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Friday, July 28, 2017

Y QUE CONSTE EN EL ACTA


Y QUE CONSTE EN EL ACTA

            Esto debe constar en alguna de las actas, porque sería poco serio, imposible, risible, impensable que en las actas no conste como un hecho.

            ¿No la consigues? Pues debemos preguntarle a alguien.

            El interlocutor que a la vez pertenecía al PSUV sugirió: ¡preguntémosle a Luis Tascón! Es una buena idea, él siempre sabe de esas cosas, de los documentos, se conoce la vida y milagros de casi treinta millones y tiene una excelente base de datos donde seguramente estará asentado lo que debería constar en el acta.

            El escucha, miembro activo de los colectivos, arguyó: me comenta el camarada al oído que él cree que Tascón falleció. ¿Estás seguro camarada? Y el infeliz con un gesto afirmó.

            ¿Entonces porque no sugiere a alguien que sepa?

            Nosotros en los colectivos tenemos a alguien que si no sabe lo inventa y si no puede, toma por la fuerza la oficina que tenga la información. ¿Y quién es esa persona? Pregunta el del PSUV, pues mi comandante Lina Ron. Ven acá, dice el mismo, yo escuché que la comandante Ron también había muerto y aunque usted no lo crea murió de un infarto al corazón. ¿Y porque dice aunque no lo crea?, ¡pues porque nadie piensa que ella tenga corazón!      

            En tono taciturno el colectivo susurró: “no lo sabía”, pero tengo otra idea: el que si lo debe saber es un abogado de esos leguleyos, letrados, bien hablados, yo conozco a uno. ¿Quién, pregunta el del PSUV?, pues Escarrá. Carajo camarada, al abogado lo consiguieron muerto en extrañas circunstancias en un hotel, el que queda por allí es el hermano y tiene problemas de salud y diarrea desde que le insinuaron que le quitarán sus bienes en Estados Unidos, de manera que con ese no contamos.

            ¿Entonces qué hacemos, el Comandante galáctico estaría cumpliendo anos hoy y nadie sabe cuándo murió? No consta en ningún acta su fallecimiento.

            ¡Ya se!, afirma el del PSUV, preguntémosle a un militar y el colectivo le dice: ¡yo conozco al General Müller Rojas!, es amigo mío.

            Camarada, malas noticias, no debe ser muy amigo suyo, porque también falleció y Usted no lo sabe.

            OK, vamos a la contraloría, yo conozco al Contralor General de la República Clodosvaldo Russian, cuando me estaban tratando la reuma en Cuba y a él una enfermedad secreta, buena persona ese viejito.

            Podríamos seguir divirtiéndonos en la búsqueda de lo que debe constar en el acta y ¡todos están muertos!, porque el odio, el resentimiento y la envidia son el combustible, el comburente y el carburante de la revolución, todas energías bajas que se comen a sus autores.

            Por los momentos Chávez cumpliría anos de nacido y nadie puede dar con el paradero de su acta de defunción ni la del nacimiento de Maduro.

            Esta última sentencia, si, la de arriba, el párrafo anterior, por favor Señor Secretario General, que conste en acta y sírvase enviarla para publicación y conocimiento de toda la ciudadanía.

A DONDE DEBE IR MI VISTA???


Wednesday, July 26, 2017

CATÁLOGO DE LA BAJEZA


            CATÁLOGO DE LA BAJEZA

            Yo sería capaz de morir por ti y ella contesta: ¡pues yo no!

            Cuando nos casemos te haré la mujer más feliz del mundo, le dice él, te daré todo lo que tengo, viajaremos, compraremos lo que desees, te complaceré en todo lo que pidas y ella contesta: ¿Quién te dijo que yo me quiero casar contigo?

            Hay paradojas en la vida que conforman un catálogo de bajezas y esto va con los militares venezolanos, porque no creo que se pueda caer más bajo, no solo en materia de aceptación del conglomerado al que se deben, sino en los propios criterios que son aún peores, vergonzosos, terriblemente hirientes de la autoestima y se los explico mejor: ¿saben ustedes, militares venezolanos, cuando se les ve mellada la autoestima? Pues cuando sienten que algo no huele bien por su acción personal o profesional, cuando algo les deja tristes, cuando no están conformes y contestes con sus valores, con las creencias, con los principios porque les tengo malas noticias: antes de ser militares ustedes son ciudadanos.

