FICCIONES
HIPNÓTICAS
Otra
vez este bendito despertador, en la madrugada, a esta hora infame; y vuelve a
tocar el botón superior que le dará cinco minutos más de sueno sin entender que
la solución está en acostarse más temprano. Es una ficción hipnótica.
La
pareja llega al terapeuta, peleando desde la puerta, se sientan, siguen
peleando, se insultan frente al galeno, se deterioran como personas, ya nada
les une y el Doctor en silencio, buscando un hilo de luz que ya no existe, se
odiaban en silencio pero ahora lo gritan.
La
pregunta que cabe: ¿y porque no se divorcian? Y al unísono contestan, como si atraídos
por un proceso educativo dictatorial y comunista se tratara: ¡Doctor, es que
nos amamos! Esa es otra ficción hipnótica, porque si de mí se tratara espero
que me vayan perdiendo el amor pero rápido.
¿Qué
creen Ustedes que pasa con la Mesa de la Unidad Democrática MUD?
De
lo que quiero informarles es de una palabra que encierra todo lo anteriormente
explicado, me refiero a PROCRASTINAR, suena como una medicina para la próstata
pero no, es encantadoramente envolvente, se explica por si sola cuando acudimos
al Latín: ¡allí voy!
En
latín el prefijo “PRO” traduce aplazar y el CRASTRINO es referente al futuro.
Es esa pereza, esa incomodidad, miedo, evitar la colisión con el stress con
nuestra zona incómoda, mejor es permanecer así, darle largas, sufrir pensando
en que en esta ficción hipnótica estamos mejor así vayamos peor, es la cobardía
a enfrentar, es la pérdida de la memoria del vivir.
Mi
amor necesito un tiempo para pensar, recomiendo que nos separemos, creo que
debo reencontrarme, ¡pura falsedad mi querido lector!
La
MUD ha dado (sin quererlo por supuesto), la posibilidad de derogar la intención
del pueblo venezolano. Me explico mejor con una pregunta: ¿creen realmente en
sus corazones, que un gobierno por decir lo menos forajido, posee intenciones
de cambiar con un dialogo? ¿No creen ustedes que ha llegado la hora de
divorciarse de los bandidos saqueadores? ¿Realmente consideran que puede
conseguirse un ápice de buena voluntad en los individuos que no aguantan una pequeña
auditoria y que bien saben que por sus abusos y robos evidentes se tendrán que
enfrentar con la ley cuando todo esto cambie?
Siendo
esta ficción hipnótica la que mueve a la oposición, recomiendo lo siguiente:
Ya
no tiene ningún sentido procrastinar el desenlace final. ¿Cuántos niños tienen
que morir en los nosocomios? ¿Cuántas personas más deben morir en manos del
hampa sin control? ¿Cuánta hambre, devaluación, humillación, desfalco deben
seguir sufriendo los desvalidos ciudadanos?
Yo
soy un hombre de diálogos, créanme, pero este posee una sutil y tibia frontera
que pasa sin previo aviso de la realidad, de la solución probable, del acuerdo diplomático
en beneficio de todos a ser una ficción hipnótica, engañosa, pueril y sin
sentido.
Casi
dos décadas tenemos procrastinando la salida de aquellos a quienes llamamos
tontos, pero ellos, los tontos, nos tienen por decir lo menos, muy pero muy
jodidos, del verbo joder en todas sus acepciones castellanas.
Es patético, y claro desde aquí se puede pensar que muy cómodo, comentar acerca de lo que está pasando y seguirá ocurriendo en nuestra bella, pero dilapidada Patria. Cómo no nos damos cuenta que esto no llevará a nada? La salida es la calle y como decimos todos, no con violencia, sino con presencia y constancia. De Nuevo, me es difícil opinar, pero como tú, creo es imperativo hacerlo. Cuando a veces veo los invitados de Oscar Haza, y en particular los de anoche, uqe hasta discutieron entre ellos como es natural, porque hay distintas opinions/puntos de vista, concluyo que todo es narrative, vale decir, esto es lo que ha ocurrido y está ocurriendo, etc., etc., y creo a muchos eso nos frustra, porque al final, lo que creo que hay que decir es: todos a la calle, desobediencia civil, cero diálogo, ya Basta!
ReplyDeleteDe hecho Oscar con las preguntas que hace y los escenarios que plantea para llegar a estas preguntas, creo le encantaría oir de todos ... a la calle!
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!!!!
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