LA CORTESÍA DE LOS REYES
Y
recibo a las 11:45 AM una llamada del ayudante del comandante de la Escuadra, anunciándome una reunión con todos
los comandantes a la 1 PM. Como es de esperar le pregunté de que se trataba tan
apresurada convocatoria y simplemente el incómodo muchacho me contestó que no sabía,
que se lo habían ordenado.
Allí
estaba, por supuesto dejé todo mi trabajo a terminar y asistí puntual. A mi
llegada, diez minutos antes de la hora ordenada, me senté en la primera fila,
por cuanto era el comandante mas antiguo presente a flote, a mi lado mi comandante
de escuadrón, los jefes de división y departamento.
Se
hizo la una, una y diez y a la una y quince minutos, me levanté y dije lo
siguiente ante la mirada atónita de mis colegas: ‘estimados comandantes ha sido
un placer verlos, pero me veo en la obligación de darle fiel cumplimiento a mi
manera de ver la vida, el respeto por los demás y la buena educación, les ruego
le informen al Señor Almirante que estuve aquí puntualmente, pero yo por un
macho solo espero quince minutos, de manera que estaré haciendo mi verdadero
trabajo que está en mi bordo, su tiempo no es más importante que el mío’
Para
mi la puntualidad es algo serio, porque de ella derivan muchas cosas, todas
positivas.
Cuando
fui profesor del diplomado de protocolo se lo inculqué a mis alumnos. Para su graduación
hice una cena formal en mi casa. El evento sería de 7 PM a 9 PM. Faltando dos
minutos para la cita, ya estaba vestido formalmente para esperarlos, abrí la
puerta y estaban todos esos muchachos disciplinados y respetuosos, como es
propio de gente educada.
Mi amigo
JA, ha tenido la gentileza de invitarme a una suerte de bodegón que tiene un área
social para beber vinos. Debo confesar, que, por tener mucho trabajo, gracias a
Dios, me disculpé, pero era la verdad, no podía asistir, pero ayer viernes me
vuelve a invitar y me dije: ¿Qué más da?, un par de horas no hará la
diferencia, además hoy es viernes y acepté gustoso. Metí la dirección en el
GPS, calculé la cantidad de millas, el tráfico infernal, me haría tomar 47
minutos hasta el sitio, de manera que salí una hora antes, mi esposa lista, mi
carro listo y yo también y llegamos faltando siete minutos para las 7 PM y mi
amigo, quien vive a unas quinientas yardas del sitio, no estaba allí y lo esperé
quince minutos pasadas las siete y me retiré.
Hugo Chávez
llegaba tarde a todos los sitios, porque como sabemos él fue un abusador, un
mal educado y tercermundista idiota, yo por el contrario asumo que la
puntualidad es la cortesía de los reyes y es la manera como hago ver a mis
contertulios la importancia que le doy a nuestra reunión.
Cuando
el venezolano sea puntual, honrado y orgulloso, considerado con sus semejantes
y exacto cumpliendo sus compromisos, habremos dado el paso del hombre en la
luna. Mientras tanto seguirá siendo un país de pendejos improvisados.
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