UN OFICIAL
DE MARINA
Con
voz absolutamente serena informó: tenemos una emergencia 1202. En el control
aéreo se rompían la cabeza tratando de determinar el código que ellos mismos
hicieron y que el Comandante naval sabía de memoria, porque en el aire no hay mucho
tiempo para buscar en los manuales.
Este
era un aventajado oficial naval, piloto de combate con experiencia real en Corea,
de manera que su óptica era otra a la de cualquier improvisado oficinista.
Un
ingeniero joven de nombre Steve Bales, les dio finalmente la respuesta, por
cuanto ese tipo de emergencias, la 1202 era improbable: el sistema de
vigilancia por radar estaba fastidiando a la computadora de vuelo, ¡no hay problema!,
estamos contigo. Tienes luz verde para esa alarma y le dieron lo que en
lenguaje aeronáutico internacional llaman un wayver, no obstante, tanto en
tierra como en el aire, todos sabían que las cosas no estaban marchando bien,
algo estaba fuera de orden con respecto al plan de vuelo.
Nadie
niega que había una insoportable tensión en el personal encargado del control
de vuelo. Sesenta segundos para tocar, treinta, quince, contacto.
La
prioridad era el combustible, si no lo hacían en ese tiempo quedarían a la
deriva, sin control, sin gobierno de la nave, pero una cosa es lo que los
burócratas planifican en su oficina con aire acondicionado y otra es la visión del
Comandante a bordo de su aeronave. Simplemente, allí no se podía ¿alunizar?
El
capitán de Fragata Neill Amstrong tomó la decisión de violar los procedimientos
de alunizaje automático ordenados por los sistemas telemétricos por una razón más
que obvia: la cantidad de piedras en el área asignada hacían sumamente
peligroso para la nave posarse allí y puso los controles en manual y apareció
en el PPI la alarma 1202. “Creo que he conseguido un buen lugar”, informó a los
aterrados oficiales en Houston Texas y allí posó su nave, cual piloto naval
entrenado y con experiencia real de combate, llevando al límite las circunstancias
desde una toma de decisiones aparentemente lógica y en segundos, ¡como estamos
acostumbrados!
El
combustible de su nave marcaba tan solo 5.6% cuando logró posarla delicadamente
sobre la cara lunar e inmediatamente con absoluta tranquilidad profesional
informó a la tierra: “Ya estamos en el mar de la tranquilidad y recibió como única
respuesta: “te copiamos, Eagle”
Luego
vino la muy sabida historia de su paseo por la luna, mientras su pulso estaba calculado
por los sensores en 156 pulsaciones por minuto, algo que solo puede mantener un
atleta de alto rendimiento. Llenó sus bolsillos de piedras y arena lunar,
mientras se impresionaba con cada pisada que levantaba el polvillo sin la gravedad
natural a la que estaba acostumbrado.
Esa
noche no pudo dormir, viendo a su planeta lleno del azul de la mar, de las
nubes, de la poca tierra sobre aquel universo oscuro e inhóspito.
Neill
Amstrong, fue la primera persona que caminó sobre la luna, era un ingeniero
aeroespacial, profesor universitario, pero sobre todas las anteriores su mayor
orgullo era ser un oficial naval de los Estados Unidos de América.
Excelente relato, sin tal nivel de protagonismo, igual me siento orgulloso de ser Oficial de la Marina Marina.
ReplyDeleteMuy orgulloso de ser Piloto aeronaval antisubmarino. Gracias a mi armada querida. Que me quiten lo bailao!
ReplyDeleteMuy orgulloso de ser Piloto aeronaval antisubmarino. Gracias a mi armada querida. Que me quiten lo bailao!
ReplyDeleteSaludos Jr...y si yo volviera a nacer , pero en unas circunstancias politicas distinras a la actuales en caso de que fuera otra vez aquí, sria oficial naval otra vez, epro caso contrario, con lo que se esta vivendo me iria o comninaria a quienes fueran mis padres a irnos a otro pais....a vivir, porque ya si la mememoria o premoniciones me dieran lo de estos trogloditas, seria cuando adulto un KIller men...y quizas en serie..disculpen mis sentimientos y no ser tan orgulloso hoy en dia de haber portado el inmaculado uniforme blanco, que en muy, pero muy raras ocasiones se ve hoy en dia y cuando sucede es con brazaletes, boinas rojas, cantando logos extraños y haciendo honores a idols de barro marrón...
ReplyDeleteAuténticas demostraciones de lo que somos capaces de hacer cuando estamos preparados para ello. Garantia de Exito por adelantado . Solo aquellos que hemos tenido el honor y el orgullo de hacer este tipo de trabajos sabemos que eso, mis amigos, EL DINERO NO LO PUEDE COMPRAR. "La Fortuna Ayuda a los Audaces" era el lema de mi Escuela de Aviacion Militar. Me imagino que ahora lo habran cambiado por alguna Mamarrachada Rebolucionaria como " La Ignorancia lo Merece Todo". La Justicia tarda, pero llega.
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