            Podrán simular, reír, contar lo que han hecho en el cuartel, los abusos y callar las mentadas de madre, las piedras que le han herido no solo la piel sino el honor, el desprecio de la gran mayoría y se los cuento porque yo estuve en esas filas y dije que NO muchas veces. Les recomiendo tan solo que lean en este mismo blog el artículo titulado “La ridiculez militar” a manera de no llover sobre mojado.

            Se debe tener un mínimo de dignidad para decirle a la dama que no desea su amor, ¡ya basta!, no pienso arrastrarme por el suelo por un sí, ficticio. Se debe tener un mínimo de dignidad (y cuando digo mínimo no exigimos mucho) para entender que son ustedes los llamados a dar la cara a sus mujeres e hijos arrastrados por ustedes y su lenidad a mendigar, mientras sus jefes son capaces de decir que son prósperos porque han hecho dinero usándolos, pero no se preocupen, esta balanza está cambiando y me temo que dejarán de ser el fiel y pasarán a estar en el lado de abajo.

            Las Fuerzas Armadas, acompañadas por sus indeseables colegas del SEBIN y la Policía Nacional, completan sobradamente todo el espectro del catálogo de la bajeza humana donde los personajes de Víctor Hugo y Honorato de Balzac serían niños de pecho.

            ¡Yo voy a luchar por tu amor! Y resulta que el amor no tiene adversarios y cuando hago esta frase hecha y escuchada en novelas mejicanas sufridas y llenas de dolor, me acuerdo de Maduro, que ya no sabe que ofrecerles para tener su amor, el amor de las Fuerzas Armadas que insospechadamente aun le tiene en el poder junto con los otros cuarenta ladrones, pero nosotros los ciudadanos nos hemos dado cuenta que sus precios son bajos. Un par de rollos de papel higiénico, una bolsa de harina precocida y un par de pasta de dientes creo más que suficientes para que sus criterios cambien de bando.

            Nunca había pensado que la bajeza posee su propio catálogo.

           

Tuesday, July 25, 2017

UN DESNIVEL INICIAL


UN DESNIVEL INICIAL

            El superintendente del club, un americano originario de los pantanos mississipianos, llenos de caimanes, larvas de todas clases y zancudos ponzoñosos, medía como dos metros, afable, simpático y gran relacionista público, me invitó a un round de golf en aquel antiguo campo en las tierras de Luisiana.

            El calor era infernal en ese verano pegostoso y recuerdo en el hoyo tres un inmenso árbol en el medio del fairway y no pude menos que preguntarle porque eso rompía todas las reglas: “ya sé que el árbol, el centenario árbol, rompe las regulaciones, pero es que él estaba allí antes de construir este campo de golf que ya ha cumplido cien años y no lo vamos a quitar”
 
            Mientras conversábamos, estaban frente a nosotros a unas doscientas yardas, cuatro hombres, esperando su segundo tiro y de repente con tranquilidad pasmosa, el gigantón tomó su radio y pidió una ambulancia. Todos gritaban pidiendo auxilio, nosotros corrimos hacia allá mientras él me decía, “espero que no haya otro muerto, la semana pasada murió uno por exceso de calor” y ya era muy tarde.

            Mario Benedetti, llegó a escribir que entre su padre y su madre había un desnivel inicial en materia intelectual. Uno, químico de profesión y lector asiduo y la otra ama de casa y sin siquiera primaria y él creía que eso hacia una diferencia, no obstante vivieron casados hasta donde yo sé.

            La vida posee desniveles, imperceptibles, casi llanos, de pendientes angulares mínimas, en el tablero de damas chinas donde puedes mover las fichas, hasta que algo o alguien le dan una patada y todas caen al suelo. Con frecuencia hago el ejercicio de ver mi propia vida en retrospectiva, me veo fuera de mí, viéndome sentado en mi mesa de trabajo, o hablando en la televisión, jugando al golf en New Orleans, Washington o Miami o nadando en el océano como si tuviese una visión desde un dron, cosas todas que me han pasado y que con frecuencia tenderé a repetir, pero al verme en retrospectiva corrijo los entuertos de aquella jugada de la vida sobre el tablero y me explico mejor: no me refiero a la jugada del golf, sino a la piedad con la que pude atender a aquel pobre hombre que murió por “hot stress” en el campo cuando me arrodillé junto a él, he debido tomar su mano, secar su sudor, hacer una oración, sonreírle mientras aun podía verme y no lo hice, estaba congelado, aturdido, impresionado como si a mí mismo no me pudiese pasar.
 

