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Wednesday, July 24, 2024

SENTIMIENTOS DESCONOCIDOS

 

SENTIMIENTOS DESCONOCIDOS

 

 

Por: Carlos Romero Ortega

Escritor de jurado grupo editorial

 

 

En toda nuestra larga vida, nos toca descubrir sentimientos que no conocíamos o que aunque supiéramos que existían nunca los habíamos palmado en carne propia.

Desde el momento que nacemos, estamos expuestos a estas experiencias, buenas, malas o simple viceversa a conveniencia.

Queremos a nuestros padres, nuestros hermanos, nuestra primera(o) novia(o), nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo y nuestras esposas e hijos, pero estos son sentimientos que de alguna forma conocemos, sabemos que pronto tocarán nuestras almas.



Existen otros sentires que vienen disfrazados de alegría o dolor, como cuando nuestro equipo deportivo gana las competencias y se titula campeón, esto llega a ser amor con euforia, pero a veces, terminamos nuestra relación con una novia o esposa, o perdemos un familiar, se convierte en un sentimiento de amor y dolor, estos son ejemplos burdos entre otros que podamos convivir.

Tuve que experimentar uno jamás vivido, así como te puede llenar de euforia y la más profunda sensación pasional, de orgullo y satisfacción, también me ha dejado hoyos del alma muy profundos y que corroen lo más profundo de mi ser, transpirando un aliento amargo y dulce sobre mi rostro, con la sensación de no saber si reír o llorar mientras mi mente cruzada de pensamientos y mi cuerpo doblegado ante la más cruda realidad.

Afortunadamente tengo 2 hijos varones, son de madre diferente, pero fueron criados como si se hubiesen gestado en la misma mantilla, no fue fácil, pero se logró, después de un tiempo llegué a pensar, ¿Cómo podían parecerse tanto?, lógicamente, no fue solo mi trabajo, toda la familia contribuyó a esto, ellos poseen la capacidad de experimentar a su edad un sentimiento desconocido, ¿será suerte?

Por motivos ajenos, no vivimos es la misma ciudad, pero siempre ha existido la posibilidad de estar conectados, a través de ayudas tecnológicas, con todas las comodidades que la vida moderna nos permite; también y mejor aun, una visita del hijo que se encuentra lejos y que viene a visitarnos por un mes, 30 días disfrutando, 720 horas divirtiéndose, 43200 minutos de "amorochamiento" ilimitados, sin embargo, llega el momento de despedirse, un día, mi hijo menor abraza al mayor con el dolor de saber que se marcha y llora porque no lo verá por un largo tiempo, con solo la esperanza de que regrese pronto para reunirse, mi hijo mayor abraza a mi hijo menor tratando de demostrar un poco mas de fuerza para no permitir el quiebre total de los ánimos y llora porque sabe que no lo verá por un largo tiempo, peor aún, él en realidad no sabe cuánto es ese tiempo, es entonces cuando me percato a lo que mis hijos se acaban de enfrentar, son sentimientos desconocidos.

Observo, no sé si alegre, no sé, no recuerdo, si llorando; que alegría saber que mis 2 hijos se quieran tanto, !que logro, !que satisfacción, pero que estúpido, que inepto, que ineficiente que no pueda hacer nada para evitar su despedida, por primera vez en mi vida estoy sintiendo algo desconocido, mis hijos se aman y no puedo hacer nada para que estén juntos, solo me queda rogar a Dios para que esta conmiseración de mis hijos continúe creciendo y me de fuerza para seguir luchando para que así sea.

Buen viaje Hijo Mayor, Fuerza Hijo Menor y Dios los Bendiga a ambos.

 

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Sunday, July 21, 2024

EL CUARTO LE COGIÓ CANDELA

 

EL CUARTO LE COGIÓ CANDELA

            Eran las tres de la tarde y había dejado la vela prendida y el cuarto de Tula, le cogió candela y todo lo que paso a contarles, fue por culpa del español Sergio Siaba, quien cumpliría este mes de Julio ciento cuatro años.



            - ¿Y qué quiere comer tu papa? Quien a la sazón es uno de nuestros escritores mas longevos con noventa y tres bien llevados.

