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Tuesday, July 29, 2014

DIPLOMACIA DE BUQUES DE GUERRA

Casi pudiese apostar mi vehículo automotor a que Nicolás Maduro jamás ha leído a “De la Guerra” de Clasewitz, o al Almirante Mahan, o tal vez los “Estudios estratégicos” del Almirante Castex. En el mundo anglo, se le denomina Gun boat diplomacy al hecho de hacer por la fuerza naval y el poder que esta genera, el cumplimiento de situaciones que a la diplomacia se le desbordan. Como un trofeo de guerra, fue traído el Mayor General Hugo Carvajal, mientras en paralelo al menos cinco buques de guerra venezolanos merodeaban cual lobos, ejerciendo lo que los predichos autores afirmaban, presión diplomática bajo amenaza naval. La otrora princesa de los mares, Holanda, se entregó ante la delincuencia diplomática de un gobierno abiertamente dado al tráfico de narcóticos y socio comercial del grupo terrorista que se disputa en cantidades de miembros el primer puesto con Hamas, me refiero a la narcoguerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC. Al final, estoy seguro que todo saldrá bien y si acaso aún no tenemos positivos resultados es porque todavía no hemos llegado al final. Por los momentos el mundo occidental ya sabe quién es el pollo Carvajal, su familia también lo sabe y sus amigotes huelen a kilómetros que le llegó el infausto momento de ser desechado. Esto no fue un triunfo de la diplomacia de Maduro, por el contrario, fue el preludio de la visión mundial, con su acertada lupa, sobre todo un país que ya no vive de la producción petrolera, sino del lavado de los dineros del negocio de la cocaína y el envenenamiento de las juventudes, por intermedio de su empresa petrolera. Me parece interesante lo sucedido, porque a los Estados Unidos también le toca lo suyo, cuando ayer el Embajador Otto Reich, nos dice con la propiedad que le caracteriza, que al inmenso del Norte, los enemigos ya no le temen y los aliados no lo toman en cuenta.

Tuesday, July 15, 2014

UNA HOJILLA EN EL INTERIOR

No entiendo como los jardineros de por estas tierras hacen crecer grama y flores a las orillas del mar y caminaba por la isla, pasando por ese lujoso hotel donde está hospedado el Presidente de Colombia Juan Manuel Santos y no había mayor movimiento de seguridad, porque aquí la seguridad es igual para todos y se requiere un permiso para llegar hasta aquí, excepto si vive aquí y seguí caminando, viendo el azul del agua que creo que también es pintada por la tecnología americana y el sol lo ponen a la cantidad angular correcta para reflejar solo lo bonito y frente a mi venía ella, a quien bien conozco, fue una vecina de Venezuela cuyo marido también era mi amigo muy fraterno, hasta que me vi en la obligación de destruirlo y denunciar sus tropelías y negocillos en el nauseabundo caldo de cultivo del chavismo. La colisión era inevitable. Yo iba y ella venía y estábamos en la caminería con un malecón por la derecha y las jardineras floreadas a la izquierda y no se podía escapar y me vio y creo que se quiso lanzar al agua y me detuve y sonreí, la comprendí, sabiendo que ella solo es una cómplice tonta y al detenerme decidí hacérselo fácil. ¿Cómo estas fulanita? ¿Qué haces por este odiado imperio enemigo de tu marido? Ella pensó en escapar y le informé que esto no es nada personal, que estaba muy bonita y que la democracia es para todos y le reconfirmé mis preguntas no sin antes dejarle saber que eran sinceras, porque los humanos no pueden cambiar tanto fulanita, a menos que su esposo sea Jean ValJean (el personaje icónico de la obra “Los Miserables, de Víctor Hugo”) y estoy seguro que nunca supo a quién me refería. Estaba ella en una pieza, creo que me observaba con odio y yo no, y eso le molestaba aún más, hasta que decidió hablarme para decirme que se había mudado a la Isla y que no era un placer verme. Como hace bastante tiempo he decidido estar más allá del bien y el mal, me sonreí y tan solo alcancé a decir: “dile a tu marido que yo tampoco espero verlo, pero si sucede lo saludaré con caballerosidad, pero que trate de evitarme porque yo no ando con ladrones y me contento saber que están hasta dentro de poco tiempo en mi isla, porque yo soy como una hojilla en el interior, no hago ruido, pero estoy seguro que me sentirá” y ¡no pude aguantar más la risa! El problema de ser chavista es que ni Chávez creía en eso, es sumamente incómodo porque a nadie le gusta lo malo, (corrijo, porque he tenido la oportunidad de ver algunos casos) Me divertí mucho al encontrarme a fulanita, quien debe estar al menos preocupada o sumamente arrecha de haberme visto. Por mi parte, si alguien conoce a fulanita, envíele este artículo para que también sonría y quite esa cara prestada de comunista.

