Search This Blog

Monday, December 26, 2016

AMORES INCONCLUSOS


AMORES INCONCLUSOS

            Siempre quedan cosas pendientes, las oportunidades se presentan como en la vida, las tomas o las dejas, las tienes o  te haces el loco, pero leyendo a Schopenhauer, quien ha sido acusado de misógino, de pervertido y me pregunto: ¿a mí que me importa?

            En su libro la “Metafísica del amor” nos ilustra lo que creo que con maestría no interesa. Hay amores inconclusos, en lo personal tengo algunos que todavía esperan y esto lo digo con toda humildad, ¡todos los tenemos!

            Dame tiempo dice ella y con gusto lo cedemos, tómate todo el que quieras que tengo algunas tareas por cumplir, pensamos. Nunca pidan tiempo, jamás lo hagan por que probablemente le podrán ceder más del que necesitan, si es que acaso lo necesitan, porque las evidencias denuncian que quien pide tiempo es para arreglar lo poco que esperan del futuro y por no estar contento con lo que tienen. ¡Nadie está contento con lo que tiene!, duro esto ¿verdad?

La infidelidad sigue siendo una zona prohibida, minada, explosiva y terriblemente criticada, pero según la encuesta de “Pew research Center”, hecha en cuarenta países, este comportamiento produjo rechazo más que cualquier otro, pero la sexóloga Esther Perel está tratando de despojar este común comportamiento de su ropaje moral. En su libro “Mating in captivity” y los retos para mantener viva la relación, las tentaciones de la infidelidad siguen siendo un tema espinoso.

            Se los explico mejor: personas y amigos hay que quieren a su esposa. Damas y amigas hay que quieren a sus esposos, pero, el pero, terrible y ponzoñoso, es que todos deseamos la aventura del flirteo de sabernos deseados, de querer aumentar la autoestima o como lo escribí en uno de mis libros, de abordar y volver a vivir la aventura del lenguaje óntico.

            Tengo un amigo con un interesante record de media docena de matrimonios que dice públicamente que cree en el amor y que en cada una de sus locuras él legaliza sus concubinatos y por favor no cierren las puertas de sus mentes, porque probablemente mi amigo tenga parte de la razón.

            Schopenhauer y su época, con todo respeto y humildad, deben ser revisados, porque asegura lo siguiente: “De aquí resulta que la fidelidad en el matrimonio es artificial para el hombre y natural para la mujer” y resulta que en el siglo XXI no es así, porque esta rémora social la cargamos ambos sexos en 50 y 50 por ciento.

            Interesantes los planteamientos de Arthur, dignos de ser tomados en cuenta, pero tan solo como referencia, porque se es infiel cuando se rompen los pactos preestablecidos, cuando ya se aborrece el compromiso y cuando el tedio ataca ferozmente, de manera que no vivan relaciones que sufran, vivan relaciones que disfruten y si acaso María aparece en sus vidas tratando de cerrar los ciclos y amores inconclusos, ciérrenlos sin hacer daño, sin maltratar y sin ofender, porque el amor no merece espera, porque la espera diluye y porque la química mixtura se derrumba hacia el fondo del recipiente.

            Luchemos contra el monstruo que todo lo corroe, como lo dijera Honorato de Balzac, a menos que seamos nosotros mismos los monstruos.

No comments:

Post a Comment