sus familiares, bueno, realmente no fue así, simplemente los invitó a guardar distancia de todos aquellos familiares que no profesan el absurdo, a manera de evitar contaminaciones, pero yo les digo a estos infelices, que somos nosotros quienes les recomendamos que se mantengan a un par de toesas, porque ellos son los cómplices contaminados, son ellos los extraños en el país de los pajaritos que hablan con su jefe, son ellos los que aun obligan a sus subalternos a gritar que Chávez vive.

            Es sano que mantengan distancia, porque me temo que sus esfuerzos para que los odien, han dado un buen fruto, lo han logrado sobradamente y además, de estar cerca son sus hermanos, primos, tíos, queridas, prepagos y todo el que se le acerque los que les harán saber con onomatopeya o directamente, que su patria huele a estiércol.

Saturday, August 11, 2018

LA DICTADURA DEL ABSURDO


LA DICTADURA DEL ABSURDO

            Dice ella: que los orgasmos más escandalosos que ha tenido, incendiarios, plenos, largos y sentidos, han sido con un hombre con cola de caballo, ¿Por qué no te las dejas, Papi?

            Me parece tan sexy un hombre con un arete en el lóbulo de la oreja, que me encantaría que te pusieras uno….!papi!

            Tú sabes que es importante para una mujer, que su pareja le haga de vez en cuando una prueba de amor: ¿podrías hacerte un tatuaje en el brazo izquierdo, el brazo del corazón, con mi nombre?

            Y luego los dejan porque a ellas les parecen muy femeninos para su gusto.

            La moda, “la dictadura del absurdo” es eso, una obligada manera, nada subliminal, de intentar pertenecer a la manada, de ser aceptado por la también absurda sociedad. Cualquier muchacho que no tenga hoy día un tatuaje, pues puede ser tratado de conservador, de sumiso, de poco adaptado, de blandengue, de poco agresivo, pues, malas noticias: de acuerdo a una encuesta que he leído hace algunos meses atrás, de hombres de mi edad tatuados, el noventa por ciento de ellos están arrepentidos y el otro diez por ciento infiero que sostienen la absurda posición, tu sabes, para no develar la verdad que a todos duele en esa materia: ¡fue producto de la inmadurez, para nada sirve, no es arte, es propio de presos y putas, fue una noche de copas, o como el párrafo anterior, fue una prueba de amor”, ¿Qué más da?

            Cuando vemos aquella lejana moda de los setenta y ochenta, hombres con zapatos de plataforma, infiero que para verse más altos, o aquellos trajes con esa inmensa solapa, pantalones de bota ancha, ahora todos reímos de ellos y damos gracias a Dios de que esa moda era deleble, podías dejar de usarla, de hecho ya lo hicimos y me incluyo, porque cuando veo aquella fotografía de mi fiesta de graduación de bachiller en aquella Caracas mojigata, donde llevaba un traje blanco con las características prenombradas, disfrazado de John Travolta en “Fiebre del sábado por la noche” y veo a mis compañeros todos uniformados con el mismo atuendo, no puedo menos que dar gracias a Dios de que pude quitarme el traje y ahora uso otros, pero ¿y si fuera un tatuaje con el nombre de mi novia de bachillerato, que ahora es una respetable abuela?

            La moda, con ella, con esa dictadura de la psiquis, se debe tener mucho cuidado. No hace falta estar o ser adaptado a la manada porque no somos animales, o al menos algunos no lo somos y no sé porque hablando de dictaduras y animales, me acordé de Nicolás Maduro, esos desvíos del pensamiento no pasan a todos.

            He conseguido algo de Coco Channel, que me luce encantador y ajustado a lo que digo: “Para ser irremplazable, uno debe ser diferente” de manera que la invitación a los inmaduros, tengan la edad que tengan es que seamos diferentes y luchemos con elegancia, contra la dictadura del absurdo, ¡la moda!

 

Thursday, August 9, 2018

EL DRON DE CÉSAR


EL DRON DE CÉSAR

            La idea se me agolpó de repente. Estaba totalmente desnudo, había llegado de mi trabajo y pensaba irme a nadar a la piscina, pero no, apareció ella, la idea, la infame que me haría mitigar la preocupación de terminar el capítulo IV de mi novela. Con un blog de notas en la mano derecha y mi lapicero en la izquierda, porque soy zurdo (nadie es perfecto), caminaba de estribor a babor en mi cuarto cuya pared que da a Bay side es toda una ventana, detrás de mi balcón, que ambos quedan llegando al cielo en Brickell Key, de manera que nadie puede verme a esa altura, pero no, de repente sentí ese murmullo zancudo que zumbaba en alguna parte del externo, era un “dron” maléfico, satánico que me observaba con todas mis partes pudendas y a la vez gozosas expuestas, a la intemperie, a la vera de Dios.