Sunday, July 13, 2014

KARAQUISTAN, LA CIUDAD PERDIDA

Mi fraterno amigo Saúl, llegó hasta casa con su esposa a visitarnos, envuelto en un misterio que solo los anos de amistad te indican. Entre tragos y chanzas, todo se tornó repentinamente oscuro y se hizo el silencio, con una sonrisa forzada y allí llegó la noticia, como una saeta lanzada con máxima aceleración hacia el pecho, para informarnos que debía cumplir una misión encubierta en Karaquistán. No sería fácil, los índices de muerte de ese tipo de misiones es sumamente alto, pero alguien debía hacer lo que la burocracia gubernamental exige y en esta época de las comunicaciones, este tipo de ciudades y países que aún viven en el medioevo, donde la vida no vale nada, donde la mujer es un objeto y a ellas les gusta ser tratadas así, donde en el equipaje se debe llevar agua potable de Norteamérica ante el inminente y seguro contagio de alguna bacteria terrible por la falta de asepsia y tratamiento, llevar velas para regalar ante la oscuridad y la falta de energía eléctrica o tal vez linternas baratas del WallMart de la 87 Ave, sería más conveniente. Karaquistán, es una ciudad perdida como ya hay varias. Me la imagino árida, desolada, con una infraestructura derruida y sin mantenimiento desde hace años de soberbia y estupidez de sus moradores o de algunos de ellos, con individuos mal encarados y armados fuertemente ante la mirada de descuido de la ley, porque no debe haber ley, todos deben hacer lo que quieran y abusan, no debe haber señales de tránsito, el tráfico debe ser infame y lleno de tropelías y sus moradores obstinados, tozudos, abusadores ante la falta de orden y buenas costumbres y mi amigo Saúl ¿tiene que ir a Karaquistán? ¡Que peligro! Deberá con suerte despedirse de ese lago en la parte trasera de su casa y que brinda a todos quienes hemos estado allí la sensación de dos soles al ponerse y reflejarse sobre las aguas tranquilas, como es su mala costumbre por el oeste. Deberá estacionar su lujosa camioneta por ese tiempo indeterminado y olvidarse parcialmente de la seguridad y el sosiego de la ciudad mientras resuelve en la barbarie las diligencias que se le han asignado. Karaquistán es un valle y por ende rodeado de montañas y sus moradores al no tener gobierno alguno han conseguido en esta selva de cemento, algunas maneras de vivir poco ortodoxas para el mundo civilizado, como es el hecho social, imposible de ocultar del sicariato y por supuesto el más rentable, el secuestro en todas sus modalidades, de manera amigo lector que Saúl y sus dólares, mi amigo y sus gustos del primer mundo aunado a sus contactos en materia de negocios es absolutamente susceptible de ser secuestrado y si se negase a pagar el rescate, por supuesto asesinado, porque en Karaquistán el noventa y siete por ciento de los homicidios no se investigan, ni los sanciona el sistema de justicia, porque en la rebatiña de ese país no existe tal sistema de justicia. El famoso actor y productor de cine, Andy García, en su icónica película “The lost city” (la ciudad perdida), ilustra la barbarie por aquellos años en que llegó la revolución castrista a la isla de Cuba. Independientemente que la historia se lleva a cabo tal vez en 1959 y se ilustra de manera impecable, lo importante es la estupidez humana que pareciera genética, por cuanto aquella Cuba era la segunda más importante y pujante economía del Continente todo, después de los Estados Unidos de América. Hay un pasaje donde una revolucionaria cubana, disfrazada con su uniforme verde y creyéndose más fidelista que Castro, ordenó en uno de los Cabarets, que fuera suprimido de la orquesta el uso del saxofón, porque era un instrumento del enemigo, del imperialismo Yanqui, del capitalismo. Como amante del arte, no creo que ningún instrumento tenga origen político y si lo tiene se lo debemos perdonar, o es que acaso la Vodka rusa o Polaca ¿no era una bebida del enemigo durante la guerra fría? Y aquí todos la tomaban y la seguimos tomando, porque los países y sus gentes deben estar por encima de esas cosas y esas posiciones que hacen que las sociedades se quiebren y se derrumben, (como la rusa, junto a su absurdo sistema de gobierno comunista de aquellos años). Karaquistán, como todos saben está en guerra desde hace años, creo que es una suerte de guerra santa, una jihad, pero sin musulmanes, donde los enemigos son informes y por supuesto debe Usted jugar a estar con ellos so pena de morir, porque ellos los del partido ese, asumen que si no está con ellos está en su contra. En el mundo hay otras ciudades perdidas. Desde aquellos tiempos de la Atlántida, esto produce en el inconsciente colectivo un morbo encantador. Las revoluciones de todo tipo, nunca han traído ningún beneficio a ninguna ciudad perdida. Empezando por la revolución francesa y Usted puede estar en desacuerdo conmigo, pero no soy yo su problema, tan solo en las páginas de la historia debe preguntar a los Girondinos y a los Jacobinos su opinión y si esta búsqueda se le torna cuesta arriba, diríjase directamente a Dantón o a Robespierre y ellos le darán su dolorosa opinión. En el oriente medio se acaba de erigir un califa y esta palabra significa que el individuo es el soberano de los pueblos islámicos, sucesor de Mahoma con ejercicio de la potestad civil y religiosa y entre sus pulsiones ha incluido a la Madre Patria España. En Karaquistán había también un califa, que falleció en otra tierra, tratando de aumentar sus territorios y ejercía potestad civil y creo que religiosa a un interesante grupo de extremistas dispuestos a pasar hambre y trabajo por él y si estuviera vivo apoyaría con seguridad el califato del otro y la anexión de España, porque perdió en el mundial de manera vergonzosa, porque tiene un nuevo rey y el viejo rey lo mando a callar públicamente, porque hablan con la “Z” y porque hace pocos años se enteró que España había colonizado a Karaquistán, cuando no era un califato y aun no era la ciudad perdida. Karaquistan, la destruida ciudad no es la capital de Afganistán, es la capital de Venezuela, llena de extremistas y aprovechadores que seguro me odiarán y dirán -no todos somos aprovechadores-, ¡sino que tenemos el deber de vivir y hacer negocios así sea con el monstruo que se comerá el futuro de mis hijos o con el califa tonto!, mientras la desempleada esposa (dirán), encargada de las artes de la belleza corporal, marcha disfrazada de opositora con toda una suerte inmensa de accesorios que la identifican como tal y que hace de nuestra familia karaquistaní, opositores públicos pero apoyadores privados y así estaremos bien con el califato y con personas como Saúl.

