EL MOTÍN
DEL CAINE
La
reunión iba a ser cuando menos aterradora, satánica, llena de miedo. Íbamos
como quien lo hace al cadalso, no por mí, por cuanto tenía pocas horas de haber
llegado a aquel buque, por los demás oficiales quienes parecían que se reunirían
con el mismo satanás.
Apareció él,
delgado, con un uniforme beige impecablemente planchado y zapatos pulidos y
comenzó con mucho respeto a desenmascarar a los chismosos. ¿Sabías que este
dijo esto de ti?, mientras que aquel dijo esto del otro y así lo observaba
desde la inmadurez y pensaba en el equilibrio psicológico del Segundo
Comandante, en el peso testicular de este hombre severo pero humano y de
repente la pregunta: ¿Alférez sabe Usted quien es el Teniente Keefer? ¿Vio
Usted la película el motín del Caine?, ¡era el chismoso!, me respondió, el que
en este buque de guerra sea uno, le recomiendo que se tire al agua y se ahogue.
Llegué
a aprenderme los diálogos de la película en ingles de tanto verla, llegué a
odiarla y (como suele suceder con los hijos y los padres), la volví a amar
cuando fui Comandante.
Original
de Herman Wouk el mismo autor brillante de “Vientos de Guerra” que ya había leído
para la época, “El motín del Caine” salió al aire en 1954 y su protagonista fue
Humphrey Bogart, quien caracterizaba al Capitán Queeg. Gabriel García Márquez
la referenció en el primer capítulo de su novela “Historia de un náufrago” (que
también la había leído), y fue nominada al Óscar de la academia como mejor película,
mejor guion, mejor actor, mejor reparto, mejor montaje, mejor música y mejor
sonido y costó dos millones de dólares americanos y luego el torturador
impecable fue mi Comandante por dos años más y estuve junto a él en cada maniobra,
en cada golpe de viento, en cada operación, en cada detonación de nuestros cañones,
en cada lanzamiento de misiles y me enseno con la paciencia de los sabios a
maniobrar y a usar el ancla como vector mágico y milagroso de éxito.
Debo
advertir que lo de torturador es una chanza amable, por cuanto estoy hablando
de uno de mis mejores y más admirados amigos quien bien delimitó siempre la
amistad al profesionalismo y de este solo quedan los recuerdos.
Julio
Chacón Hernández, con el tiempo llegó a ser el Comandante General de la Armada,
pero podría apostar a que si le preguntáramos ¿que recuerda con mayor calidez?, sin un ápice
de duda diría al igual que yo, que sus tiempos a bordo de la Fragata.
Hoy
está de cumpleaños y no creo que pueda regalarle algo mejor que mis letras, que
si bien es cierto nunca pagarán lo aprendido, probablemente ellas (mis letras)
sean producto de nuestras muy largas conversaciones de mar. Hoy, 19 de Enero,
tengo treinta y tres Eneros felicitándolo y él a mí honrándome con su hombría a
toda prueba, con su sapiencia de padre, con su equilibrio en el mando y
recuerdo cuando inyectó oxígeno a mi torrente sanguíneo con su pronta visita
cuando me vi obligado a salir al exilio, porque en eso es especialista, en
motivar, en ensenarnos a todos como enfrentar la realidad.
Feliz
cumpleaños mi dilecto amigo Comandante y ahora excepcional autor y como nadie
es perfecto, también torturé a mis oficiales con la película “El motín del
Caine"
Aunque la película es muy buena y refleja muy bien las personalidades del Comandante del buque y del chismoso teniente Keefer, hay que leer el libro. Todo oficial naval tiene que hacerlo para poder entender a cabalidad la personalidad del Capitán Queeg y hay que leerlo siendo joven, porque es muy probable que se encuentre a un Queeg en su carrera (yo lo tuve), y a más de un Keefer, o dos, o tres...
ReplyDeleteMe uno al afecto y admiración que sientes y con justificada razón por un excelente oficial naval . Que Dios le siga dando salud y que en esta nueva etapa de escritor que no es que estrena sino que reactiva nos siga dando satisfacciones y buena inspiración para sus colegas y amigos y para los oficiales de las nuevas generaciones. Salve Julio, compañero ilustre y distinguido de la Bideau. Eddy Barrios Orozco
ReplyDeleteVaya manera de rendir tributo a alguien,merecidísimo además,y es que donde esté Humphrey Bogart siempre habrá una buena historia.
ReplyDeleteRECORDADO GESTION COMANDANTE GENERAL, QUE INTENTO COLOCAR CADA PROFESIONAL EN SU ÁREA , RECORDANDO SIEMPRE QUE LOS NUEVOS PROFESIONALES DEBÍAN ESTAR EN LOS BARCOS Y EN LOS BATALLONES ADQUIRIENDO EXPERIENCIA, DECÍA EN LA COMANDANCIA NO DEBÍA HABER NUEVOS.
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