-Quiere comer paella.

-Pues no se diga más, nos vemos en Casa Juancho Restaurant a las tres de la tarde.

            Haciendo la analogía correspondiente, el cuarto de Tula se incendio a las tres de la tarde, pero esa es harina de otro costal.

            Créanme que estaba expectante, porque el gusto de mi escritor es exclusivo y preferiría tomar como mío aquel dicho de Popeye el marino: ‘’que un rayo me parta’’ a caer en la afilada lengua de este juglar al que quiero mucho y al que me mortificaría que la comida no fuera de su agrado, de forma que hice la reservación, junto a una advertencia que sonó más bien a amenaza y allí nos vimos, porque ese es uno de los restaurantes favoritos de mi padre, que a la sazón es compadre del escritor y eso agrava mi preocupación.

            El fuma cigarrillos y pasé a comprar una cajetilla de regalo, ese es el nivel de consentimiento que le tenemos.

            Nos encontramos y cuando se enteró que en el restaurant no se podía fumar en el interno, su cara fue desaprobatoria, pero la comida estuvo estupenda y a una milla queda un sitio cubano de nombre Guantanamera, un bar de la calle ocho y allí llegamos a llevarlo a fumar y a seguir libando.

            Con un conjunto de músicos formidables, pedimos los tragos, prendimos nuestros vectores de humo y sonó la famosa canción cubana ‘’El cuarto de Tula’’ compuesta por Sergio Siaba, quien nunca registró los derechos de autor y tampoco nunca ganó ni un peso.

            Como les dije, nacido en España, pero criado en Cuba, era más cubano que ibérico y probablemente eso nos está pasando a todos aquí en Miami. Probablemente somos más de Miami que de otra parte.

            Tula, al igual que Cecilia Valdés, la protagonista de la novela del mismo nombre editada a finales del siglo antepasado y que es un referente de la cultura esclavista de la época, me temo que nunca existieron, excepto en el imaginario colectivo del pueblo que las ama.

            Buena Vista Social Club, le quitó el polvo del tiempo y la internacionalizó al igual que Chan Chan.

            Así fue, al cuarto de Tula, que quedaba en el barrio la Cachimba, le cogió candela, porque se quedó dormida y no apago la vela.

            Gracias amigos queridos, nuevamente gracias, gracias a la Miami de mis amores, de la mixtura tan española y cubana como el genial Sergio Siaba.

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Friday, July 19, 2024

CUENTOS DEL MAR, UN MUERTO EN MI DERROTA

 

CUENTOS DEL MAR

UN MUERTO EN MI DERROTA

Es casi medio día…déjame ver mi reloj: son las 11:45 antes Meridian y me sobrevuela un avión del guardacostas norteamericano que se comunica conmigo, por canal de emergencia VHF marítimo 16, puedo verlo a unos 1500 pies de altura que es la estándar para hacer ese trabajo. Da vueltas sobre mi posición y me hace el procedimiento internacional normal llamado TRAFMAR que traduce tráfico marítimo y me hizo las preguntas de rigor: ¿cuál es el nombre del barco?, ¿bandera a la que pertenece?, ¿mi nombre y nacionalidad?, ¿puerto de salida? y cuando me preguntó que tipo de carga llevo, me provocó contestar a un escritor que tiene veinticuatro horas sin bañarse, pero no, ellos están haciendo un buen trabajo y a mí me reconforta que me cuiden en esa desolada latitud donde me encuentro navegando.

Fui a mi viejo libro y conseguí a un avión muy parecido, parece un modelo C-144 Ocean Sentry de búsqueda y rescate. El oficial al mando, muy amable, me informa sobre un naufragio que ocurrió en la zona y que por favor asista con cierta precaución si acaso lo consigo, por cuanto el reporte fue muy irregular.

Desde uno de los setecientos cayos de las Bahamas y por celular con posición aun no determinada, de forma que puede tratarse de tráfico de personas desde Cuba o tráfico de narcóticos.

Como ya saben, me encuentro en el medio de la nada entre los Estados Unidos de América y Nassau, navegando a unos lastimeros cinco nudos a vela, de manera que tengo suerte de que este avión sepa mi posición y la reporte, pero por favor a lo que vamos, que ya el avión se retira y yo debo tomar una ducha.