Saturday, July 5, 2014

EL EJERCITO DE GENERALES

De acuerdo a algunos personeros, aseguran que el recientemente ascendido a General en Jefe Jacinto Perez Arcay, participó en la batalla de las Termóphilas por allá en el año 406 antes de Jesús Cristo y aparece con nombre y apellido, relacionado por Thusidides en la guerra del Peloponeso. El Generalato existe como una referencia operativa y proporcionada de las capacidades de combate en una relación lineo funcional a los ejércitos, pues bien, en la Venezuela actual, estos caballeros Generales, que recuerdan al tristemente célebre Rafael Leónidas Trujillo, preceptor de la Patria y Generalísimo de la República Dominicana, conocido como Chapita Trujillo, por la inconmensurable cantidad de condecoraciones que paradójicamente decían muy poco de las epopeyas llevadas a cabo, en su Ejército de papel habían algo así como doscientos veintiocho Generales y Almirantes. No es una casualidad que es exactamente el número de ascendidos ayer por Nicolás Maduro, pero ahora el Generalato y el Almirantazgo, está lindando la estratosférica suma cercana a los dos mil de ellos. En una Fuerza Armada que con dificultad llegará a los 120.000 hombres en armas, podemos sin esfuerzo y haciendo un elemental ejercicio numérico argüir que tocan, por cada sesenta soldados y marineros un General y un Almirante y yo me pregunto: ¿y si todos fueran Generales, no sería mejor? ¿Si todos fueran Generales y Almirantes, Maduro no tendría asegurada la permanencia en el ámbito militar? En el Méjico de Zapata, hubo tantos Generales como soldados, tantos Coroneles como ignorantes, tantos desaciertos, tantos pusilánimes, tantos y tantos arrastrados que cuidaron su parcela para la incógnita historia personal, que desaparecerá tan pronto y para siempre como Jacinto Pérez Arcay, por el inexorable paso del reloj que nunca se detiene. ¿Será que ellos en su corazón creen cumplir con su deber? ¿Creerán realmente merecer participar de la ecuación política de la disuasión, o es que acaso no se dan cuenta del basurero donde viven y vivirán sus hijos y nietos? Por los momentos espero que disfruten sus quince minutos de fama, que sus familias escriban en el Facebook que se lo merecen por sus esfuerzos y que también digan que son más Generales que Mc. Arthur, más Almirantes que Mahan o Nelson y grandes estrategas probados en el combate del papel y la burocracia. Ese concepto cruel, de que un General es un Coronel políticamente alineado, aquí se presenta con la verticalidad de la ley de gravedad y a mi juicio es risible la cara de tonto de Maduro quien funge como una suerte de preceptor y dador de premios por la patria que él y sus secuaces, junto al Ejercito de Generales, destruyen a cada segundo con sumo éxito.