            Lo observé estupefacto, él también me veía con atención, como quien mira al padre o tal vez abuelo de las Kardashian. Repito, nos miramos por unos eternos segundos y solté el blog y mire mi ahora disminuido miembro apenado, avergonzado, minimizado por el miedo escénico que provocaba el intrépido intruso, en la intimidad de mi cuarto en el apartamento donde vivo hace un quinquenio muy cerca del cielo.

            Mi amigo César Raymundo López se ha comprado un dron y después de lo que le ha pasado a Nicolás Maduro y de lo que me pasó a mí, que no es poca cosa, todo dueño de un dron pasa a ser un individuo sospechoso y susceptible de ser investigado y hasta preso, torturado e interrogado con los más severos métodos de tortura de la Gestapo, la KGB de Vladimir Putin, la Seguridad nacional de Pérez Jiménez, la CIA y el FBI, pero no solo ha adquirido un dron, sino que se ha dispuesto a sacar una licencia que le certifique como un experto y yo solamente me pongo aún más capcioso, más temeroso, mucho más alerta ante este espía infame que intenta, como me ha pasado a mí, averiguar las cosas más íntimas que pasan en mi alcoba.

            Ruego me comprendan, pero cuando una idea me viene a la cabeza dejo todo por atenderla, tomo papel y lápiz o peor aún, un marcador deleble y escribo en el inmenso espejo de mi sala-comedor, las aristas de esta, los intríngulis ocurrentes que luego con calma revisaré para darle forma en mi próxima novela, esa trama ocurrente que se presenta como un delincuente sigiloso y a veces nocturno.

            Considero que Cesar, debe ser investigado y también los motivos que le obligaron a comprarse un dron que a todas luces parece ilegal, después de lo ocurrido con Maduro que se ha preguntado: ¿qué hubiese pasado si lograran asesinarlo? Pues yo creo tener la respuesta.

            Seguramente el infame y mal intencionado piloto del artefacto estaría junto con treinta millones más, riéndose de haberme visto completamente desnudo y minimizado y con mi artefacto, mi apéndice exógeno, minusválido mientras pensaba en esa idea para mi novela.

 

Friday, August 3, 2018

EL ASTRONAUTA HOSPITALARIO


EL ASTRONAUTA HOSPITALARIO

            Llena de comicidad, pero de la más inteligente, está llena esta excepcional obra de José Altet. Un humor fino, burlesco de las situaciones diarias, de la vida suya o mía, pero con frecuencia inusitada, de la de él, como hacen las personas seguras de sí y de su capacidad literaria.

            En el “Astronauta hospitalario” conseguimos también cultura general, cientificidad y paz; una mezcla difícil y con frecuencia explosiva de los sentidos.

            Me recuerda esta obra aquel chiste que con respecto a Sir. Winston Churchill, Aseguran que fue cierto, pero realmente a esta altura de la vida no importa su certidumbre:

            En el parlamento inglés se levanta la única dama del recinto para refutar y atacar las posiciones meridianas del mandatario y al no poder, solo dijo: “si yo fuera su esposa, le pondría veneno a su café” tomó asiento y se paró Churchill, para con toda seriedad ripostar: “pues si yo fuera su esposo, ¡me tomaría el café!

            De esto está lleno el Astronauta hospitalario, que es la segunda y brillante obra de este autor al que conocí en mis aulas en clases de oratoria y cuyo acento un poco extraño me llamó la atención, hasta que comprendí que es un francés que habla el idioma de Cervantes y Saavedra con exactitud, por cuanto vivió en Venezuela y sus aventuras en ese país fueron documentadas con su fina prosa, llena de historias y cuentos encantadores en su primera obra que también he leído.

            En el caso de esta, la bebí como un agua miel, de un tirón para no perder el gusto dulce del paladar, porque es un cordial a la inteligencia y la cultura.

            José Altet, es un hombre reservado, leído, culto, simpático de manera natural y a la vez queda. Me consta que donde va, su silencio le hace sobresalir, porque es un gran orador y al darle la palabra todos sin excepción le escuchamos con la misma atención que pondríamos a un profeta bíblico.