Continuo a tope en agua dulce y me bañaré con agua de mar usando como jabón un producto llamado ‘’sailor soap’’ de una marca extraña de nombre ‘’Lathers in salt wáter, que me costó $33 dólares por Amazon. Para el escaso cabello que me queda y para evitar la caspa, usaré Head and Shoulders, comprado en Publix de Coral Gables, pero con un vaso de agua dulce.

Me desnudo o, mejor dicho, me quito la única ropa que llevo que es mi viejo short de franela sin ropa interior, lo amarro a un cabo y lo tiro por popa para que se lave en la mejor lavadora de la naturaleza y arraigado a una bita de mi babor que es el sotavento, lanzo un tobo para tomar la cristalina agua de la mar.

Este sailor soap o lo que traduce jabón de marinero, es biodegradable, sirve también para fregar los trastes, es antibacterial y posee una base de potasio y alto nivel de sodio, pero lo más importante es que no da picazón cuando terminas de lavarte con él.

El mensaje de hoy: ‘’En las aguas tranquilas encontramos la paz y la sabiduría que nos preparan para actuar como buenos marineros cuando llega la tormenta’’. No sé de quién es y no me interesa, voy a ducharme.

Tal vez me consiga un muerto en mi derrota.

 

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Thursday, July 18, 2024

CUENTOS DEL MAR, SALMAGUNDI

 

CUENTOS DEL MAR

SALMAGUNDI

            Qua final apoteósico, que inesperado desenlace hace Arturo Pérez Reverte. Ya he terminado su libro, del cual les hablé en capítulo anterior y me temo que es la mejor novela que he leído en este año 2024 y pido disculpas a mis escritores, pero así son las cosas, es esta novela, una verdadera clase de ingenio, de habilidad, de manejo del tiempo y la localidad, la geografía, los esquemas y los muertos.



            Para este momento que ya se hace de tarde, he navegado noventa y ocho millas, porque el viento como era de esperar me ha favorecido y hemos dado cinco nudos en promedio, de forma que me restan ochenta y seis. Como se suele hacer por seguridad luego de la revista antes del ocaso, le hago a la mayor un par de rizos y pongo el foque a media, para poder maniobrar en caso de mal tiempo y aunque mi reporte meteorológico indica que todo estará bien, insisto, prefiero la seguridad y tranquilidad de una noche pacífica y amable en las impredecibles aguas del triángulo de las Bermudas. Corrijo, realmente estoy un poquitín más al norte, pero eso del triángulo de Bermudas le da a un escrito y a una travesía, un abolengo y un riesgo en el imaginario del lector, muy importante.

            Llegaré mañana un poco más tarde de lo previsto. Si el viento se mantiene estaré arribando al fondeadero pirata a las 15:00 horas, así que aprovecharé de hacer la cena y el almuerzo. Ya saben que no tengo nevera, excepto la cava vertical cuyo hielo ya está pidiendo perdón a la física o tal vez a la química en su cambio de estado. Los huevos frescos se mantienen bien con ese truco que leí en el libro del navegante uruguayo Roberto Rejduch de la Mancha, titulado ‘’Hasta donde me lleve el viento’’, altamente recomendable, seas marinero o no y consiste en sumergir los huevos frescos, por tres segundos en agua hirviendo, lo que le procura una película que los hará durar hasta un mes. Las legumbres, las lechugas y todo lo verde parece un poco marchito. Unas pechugas de pollo cocido que traje en un envase al vacío, no los perderé, de forma que, al encontrarnos en busca de la vida de aquellos pillos piratas, prepararé un ‘’salmagundi’’ :Salmagundi is a cold dish or salad made from different ingredients which may include meat, seafood, eggs, cooked and raw vegetables, fruits, or pickles. In English culture, the term does not refer to a single recipe but describes the grand presentation of a large plated salad of many disparate ingredients.’De manera que haré una comida absolutamente disparatada y usaré también una lata de atún, para esta noche y para mañana en el almuerzo.

