CANASTA
BÁSICA DE LA VIDA
Llegaron
mis dos amigos periodistas a entrevistarme, fue muy grata la conversación,
sobre todo porque ellos son inteligentes y saben que a esta edad no aceptaría una
estructurada, de manera que me dejaron hablar y tan solo me pidieron el tema en
el que estaban interesados.
La
ciudad de Miami, amable, cosmopolita, inmensa, más que inmensa gigante y tan
bonita, realmente tiene dos caras, pero yo siempre hablo de la que más me gusta.
Les
dije que el año pasado recibimos a noventa millones de turistas y esas son
muchas camas, muchos taxis, mucho dinero insertado en el sistema bancario,
muchas ventas, porque quiero recordar que hay países grandes que no tienen
entre su población a esa cantidad de personas.
De
esos noventa millones, cuatro punto cinco millones tomaron cruceros desde el
puerto número uno del mundo, que queda aquí y volvieron a llegar a seguir
dejando su dinero que se refleja en las calles, en la infraestructura, en el
mantenimiento y se dieron cuenta que yo soy de Miami o si queremos ser
arrogantes tal vez ¡Miami es mía!
Álvaro
no pudo aguantarse, porque bien conoce de los venezolanos de este nuevo exilio
que lo que hacen es quejarse del subalterno trabajo que hacen, pero yo no y me
preguntó directamente: ¿a qué se debe tu éxito y tu nivel de adaptación en esta
ciudad que todos dicen que es difícil? Y lo del éxito es tan relativo como el
cabello y se los expliqué: ¿te has dado cuenta que tengo poco cabello? Y contestó
afirmativamente con timidez, pero si consiguiéramos un solo cabello en tu sopa,
serian muchos cabellos, ¿no lo crees?
Yo
no tengo todo el dinero que quiero, tampoco manejo el Cadillac que quiero, debería
divertirme el en yate que quiero y por supuesto viajar sin trabajar es lo que
quiero, jugar al golf en horas de trabajo también lo quiero y podría seguir de
manera que esa sería una que delataría mi poco éxito, pero como Miami, hay otra
cara y también se las explico: tengo salud, aun juventud, amores me rodean,
tengo pasta de diente y un cepillo dental eléctrico y excéntrico, no fumo pero
si bebo y no voy a fiestas donde no quiero porque no cumplo con nadie, porque
no espero nada de nadie y esa es una fortuna y por supuesto cumplo con la
canasta básica.
No se hicieron esperar: ¿y cuál es
esa canasta básica de la vida?
Ejercicio, una ingesta sana y la más
importante la oración, lo demás como los chicharrones, las empanadas, la
barriga cervecera, la caída del cabello, la música estruendosa, los tontos que
siempre los hay, son anexos a esta vida y de paso son opcionales, puedes
prescindir de ellos, pero del ejercicio, de la oración y la buena alimentación jamás
puedes dejarlos a un lado, porque probablemente morirás pronto o peor aún,
vivirás sin calidad, de manera ahora amigo lector que están invitados a no
creer o por el contrario a hacer caso a la palabra de Benjamín Franklin: “El
cielo cura y el médico cobra los honorarios”
Interesante eso de la canasta básica de la vida. Excelente escrito. Saludos amigo mío.
ReplyDelete100% de acuerdo, el Cielo cura, no hay duda!
ReplyDeleteCierto!!
ReplyDeleteEl trabajo es subalterno cuando quien lo ejecuta lo hace sin amor, sin empatía. Lo que se vaya a hacer debe ser hecho de la mejor manera posible y en el interin, poner el sentimiento. De resto, mejor se deja y se busca otra cosa...Mis saludos, compadre!!!
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!
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