            En el tablero de la vida, con frecuencia los desniveles no se notan, cuando se actúa con amor, como a los padres de Benedetti, el gran poeta, el ensayista por antonomasia, el dramaturgo, el exiliado, el novelista amable y de buen humor que habiendo percibido entre dos de sus más grandes afectos ese “desnivel inicial”, los amó sin condición y con la piedad correcta, porque somos encantadoramente imperfectos, desiguales, inconformes, pero al final todos somos las fichas del gran tablero de “damas chinas”.

           

Monday, July 24, 2017

INFELICES MERCADERES


INFELICES MERCADERES

            Y mi compadre me preguntó: ¿y tú conoces a este infeliz mercader?, ¿al Vicealmirante Belisario, de acuerdo a lo que me mandan por el WhatsApp? Y continuó: “estaba haciendo un mercadito en Aruba”

            Tanto a Ángel (el de la foto), como a su hermano Gustavo, a su muy digna y elegante Madre que los iba a visitar a la Escuela Naval, los conozco desde Julio de 1979, ¡imagínate compadre!

            Estamos frente al mismo problema que los cubanos del exilio me han contado hasta la saciedad. Gritan ¡hasta la victoria siempre! Cuando quieren decir: ¡HASTA LA VICTORIA SECRET!, con Chávez estamos dispuestos a pasar hambre y salvar la revolución…. ¿realmente lo creen?, ¿creen que sus más conspicuos representantes como es el caso de Ángel Belisario, ex Ministro de pesca, crea que van por buen camino cuando se va a otro país a hacer mercado?
            Déjenme explicar este ángulo para defender a mi amigo Ángel Belisario Martínez, creo que el tiempo y la antigua amistad merecen que yo le defienda, entienda, ayude: en mi caso personal, si yo no consigo la pasta de cangrejo que deseo para tomarme el whisky de malta que me regalaron, pues me voy a aquel automercado francés de exquisiteces, porque me gusta, porque trabajo para darme algunos gustos pero sobre las anteriores, porque ayudo en la medida de las posibilidades a que las personas sean más prósperas. Me parece lícito que Ángel vaya a otro país a hacer un mercadito porque el gobierno tiene hambreado a toda la ciudadanía, ¡eso es legal!, ¿verdad?

            El problema de mi amigo, es que siendo el uno de los Ministros de Maduro, que tiene que ver precisamente con la alimentación, que ha repartido las bolsas infames de comida CLAP, que suponemos hasta ese momento que cree en lo que está haciendo por el bien de lo que suponemos que cree que va bien, vaya a Aruba, a escasas dieciocho millas náuticas de distancia a darle la espalda a la realidad del país que indefectiblemente ha ayudado a construir o tal vez a destruir.

            ¡Creo que es un infeliz mercader!, pero no todo es malo, porque él es uno de los pocos infelices mercaderes del gobiernucho que aún puede salir del país sin ser detenido, de manera que creo que debería aprovechar y comprar muchos enlatados y provisiones no perecederas antes de que ya no pueda hacerlo mas.

            No es un problema de ir a Aruba, por favor, es un problema de destrucción más que del aparato económico, de la moral, del futuro, de la esperanza en uso de la muy mal afamada frase “!sálvense quien pueda!”

            Me gustaría que me leyeran los muy fanáticos y pocos chavistas que aún quedan, porque deberían preguntarse cuando le entregan la bolsa CLAP, ¿Qué hacen negociando su hambre con estos infelices mercaderes?

 

Friday, July 21, 2017

EN PRESENCIA DE LO INDESEADO


EN PRESENCIA DE LO INDESEADO

            “No, la vida no está detenida. Realmente está en movimiento constante pero lo que ocurre profesor, es que camino y camino pero sobre la estera de la máquina de hacer mis ejercicios. No avanzo o por lo menos eso es lo que siento.”

            Pareciera una sentencia común esta anterior, casi todos hemos sentido y vivido la misma sensación y ¿saben porque?, paso a explicárselos mejor: te hacen creer que al tener más eres más, ya he escrito al respecto. Tú deseas también, que el poseer muchas cosas, te hace una persona admirada y allí llegamos a dónde vamos. Solo pregúntate: ¿admirada por quien o quienes? ¿Es realmente digno de admirar una persona de fortuna desconocida y con suficientes probabilidades de que sea mal habida?, no crean, yo también tuve veinte años, yo también fui seducido por el ego, porque ellos no admiran al dueño de la casa o del Ferrari, ellos admiran a su ego, a su capacidad de lo que suponen éxito y aclaro que yo tengo una cariñosa y amadísima relación con el dinero, creo que es excepcionalmente bueno para la calidad de vida meditativa que ahora mismo deseo y que logramos los que nos deslastramos de la tontería.

