PUEDE SER USADO EN TU CONTRA

PUEDE SER USADO EN TU CONTRA

            Ha sido un buen año. Escribo peor y me leen más, corro menos y sudo más, trabajo poco y me pagan poco, pero a decir verdad, me divierto mucho y pago menos.

            Con estupor he visto a Nicolás Maduro hacer un comercial tocando un tamborcito acompañado de una comparsita quienes entonaban un villancico. Muy bonito todo, lleno de esperanza y tranquilidad. Una invitación a la paz ciudadana y por supuesto acompañado de Cilia y su Botox.

            Creo que Maduro vive en Disney World, también creo que él es uno de los pocos venezolanos con la mesa llena de comidas varias, platillos estupendos, seguramente música en vivo.

            Siempre le digo a mis amigos que deben cuidar sus palabras en presencia mía, porque soy escritor y todo lo que digan podrá ser escrito en alguno de mis post. Este ano bendito he recibido muchas visitas de intelectuales, de inteligentes personas con visión de futuro, con ideas altruistas y otros no, pero siempre amigos y les digo algo más, salgo poco y solo a lugares donde no va la manada.

            Mi amigo, sentado a mí lado en la barra, me informa de lo mal que habla de mí el famoso comediante y me sonrió, me entrego, porque nada puedo hacer. El famoso comediante es eso. Su vida es una comedia y me temo que trágica. Tan solo me refugié en las palabras del Rey Luis XIV y le dije: ¿sabes qué? No voy a ripostar nada porque yo solo sé en este mundo, donde me aprieta el zapato derecho, pero el, el comediante maligno, también sabe que soy yo quien le aprieta su zapato cada vez que estoy de mal humor, que me temo es muy frecuente y ambos reímos por saber que es cierto.

            Volviendo al malvado comediante Maduro, es inusitada la frecuencia con que nos saca del asombro de su actuación anterior. Les confieso que yo no tengo tanto talento, sus anuncios de paz en el país de la guerra y la hambruna no poseen el mas mínimo indicio de certidumbre, porque para ser un buen comediante se necesitan algunas cosas, pero la más importante es la inteligencia y ni Maduro como Urdaneta las tienen, de manera que a nadie hacen reír y mucho menos pensar, se requiere también cierta cultura como puede ser el caso de Laureano o de Nazoa, pero el humor es un antídoto de marca mayor contra la estupidez humana.

            Yo continuo divirtiéndome, continuaré escribiendo, leyendo toneladas de letras y riéndome a mandíbula batiente, porque no tengo un ápice de duda que ambos comediantes el Maduro y el otro tonto, quisieran vivir mi vida y no la de ellos, por eso la crítica sin fundamento, por eso la envidia que corroe sus pequeños cerebros y por eso, me temo que morirán jóvenes como paso al difunto Chávez, que gritan que aún vive pero que nadie ha visto.

            Tengan cuidado con los escritores, porque todo lo que digan podrá ser usado en su contra, mientras el malvado de las letras se divierte y otros juegan su comedia bufa.