MENTIRAS FILOSAS
Está
bien, antes de que me ataques te doy la razón, ¡los comunistas si trabajan!,
son insignes trabajadores. ¿Estas conforme?
Ahora
te lo explico mejor: es un fuerte trabajo estar pensando todo el día como robar
legamente y que parezca una obra altruista y digo legalmente porque el acto de
robar es ilegal hasta en Nueva Guinea. Insisto que es un trabajo, insisto que
los comunistas son trabajadores pero improductivos. Realmente no conozco a
ninguno trabajador, pero tú me pediste la razón y yo te la doy.
Pedro
escribía hoy en las redes algo que me pareció más que patético muy cómico y es
esa loa al Cacique Guaicaipuro por ejemplo y agrega una frase con la que estoy
de acuerdo “!gran vaina!”
Los
comunistas se agarran de eso, de mitificar a un ladronzuelo como Zamora y en el
país de los ciegos, el que tenga la verruga se convierte en rey. Esa aversión y
odio hacia Cristóbal Colón, ese odio por la limpieza y la prosperidad, el orden
y la ley, el fanatismo por la palabra soberanía que se convierte en al cáncer metastásico
de los idiotas que aun pululan por el mundo globalizado y deciden morir
soberanamente de hambre. Todas son mentiras filosas, cortantes, castrantes.
Recordamos
al eunuco mental que hizo un juicio público como juez y a la vez verdugo de la
estatua de Colón y como era de esperar, su jurisprudencia determinó que la
inmensa falta cometida por la estatua juzgada debía ser la decapitación. Arguyó
al Almirante de la mar Océano múltiples crímenes, que probablemente le soplaron
otros malandros y su rabia era tal que no sabía que esto había ocurrido algunos
años antes de su nacimiento en 1492. Debemos asegurar que el consumo de drogas alucinógenas
es nocivo para la salud, debemos inferir que una persona bajo la influencia de químicos
no se encuentra capacitado socialmente y por ello es susceptible de ser
vigilado y castigado por la ley, pero en el medioevo venezolano o tal vez con
frecuencia en el pleistoceno, ocurren abortos a la inteligencia como el que
paso a relatar.
El
consumidor se llama José Solórzano y cuando digo consumidor lo digo en serio,
porque al mejor estilo de los comunistas lo que hace es consumir lo que otros
producen. Solórzano fue el decapitador de la estatua en cuestión en el 2004 y
ahora se erige como una suerte de Robín Hood asumiendo como legal y en nombre
del pueblo soberano la decapitación de las panaderías.
No
me creen ¿verdad?, pues aquí les va parte de la nota de prensa del Diario de
las Américas de Miami:
“Frente a una de estas tomas está José Solórzano,
quién se presentó en la Mansión Bakery, y en nombre de los CLAP (Comités
Locales de Abastecimiento y Producción) se apoderó del lugar; ordenó que toda
la producción fuese de pan salado y que además sería llevada a zonas alejadas
del lugar, como la Pastora y Antímano.
Cuando
los ignorantes y ladrones como este, justifican esta acción avalado por el
silencio del gobierno, roba y pone las posesiones robadas a nombre de su
empresa de nombre “La Minka”, es el gobierno una inmensa mentira filosa.
Sinceramente esto es insoportable, actualmente estoy como gte de una panadería en la que habemos 51 empleados,a fin de mes se debe cancelar los ct a razón de 108.000,00 para una total de 5.508.000,00 y sin harina Cómo? La mejor forma de quebrar un país...
ReplyDelete