            ¿Tienes dudas de si vas bien?, solo contéstate estas muy elementales preguntas y lo sabrás, pero antes debo advertirte que en el Siglo XIII a San Francisco de Asís lo ridiculizaban por lo que paso a escribirles y que fue compilado por el Santo en lo que desde mi juicio es una de las oraciones más lindas y que cautiva mi intención en la vida.
 

            ¿Me cambiarias tu salud por el Ferrari?, ¿Cuánto me cuesta que me vendas tus afectos? ¿Me venderías la mitad de tu capacidad pulmonar? O tal vez, ¿por un millón de cualquier moneda me permitirías tener sexo con tu esposa? Pudiese seguir, pero me temo que no tiene sentido, ya sabes por donde voy.

            Para avanzar en tu vida, bájate de la caminadora, levanta tu cara al mundo, usa tus talentos, lo que más te enriquece en tu espíritu y deja que el tiempo haga milagros. Evidentemente debes enfrentar tu realidad porque si tu estatura es de un metro sesenta centímetros no podrás ser el basquetbolista que suenas, pero tal vez puedes ser el entrenador de los mejores.

            Toma acción después de saber lo que deseas y si aún no lo sabes (lo que deseas), detente, espera y abre tu mente cual paracaídas que al hacerlo, frente a una actitud meditativa e inteligente, sola se te presentará, si y solo si, ella, la oportunidad sospecha que la recibirás con la sonrisa correcta.

            Las fijaciones humanas hacia lo negativo producto del miedo, mandan el mensaje equivocado, por ello, no temas, por ello, confía y recuerda a San Francisco: “Donde haya duda, ponga yo la fe”

            Conéctate con el perdón y te conectarás a la fuente de la prosperidad, del avance y de los olores sublimes, de las miradas agradecidas y de la música correcta para tu psiquis.

Tuesday, July 18, 2017

EL SUSURRO DE LOS FANTASMAS


 
            Si, te lo dicen bajito, lo sientes cerca del oído. A veces es inaudible pero puedes sentir lo que tal vez sea su aliento. Los comunistas son los más capaces en escuchar los susurros de los fantasmas, aunque con frecuencia se hagan los sordos.

            En el estudio, allá en Méjico, había silencio. El escritor estudiaba el manuscrito del fastidioso aprendiz, que había simulado que su opinión era algo importante. Él en su escritorio sentado y el otro de pie a su lado. Pasadas algunas páginas el supuesto aprendiz sacó debajo de su chaqueta lo que bien podría ser una especie de pico de escalar en hielo y lo clavó en el cráneo del odiado escritor, al menos dos veces y Trotsky cayó mientras el muy cobarde huía, fue Ramón Mercader de quien les invito investiguen o mejor aún disfruten de una historia bien hilada y contada de la pluma de Leonardo Padura en su obra “El hombre que amaba a los perros”.

            Ya he escrito que nos hemos visto (Padura y yo) un par de veces, pero en la segunda oportunidad le pregunté: ¿es cierto lo de la relación sexual entre Trotsky y Frida Kahlo? y me contestó: absolutamente, yo tengo copias de las cartas originales.

            No es Lenin, ni Mao, ni tampoco Stalin ni el Che Guevara ni más recientemente Fidel Castro los fantasmas que susurran a los oídos, no y terminantemente no son ellos.

            La revolución bolchevique asesinó a más de setenta millones de personas, por decir lo menos y recuerdo al insigne locutor Armando Pérez Roura, la primera vez que me entrevistó en Radio Mambí 710 AM, que comenzó su programa diciendo los nombres de las personas que habían sido fusilados por la revolución cubana ese día y nombró a más de una docena de mártires.

            Ya los venezolanos tenemos a los nuestros, a nuestros muertos, a nuestros mártires y lamento que esto pareciera un requisito revolucionario, ¡el tener muertos!

