CHUSMAS Y
BRUTOS
“El
Capitán de Navío Bernardo Jurado Capecchi es un lacayo y espía del Imperialismo
Yanqui y además traidor a la Patria y ya he ordenado su captura a todos los
cuerpos de seguridad del Estado”, llegó a decir Hugo Chávez Frías sobre este
escribidor por la televisión venezolana.
Mi
madre veía atónita por Globovision aquello y su glicemia subió a seiscientos,
algo así como para matar a un caballo y tuvo que ser hospitalizada.
Tres
días después, me encontraba en un motel de mala muerte en el occidente del país,
descansando de dos noches insomnes y amanecía cuando decidí encender la televisión
y ¡sorpresa! Se encontraban hablando de mí el muy reputado y agudo periodista
Miguel Ángel Rodríguez y el Vicealmirante Rafael Huizi Clavier y este último se
expresaba de una manera que me conmovió, me subió el ánimo, sus comentarios eran
por decir lo menos exultantes: “La familia Jurado, es una de oficiales probos,
honorables y honestos, profesionales; El Capitán de Navío Bernardo Jurado Toro
(mi Padre) es uno de los hombres más preparados que hemos tenido y el Almirante
Jurado no solo fue el Comandante General de la Armada, sino que llegó a
Ministro de la Defensa”; “con respecto al Capitán Jurado Capecchi es un oficial
operativo, comandante de buques, demócrata” y así siguió el Señor Almirante Huizi,
con esa valentía y ese garbo que le caracteriza, con esa estampa de Almirante
de los de antes, con esa densidad epistemológica y con esas ganas de hacer el
bien, porque nada como aquellas centelleantes palabras que subieron mi ánimo y
mi autoestima cuando era perseguido por estos chusmas y brutos.
Pasaron
los años del exilio y el ductor del Frente Institucional Militar, llegó a Miami
a dar una conferencia sobre la situación política de Venezuela y todo lo dejé
para asistir, tenía que darle la mano a ese gran caballero y oficial naval,
porque el Almirante era el director y guía de esa institución.
Como
era de esperar su conferencia fue por decir lo menos tectónica, las personas
guardaban silencio para no perder ni una sola de las petreas palabras del
expositor y le recuerdo de blazer azul y pantalón gris, de zapatos negros sumamente
pulidos y corbata vino tinto, delgado y supremamente convencido de sus valores
y creencias.
Me
le acerqué entre la multitud y ya habían pasado algunos años, como pude, entre
la gente que le apabullaba me colé e identifiqué tendiéndole mi mano y no la
aceptó, la apartó para darme un abrazo y en mi mente solo me dije: “carajo,
este tipo de caballeros son escasos, que orgullo ser un oficial naval y
compartir esta bella carrera con personas como estas”
Los
chusmas brutos del Servicio Bolivariano de Inteligencia han allanado su casa y
el probo Almirante está detenido y seguramente será juzgado por ser tan
inteligente, bien formado, honesto en fin será juzgado por ser un auténtico
oficial naval.
Esto
Señor Almirante, también pasará, ahora me toca a mí devolver sus gentilezas,
con la mejor arma, la cual es la contundencia de mi palabra contra esta
brutalidad y esta chusmería arrogante. ¡Mucha fuerza, que nosotros somos más y
mejores!
Bernardo Jurado es el autor de”La fragancia de la rebelión” y ocho libros
más, todos a la venta en Amazon y las más prestigiosas librerías de Miami y el
mundo.