            Creo que yo nunca comería algo así estando en tierra, pero en la mar, llena de incertidumbres, me parece una oportunidad aurea, por aquello que dijo el genio Julio Verne: ‘’ El mar es la encarnación de una existencia supernatural y maravillosa’’. Hagamos que así sea nuestra propia existencia.

 

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Wednesday, July 17, 2024

CUENTOS DEL MAR, JOLLY ROGER A TOPE

 

CUENTOS DEL MAR

JOLLY ROGER A TOPE

            Estoy por decir lo menos estropeado. El reloj de a bordo, programado para levantarme cada veinte minutos, sonaba infame y despiadado, lo que, para mi ritmo circadiano terrícola, eran segundos, pero amaneció con seguridad.



            De acuerdo con mi estimada he navegado desde mi salida de Miami, a razón de entre tres a tres punto cinco nudos, tan solo treinta y ocho millas y cuando corroboré mi posición estimada con la electrónica, a la media noche como les dije en el anterior escrito, estaba a babor de mi derrota unas ochocientas yardas, de forma que vamos bien.

            Espero que el viento suba, porque de seguir así, tardaré cuarenta y ocho horas en llegar a Nassau. Normalmente subirá su intensidad, no nos preocupemos por ello y daremos al menos cinco nudos, por los momentos y a esta hora del amanecer, creo que no hay café en tierra que sepa como mi café a bordo.

            Ya voy por la pagina 224 del libro de Pérez Reverte, el que les dije que leería titulado ‘’El problema final’’, definitivamente la buena fama que tiene no es en vano, escribe con suma destreza y habilidad.

            No hablo con un humano desde ayer y eso me da risa, porque de acuerdo con mi esposa yo hablo mucho, requiero la interacción social, dice ella, pero yo creo que ella, mi esposa, habla más que yo, en todo caso, en este silencio, donde solo se escucha la sinfonía de las jarcias, el choque tenue del agua con la proa que la corta y la cafetera cuando cuela, su conversación me hace falta y entiendo que mi psiquis se resiente al pasar de ser una persona conectada todo el tiempo a ser un silencioso asceta navegante, una suerte de monje con voto de silencio o ¿es que acaso voy a hablar solo?

            Hablando de silencios, por radio me llaman y me reportan que están por mi estribor. Es un yate como de pesca, mas o menos de cuarenta pies de eslora, blanco y rápido, a una milla y media, se ve que tiene prisa por llegar a Miami. Yo me reporto feliz y contento y les deseo buena mar y corro raudo a izar a tope mi ‘’Jolly Roger’’, para que sepan que soy de temer y me rio solo, tal vez como los locos, porque para navegar en solitario se debe estar un poco loco.



            El yate de nombre Silver II, se ríe conmigo. Un tal Captain George le comanda, porque hablamos en inglés y George es originario de Naples un puerto de mar al oeste de la Florida, encantador, al que voy con frecuencia a disfrutar de su exclusiva gastronomía.

            La bandera Jolly Roger es la de los piratas, esa que es negra con una calavera y un par de tibias cruzadas y lo que te digan será mentira, así la llamaban los piratas de Nassau y te lo doy como un buen dato de lo que vendrá. Izaban su Jolly Roger flag, porque como lo dijera Bacon: ‘’Los hombres temen a la muerte, como los niños a la oscuridad’’

 

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Monday, July 15, 2024

ACTÚA COMO PIENSES

 

ACTÚA COMO PIENSES

 

Por: Ricardo Jurado

 

He estado pensando en qué escribir por los últimos ocho meses por que no sabía si esto es lo que quiero hacer. A mis diecinueve años, ( me considero muy joven aún), porque me queda mucho por recorrer , mucho por vivir y mucho por experimentar. Tal vez este, sea uno de los más interesantes experimentos de mi vida. No había podido sentarme a escribir durante todo este tiempo por un miedo sin sentido, un miedo a que me critiquen todos mis compañeros, pero la verdad es que ya no me importa, me considero una de las personas que no le da pena casi nada, pero debo aclarar obviamente que no soy de hierro.