                        

                         Esas personas muertas violentamente, muertas por haber cometido el delito de querer libertad, esas que se enfrentaron al monstruo que mató al mismísimo Trotsky, son los fantasmas que ahora mismo susurran al oído de Nicolás Maduro, son esos que le asustan, le incomodan, le importunan, porque no le dejan dormir bien, no se lo permiten.

                         Las revoluciones son tan absurdas, tan fuera de lugar, tan fanáticas, que terminan matando a sus más conspicuos adeptos y líderes o ¿es que acaso no han escuchado que Hugo Chávez vino muerto de la Habana?

                         Todo comunista tiene un pensamiento delincuencial, larvario y violador de la ley, por lo que ellos llaman su causa. Una causa sin alma, sin religión, sin creencia, excepto en la lenidad y en el reclamo de derechos que asumen se han ganado para holgazanear.

                         Los entiendo, el capitalismo no les gusta porque tienen que trabajar muy duro y de manera individual o el sistema los rechaza, los aborrece y excluye, mientras que en el comunismo todos están dentro de la olla de presión donde les cocinan la dignidad.

                         Presten atención que los fantasmas les están susurrando al oído.

www.juradogrupoeditorial.com




 

Sunday, July 16, 2017

ENTRE LA MENOPAUSIA Y EL MEDICARE


ENTRE LA MENOPAUSIA Y EL MEDICARE

            Sí, es un buen sitio ese. Es la edad encantadora entre la madurez y la experiencia. Ya no hay tonterías, ya no hay arrogancias ni falencias del ego, porque ¡ya casi no hay tiempo!

            El que busque el punto G, por debajo de la cintura, pierde indefectiblemente su tiempo, porque allí no está.

            El que quiera sexo candente, lujurioso, escandaloso también lo pierde, porque esa es solo una pequeña parte de lo que paso a explicar.

            Las discotecas y sitios con mucho ruido siempre los consideré mis enemigos por cuanto al no ser un individuo con atributos que algunas damas pudiesen determinar cómo atractivos, pues, lo único que me quedaba era hablar y eso, creo que si lo hago con cierto éxito. Una gran ventaja competitiva esa de poder tener ciertos contenidos subyugantes, porque ellas son complicadas y los príncipes azules somos de varios tonos y paso a explicarlo mejor: el lenguaje óntico mas no el del devenir las sublima, las transporta, las narcotiza, porque ellas son más inteligentes que nosotros los hombres y como se ha atrevido a decir un procaz amigo: “yo no la quiero inteligente sino que este bien buena” y yo me retiro, porque es muy triste salir con una tonta sin nivel de conversación, sin capacidad de humor que al final del día se traduce precisamente en inteligencia que a la vez es la capacidad de resolver el tamaño problema en que a veces se transforma la vida.

            Ahora mismo manoseo un libro del escritor judío y por judío también brillante Aby Palatnik, sobre la tercera edad, vamos a editarlo próximamente y posee un capítulo que lo he bebido con el apuro del último whisky, titulado “El sexo a los sesenta”, ¡que bella edad será esa! Porque tiene sus encantos solo dados a la visión selectiva de las personas que somos felices. ¿Saben qué? Cada edad posee un ángulo de encanto con respecto a la anterior.

            Las damas que ahora están entre la menopausia y el medicare, esas si saben de la vida y del vivir. Esas si saben del reír y por supuesto del llorar y escogen la primera opción o perecen en solitario. Las damas entre la menopausia y el medicare viven lo mejor de sus experiencias y jamás dejan para mañana el trago que pueden tomarse hoy, pero como nada es perfecto, no están buscando al que mejores abdominales tenga, ni el que posea el mejor tono muscular, el cabello más frondoso o el que vista a la moda, ¡eso ya paso!

            Buscan al que les consiga el punto G, que queda muy cercano al oído, a la imaginación, a lo sensorial sin tacto, a los olores evocantes de un pasado que huele a un mejor y cercano futuro poético y sublime que las haga sentir jóvenes y atractivas, porque ellas saben que ya lo son, pero quieren que se los digamos.

            Yo no sé porque escribo todo esto, solo puedo decir, de acuerdo a mi experiencia (que no es poca cosa) que no hay mayor encanto ni mayor caricia a la inteligencia que una dama exactamente entre la menopausia y el medicare.

Friday, July 14, 2017

EL COSTO DE LA IGNORANCIA


EL COSTO DE LA IGNORANCIA

            ¿Y Usted porque ensena en la Universidad?, me preguntó la inquisitiva y atractiva estudiante.

