HUMANOS Y
DIVINOS
Sí,
es algo así como “Ángeles y Demonios“, la famosa novela del prolífico Dan Brown.
De
repente sentí esa incontrolable gana de llamar al Padre Israel Mago, quien era
mi párroco y amigo, para pedirle información sobre ese hasta ahora misterioso
retiro que había modificado la conducta del bandido de mi otro amigo.
Hice
la llamada correspondiente y decidí inscribir y pagar por mi hijo también,
quien no tenía ni una tibia idea de adonde íbamos.
Lo
primero que hizo mi hijo, fue negarse, fue huir despavorido de un ¿retiro? ¿Tú
te volviste loco Papá? ¡Yo sé que no estás bien, pero no sabía que era tan
grave!
Negocié,
algo sobrenatural me hacía sentir que estaba en el camino correcto: “por lo
menos asiste conmigo, si no te gusta, simplemente te vas”, él –mi hijo- volvió a
ripostar, ¡pero es que es un viernes!, es un fin de semana completo, muy fácil hijo:
ve conmigo, asiste a la bienvenida, a la cena y te vas.
La
convocatoria era en un centro comercial, allí debíamos ir con una maleta para
tres días, nos dejaron, subimos al segundo piso donde estaban los autobuses que
nos llevarían. Lo primero que pasó es que me conseguí a un amigo, quien al
verme me dijo: “cuando vi tu nombre en la lista decidí que yo voy a ser tu
servidor” y yo pensé ¿de whiskies?, me quitó la maleta de la mano, otro hombre
maduro hizo lo mismo con mi hijo, no supimos más de nuestro equipaje y todos
nos saludaban con cariño, con especial cariño y pensé, ¡así han debido de
sentirse los judíos cuando los llevaban al campo de concentración!, pero algo
me seguía empujando, algo comenzó a cambiar la actitud de rechazo de mi hijo,
le veía sonriente, todos eran amables, pero de esa amabilidad que sabemos
cierta, esa que viene del corazón.
Llegamos
a la inmensa casa y allí estaban otros hombres con la misma actitud y con una
mesa puesta para nosotros, comimos opíparamente, nos conocimos y ya mi hijo
estaba entregado, pasamos a un salón donde comenzó la música en vivo dirigida
por mi muy querido y admirado Carlos Puchi, ex bajista de la pecadora banda
venezolana Guaco. Comenzaron algunas cortas conferencias, no había un cura a
veinte kilómetros a la redonda y eso me pareció extraño. En el primer receso
busqué a Ricardo y le pregunte: ¿a qué hora te vas? Y no me contestó.
Nos
separaron. Ya llegada la media noche llegué a mi cama que estaba tendida, mi
ropa arreglada, todo previsto por mi amigo servidor.
El
retiro de Emaús, tiene cuarenta años de antigüedad en Miami y modificó como
experiencia de vida la percepción de mi hijo. Lloramos y reímos, escuchamos a
los laicos pecadores sus terribles experiencias de vida y su altruista manera
de haberla modificado y por allí han pasado personas de suma importancia en la
vida de la metrópolis donde vivo y allí conocí a mi confesor y también amigo el
Padre Oscar Pérez quien nunca dijo quién
era y que vestía como todos.
Más
de cuarenta caminantes del camino de Emaús que fuimos servidos por un ejército
de humanos, quienes nos mostraron el camino de la divinidad.
Tuve la suerte de reencontrarme con Jorge Bravo David a quien ingresó conmigo a la ENV y no se graduó. A él debo mi experiencia del Camino de Emaús en cuya ruta me reencontré con Jesús, quien iba para el mismo lugar a donde íbamos. Nos habló y al instante no lo reconocimos y luego sí. Se metió en mi alma y caminó conmigo.
ReplyDeleteHoy, me siento re potenciado y lleno de fe, esperanza y caridad, gracias a que caminè con él y me dejé acompañar.
Gracias por tu relato hermano caminante. Ahora,;a no apartarnos del camino.
Dios te bendiga!
Jorge Bravo Dávila es el nombre de mi amigo, hermano y compañero de la Bideau
ReplyDeleteQuè buen escrito acerca de una maravillosa experiencia. Este 10 de marzo me corresponde y lo harè gustposo, asistir a San Diego, Valencia ami porimera oportunidad de servir. Aquella vez de mi camino me llavaban Jorge Bravo Dàvila y Luis Vargas Lander.Ambos de mi promociòn Bideau de la ENV 1970 y èsta vez me cita el amigo Arbey , quien serà el coordinador de la Parroquia de San Diego, asistidos por el padre Benito, pàrroco de San Diego.
ReplyDeleteSaludos caminante!