DONDE SE INVENTÓ LA MUERTE

DONDE SE INVENTÓ LA MUERTE

            Macabros regímenes de exterminio, guerras infernales de desaparición de millones, holocaustos y matanzas, martirios y torturas, incineraciones y decapitaciones.

            Como siempre lo digo, (hasta en términos personales), tienen el libre albedrio de no creer, de hecho los invito a no creer que somos seres espirituales sino materiales absolutamente, que no tenemos alma, que el juego llega hasta la muerte y después directo al olvido, los invito a eso para hacer más fuertes mis argumentos, también los invito a refutarme con furia oceánica.

            ¿Qué importa cuando se inventó la muerte cuando comenzamos a morir apenas nacidos?, lo que si es cierto es que es un tema que me apasiona y me intriga, por eso me he convertido en un rezandero con capacidad de mandar a cualquiera al demonio sin remordimientos, por eso estudio los misterios bíblicos donde consigo interpretaciones que mi mente acomoda a mi conveniencia y por eso no me preocupo, simplemente me “ocupo”, oro y me entrego y tienen la oportunidad de no creer, insisto, pero con esa fórmula ¡todo sale bien!

            Seguramente Raúl mañana escribirá que he cambiado el tenor de mis letras, pero no, este es el verdadero tenor.

            Para que puedan observar que no soy tan brillante como para haber inventado este modo de vida, me voy a remitir a San Padre Pio: “se vas a rezar, no te preocupes, pero si te vas a preocupar no te molestes en rezar”

             De los mil doscientos millones de católicos que habemos sobre la tierra, se calcula que unos mil millones no saben rezar el santo rosario y creo que ellos se lo pierden, donde si no voy a caer es en explicar la historia de este que data del año 1200 DC, pero nadie podrá negar la magia que encierra como poderosa herramienta neurolingüística. Recuerdo que en uno de mis libros dediqué un capítulo entero de demostrar que la ciencia es tan joven que no entiende a la religión y tampoco entraré en esa materia, lean el libro.

            ¿No me creen verdad? Pues ese es su problema porque yo no ando en una cruzada, de hecho aborrezco a aquellos apóstoles del siglo XXI que intentan a todas horas venderte sus creencias, yo no, no lo hago, aborrezco a aquellos interpretadores hermenéuticos fugaces e improvisados que consiguen a su conveniencia la venta y justificación de los problemas de la vida, aquellos que se conforman con la pobreza como purga pecadora, aquellos disfrazados de humildes para dar lástima.

             En dos mil diecisiete años, el humano ha depurado la técnica de inventar la muerte: Hiroshima, Nagasaki, dos Guerras Mundiales, ahora Isis, Hezbolla, el IRA, las FARC ¿Qué importa? Porque en Venezuela se aplican con precisión y exactitud todos los anteriores, incluyendo el Holodomor, del cual ya hemos escrito en este blog.

            Sicariato, ejecuciones extra judiciales, droga y sus sobredosis, hambre y por ende muerte por desnutrición pero hay una más refinada, la muerte por mengua y escases de medicinas, el secuestro que mata a los familiares de los secuestrados de dolor e impotencia y la indolencia que asesina la voluntad.

¡Creo que en Venezuela fue donde se inventó la muerte!