            Yo no enseno nada, le dije. Yo lo que intento es inspirar, porque tu carrera no termina cuando te entregamos el diploma, al contrario, es allí donde comienza. El hecho de que hayas aprobado algunas pruebas, que hayas afianzado algunas habilidades matemáticas, intelectuales o prácticas, no te hace una profesional. Todo será a partir del momento de la graduación culpa tuya. Me explico mejor: en el campo laboral debes seguir estudiando y preparándote, pero solo si realmente estas inspirada. Aquí en la universidad lo que te ensenamos es a saber dónde buscar la información, a interpretarla y a conseguir su aplicabilidad.

            Uno de mis primeros trabajos fue hacer el cálculo del factor de potencia eléctrica de un local de un buque y al ser inexperto tardé unas seis largas horas en lograr una ecuación de primer grado, por cuanto tomaba los amperajes de cada bombillo, de cada toma, de cada equipo, sin entender que ese es un cálculo que al final me tomaba unos seis cortos minutos, cuando permití flexibilidad práctica en mi pensamiento. De eso se trata, de la flexibilidad basada en el conocimiento.

            Al hacernos viejos, los dientes siempre se caerán primero que la lengua, porque estos no son flexibles y posees el libre albedrío de comprobarlo más pronto que tarde con tus amigos mayores, pero en materia educativa requieres entender que siempre serás una estudiante si deseas ser descollante o por el contrario podrás montar un negocio de bisuterías y guindar tu diploma en la pared. Si no te gusta el rigor académico tienes la opción de intentar con la ignorancia a ver cómo te va, pero seguramente tu vida carecerá de algunos sentidos, en plural y podrás hacer dinero si  haces buenos negocios. ¡El narcotráfico es uno de ellos!, pero no creo que sea uno fácil, creo que es el dinero más difícil de lograr cuando debes eliminar a todo aquel que te haga sombra, también debes eliminar a tus competidores y debes vivir una vida muy pendiente del hilo de la suerte, serás seguramente perseguida y nadie perseguido es feliz, pero por favor, ¡inténtalo! Y luego me cuentas.

            El estudiar trae tantas ventajas espirituales que también se transforman en económicas y luego ellas mismas marcan indefectiblemente tu prestigio, el estudio te da un punto de vista diferente y un ángulo estupendo.

¿Profesor, y las artes?

Ah,  eso es otra cosa. El saber casar las ciencias con las artes, allí está la sabiduría. Quien alguna vez no ha abordado el conocimiento y el ejercicio de las artes, solamente escucha por un solo oído, pero malas noticias, porque a veces creo que las artes son más severas que la ciencia, son igual o más profundas, por supuesto sutiles pero a la vez rudas, pero tranquila, no te preocupes, insisto, si a Usted le parece esto mucho trabajo, me refiero al conocimiento, por favor intente con la ignorancia y seguramente en el Tercer Mundo podrá ser Presidente.

 

 

Sunday, July 9, 2017

Y LO VOLVÍ A HACER


Y LO VOLVÍ A HACER

            Con mi taza de café en mano, me asomé en mi balcón que da hacia el oeste y que me permite adivinar como  estará saliendo el sol, solo adivinar; y allí me entra esa irrefrenable pulsión de ir al mar.

            Apuro el café antes de que el milagro se acabe y salgo corriendo descalzo, semi vestido o casi desnudo y al tocar la arena todo cambia.

            Camino unos treinta y cinco minutos agradeciendo y luego, lo vuelvo a hacer, la mar me llama y me lanzo hacia lo profundo, siempre viendo al sol, siempre conectado ¿con la fuente?

            Sí, creo que es una fuente energizante, inspiradora, ¡un milagro! Solo dado a las personas que queremos entender que somos seres espirituales y nado y nado hacia más allá de la prudencia.

            Algo me detiene y vuelvo a ver el sol para preguntarme: ¿Qué carajo hago aquí?, ¿no es más cómodo estar en mi cama?, ¿Por qué no puedo holgazanear como lo haría cualquier persona amaneciendo en domingo?