            Yo me siento sumamente honrado de haber calificado en el criterio de José para ser el prologuista de esta obra que me luce ocurrente y amable, profunda y risueña, a veces inocente hasta toparnos con la realidad que José nos muestra  tangencialmente, otras sinusoidalmente y sin empaches de frente, que como una cachetada nos hace reflexionar pero con una sonrisa en los labios.

            Felicito a este autor amable, le felicito a Usted amigo lector, que le tiene en las manos, porque pronto, comenzará a nadar en estas tibias aguas oceánicas, que le despertarán del letargo, le mostrarán otro ángulo y le facilitará la vida.

            Se preguntará: ¿y no nos va a adelantar nada del contenido? Y mi respuesta es un contundente NO, porque él hablará solo, se presentará en su psiquis, se adueñará de su mente y le hará reírse de Usted mismo, porque en estas veintitrés entregas cortas, este estilo de escritura tan en boga en el siglo XXI, nuestro amigo José le llevará de la mano a conocer lo amable de la literatura hecha por este Francés, que es Venezolano, pero vive en los Estados Unidos.

            ¡Felicitaciones, y que comience esta aventura!

 

 

 

Prólogo de la obra más reciente de José Altet

“El Astronauta Hospitalario”

Pronto a la venta en Amazon

Wednesday, August 1, 2018

LA SEGURIDAD DE TUS MIEDOS


LA SEGURIDAD DE TUS MIEDOS

            Hasta para las más sencillas cosas aplico la metodología aprendida en la Escuela Superior de Guerra Naval.

            Escoger y luego comprar el vehículo correcto que cumpla con las variables de adecuabilidad, ejecutabilidad y aceptabilidad, me han ahorrado mucho dinero y me han traído beneficios de todo orden. Ni se diga si voy a comprar una propiedad, comprar tal o cual acción en la bolsa de valores de New York o la escogencia del destino de un viaje de vacaciones. Sirve para todo y para todos aquellos que hemos tenido la fortuna de estudiarlo con cientificidad.

            El método y la disciplina disminuyen tus miedos. Otros por el contrario no “queman su ideal”: (fenómeno psicológico en el que no ahondaremos hoy) y prefieren estar agazapados, escondidos y cubiertos detrás de la seguridad de su silencio, de su anomia, de la oscuridad del anonimato, en fin, detrás de la seguridad de su miedo y del recuerdo de su pasado.

            Al salir de la Marina de Guerra, un día como hoy hace quince años, me dispuse a tener una vida con propósito definido. Había estudiado todos los manuales de planeamiento, se supone que era un experto táctico y estratégico, ya tenía un par de postgrados y otro par de diplomados y no lograba conseguir ese propósito, es difícil después de tantos años enclaustrado en el sistema, salir a la calle y gritar a los cuatro vientos la pregunta: ¿puedo competir contra Ustedes?, porque seguramente les ganaré, soy experto en planificación y en guerra y las risas del mundo civil nos ensordecerán, de manera que debemos enfrentar al monstruo en que nos convertimos pensando que esa pecera que es la Armada y que es lo poco que conocemos, no es el océano.

            Yo viví en repetidas oportunidades aquí en los Estados Unidos, siempre pagado por la Marina, venía en comisiones de servicio y me creía Superman, hasta que el exilio me trajo a estas playas y empecé a entender cómo se produce un solo dólar con tu trabajo, luego cien dólares, mil dólares, ¿cinco mil dólares? ¿Qué importa la cifra, cuando lo que importa es si estas adaptado?

            Me asomé a la popa de mi vida, viendo la estela y estoy en estado de gratitud, porque tengo una vida que he hecho apasionada y productiva, una vida programada para el éxito y la riqueza en todo orden, donde averigüé el sitio del chip equivocado y obsoleto y lo cambié sin sentir dolor, trabajando sin cesar en el personaje Numero uno de mi vida, de acuerdo al autor Robert Ringer. Conseguí el conocimiento en los miles de libros que he leído y ahora soy la amalgama, la mezcla informe y heterogénea, en que me he convertido. He perdido a mi Padre estando aquí y me reconforta su recuerdo y su formación, he perdido mi carrera y todas mis propiedades, mi matrimonio y algunos afectos, pero decidí salir de esa caja fuerte que siempre da la seguridad de los miedos y lanzarme a la mar, a nado, a buscar aventuras o a conseguir la muerte.