Me he dedicado intensamente a la vida social, durante el tiempo que llevo aquí en Miami, me gustan las fiestas, me divierten, pero no me dejan nada, solo desgaste y me pregunto: ¿qué mejor lugar para las fiestas que un sitio que nunca duerme como lo es Miami?, ¿dónde uno se puede conseguir celebraciones, reuniones y discotecas de lunes a lunes y que de paso todas las mujeres bellas del mundo vienen por lo menos una vez en su vida?, aquí se encuentra de todo.

El otro día estaba hablando con mi vecina, (una gran y querida amiga) y me decía que estaba fastidiada de la ciudad, que se quería ir a otro lado a vivir. Yo, aunque tuviese toda mi vida viviendo aquí no encuentro modo alguno de como fastidiarme, pero lo que pienso es que si ella se fuese a otro lugar también se fastidiaría en poco tiempo, porque el problema no es la ciudad, es su actitud. Es como las personas que llegan de Venezuela y tienen cinco años aquí y dicen que no están acostumbrados, que quisieran estar en Venezuela y que nunca se acostumbrarán a este sitio, pues, no se van a acostumbrar porque simplemente con solo decirlo lo están pensando y como siempre me ha dicho mi Padre: “Actúa como pienses, porque puedes terminar pensando como actúas”.


CUENTOS DEL MAR, LA PRIMERA NOCHE DE NAVEGACIÓN

 

CUENTOS DEL MAR

LA PRIMERA NOCHE DE NAVEGACIÓN

                        Llevo la estimada como se solía hacer hace seis siglos. Por supuesto, con la invalorable ventaja de las actuales cartas de navegación, pero solo corroboro mi posición una o dos veces al día, de manera electrónica con mi aplicación de GPS que para quienes no lo saben, traduce al idioma de Shakespeare ‘’Global Positioning System’’ o lo que para Cervantes será ‘’Sistema de Posicionamiento Global’’, pero a lo que vamos, que ya estamos por aquí; calculo por mi visual, que estoy a unas catorce millas de Miami y la pregunta: ¿y cómo lo sabes si no tienes radar y no te has posicionado por ningún método en la carta?, es simple mi estimado marinero, cuando puedes ver los edificios al borde de lo que da tu horizonte visual diurno, estás trigonométricamente, a unas doce millas y a esta hora que son casi las 10 de la noche ya lo que veo son simplemente el reflejo de las luces de Miami, de forma que por aquí, ¿Qué importa si estoy a catorce o a dieciséis?, da lo mismo, porque mi velocidad es muy poca. Ya la brisa ha comenzado a subir. Eolo se despertó de su siesta, pero aún está un poco modorro.

            Mi barlovento es por mi aleta de estribor y coincide con la corriente que por aquí es casi despreciable, pero ayuda sin dudas, todo ayuda. He apagado mi motor e izado mi mayor y el foque a media y como tengo una corredera pequeña de plástico, que me compré en la tienda Intermarine, sentado aquí en popa, me divierto averiguando que estoy dando apenas tres nudos de velocidad y si eres velerista, podría mentirte diciéndote que esta será una noche plácida, pero es que no existen noches plácidas en la mar, o al menos yo no la conozco.

            No hay luna, porque me encantaría el ejercicio de hacer una recta con mi viejo sextante y cruzarla con mi rumbo a ver si le gano al GPS, pero no, seguiré recto hasta el amanecer, solo a medianoche anotaré en el diario mi estimada.

            Con esa luz de minero que tengo, de esas que se ponen en la frente, ¿ya sabes de qué te hablo?, la he prendido para leer aquí en lo que llamamos bañera de popa, la más reciente obra de Arturo Pérez Reverte, titulada ‘’El problema final’’ y como los tiempos en la mar parecieran diferentes, en lo que me ha parecido un santiamén ya voy por la página 103, escribe muy bien y se desarrolla en un caso policial digno de Conan Doyle.

            La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo, palabras de Joseph Addison que yo repito, porque me mantiene sereno y a la vez distraído, pero alerta, consciente y permite que mi pensamiento se vaya, pero no muy lejos, porque ante cualquier sonido estaré presto.

            Un lector vive mil vidas y en este caso, de esta obra, vivo la de Pietro Malerba, Hopalong Basil o el mismo Sherlock Holmes.

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