            Estaba lejos, muy lejos de la orilla en las cristalinas aguas oceánicas del Este de Miami, siempre en el mismo sitio que me subyuga, allí, en el Distrito histórico en la calle 1. Aseguro que es una bendición vivir aquí y como lo dijera mi colega Martín en aquella cena en casa: “todos aquellos tontos socialistas del gobiernucho de Chávez que intentaron sin éxito arruinarte, quisieran vivir la vida que ahora llevas” y creo con suma humildad que tiene razón, porque seguramente no quieren vivir mi vida sino una parecida, porque para vivir la mía se debe tener algunas características que no se pueden descubrir ni conseguir en bajas energías como el odio, la envidia o el resentimiento que son el combustible de las revoluciones, por el contrario, el solaz, el silencio, la lectura y las risas, el amor, el desprendimiento y la sencillez son mi combustible que ha desarmado lo oscuro y siempre da luz.

            Lo volví a hacer. Cosas hay que me obligan a estar alerta como la mar, el olor a incienso de la Iglesia de San Judas en la calle 15 de Brickell, las viejas bibliotecas públicas y las bellas damas.

            No sé qué me lleva a nadar al filo de la imprudencia, es una suerte de prueba a la que tal vez mi ego, mi enemigo número uno, me quiere decir que no soy tan joven, fuerte y capaz como antes, pero no me importa, no lo hago por él sino por mí. Nadar en el océano es una terapia de sanación y de encuentro entre el inmenso poder de la naturaleza de Dios y este mortal minúsculo. ¡Alto!, ese es el motivo, el querer sentirme minúsculo ante la grandeza, ¡lo he conseguido! Y ahora que lo entiendo, contra la crítica de mi asustada mujer, ¡lo volveré a hacer!

Saturday, July 1, 2017

AMANECER EN SOUTH BEACH


AMANECER EN SOUTH BEACH

            ¿Ya vas a auto flagelarte otra vez?, ¡todavía no ha amanecido!, ¿A dónde vas?, ¿Qué te hace levantarte a esta hora infame un sábado?

            Mi habitación estaba helada y ambos sumergidos dentro el grueso edredón de plumas, pero como siempre pasa, algo me hace eyectarme de mi aposento, porque ya tendré la muerte para descansar.

            Voy a ver el amanecer a South Beach y a caminar un largo rato por la playa, le dije a ella, con amabilidad.

            Llegué y me quité mis zapatos de navegación, no quería que nada interrumpiera el contacto con el planeta, saqué mi armamento, mi viejo rosario de plástico que me ha acompañado creo en las últimas dos mil millas caminadas y estaba encapotado el tiempo y el sol tapado entre las nubes.

            Pensaba que sería el único en la playa, por lo menos en ese sitio del Distrito histórico del Art Deco, pero no, antes que yo habían llegado unas cuarenta personas que hacían Thai Chi, más allá un par de rubias haciendo una sesión fotográfica que incluía ardientes besos en la boca y yo me preguntaba, rosario en mano ¿Cómo hago para participar en la fiesta?, son esas cosas de la a veces frágil fe y seguí caminando, para sentir la lujuriosa mirada de una venerable señora que no podía tener menos de ochenta años, sentada en una silla multicolor con las tetas al aire y le tiré un beso y me dio una sonrisa.

            Siempre comienzo mis oraciones con la mágica gratitud. Agradezco la familia, la salud, la prosperidad, los afectos, el aire que respiro y también me di cuenta que el sol estaba saliendo y tapado por las nubes y agregué: aunque el sol está tapado y no puedo verle en todo su esplendor, lo siento en mi piel y sé que está allí como tú, mi Dios y me tuve que detener, detuve mi caminar por la impresión, no por las tetas de la señora sino porque las nubes se apartaron de una manera que jamás había visto y el sol asomó toda su fuerza calórica, esplendorosa, amable y para mí, ¡impresionante!.

            En el minuto cuarenta y cinco de mi larga caminata decidí entrar a las cristalinas aguas que observaban buenas olas, donde algunos peludos surfistas aprovechaban sin receso y me vi tentado a nadar hacia el océano pero la experiencia descrita en el artículo de ayer, más mi avanzada edad que no siempre implica madurez, me gritaron que no lo hiciera por la resaca.

            El amanecer en South Beach es un privilegio. Uno va por paz y consigue a una pareja en sus mejores galas, amanecidos y susurrándose lujurias, uno va por sosiego y están ellas besándose y atribulando las bajas pasiones, pero todos sin excepción estaban de cara al sol, a ese sol que pienso que salió para mí, mientras rezaba el salterio angélico.

            No es una auto flagelación levantarse tan temprano para ver el mayor de los espectáculos y el más grande milagro de Dios, el cual es un día después del otro.