BUS FORCE ONE

BUS FORCE ONE

Manejar para mí es una especie de tortura con aire acondicionado, la insomnia no permite la quietud, muy por el contrario, requiere del movimiento permanente, que impida cerrar los ojos, pero al amarrarme con mi cinturón de seguridad, sumado al sol miamense, el castigo de la inmovilidad, las autopistas norteamericanas interminables y bien mantenidas, el paisaje agreste y el césped cortado a todo lo largo y ancho de este país, son terribles!, deberían como prueba de aptitud poner tan siquiera un hueco de características poco mas civilizadas que los de Venezuela, de tanto en tanto, para que fungiera como punto de alerta a conductores como yó, que hacemos del despiste al conducir un modus vivendi.
El viaje por tierra mas placentero y largo que he hecho, fue al alquilar un “motor home”, que la Armada norteamericana había comprado, para sus programas de bienestar y tuve la dicha de ser el primero en usarlo, para asistir a un matrimonio en New Jersey. Recuerdo haber comido arepas, sin detenerme, café, hecho en casa, fui a mi propio bano cuando mi hermano me relevó y al llegar me estacioné con toda mi familia en frente a la casa del novio, me duché y me puse mi traje a bordo…creo que fué una buena idea!, que mis hijos aún recuerdan con agrado y como una aventura lindante a las de Indiana Jones.
Hoy he visto, que el Presidente Barack Obama, recibió un bellísimo autobús, color negro, que mas parece un proyectil espacial que cualquier otra cosa y entiendo que posee un blindaje a pruebas de cohetes, granadas, misiles y ni hablar de balas de calibres menores, con equipos de comunicaciones sobredimensionados y redundantes que lo mantendrán siempre en contacto con su país y todo esto, para recorrer tres grandes estados por tierra, en busca de la reelección.
Yo espero que el primer mandatario, disfrute su viaje como lo hice yo y que logre unir voluntades a favor de su campana, como lo hice con mis hijos.
Siempre será un reto para los pobres agentes del servicio secreto la seguridad, pero si yo fuera un Presidente, creo que un helicóptero estaría muy bien y aplacaría sobradamente mis apetencias y malcriadeces presidenciales. Así somos los venezolanos, todos deseamos tener nuestro propio avión, porque tripular cualquier plataforma colectiva en nuestro país (incluyendo ahora el Metro de Caracas), ha creado en todos los que alguna vez lo hicimos, traumas tan grandes, que no comprendemos, como el Presidente Obama, se puede acercar, siquiera, a un colectivo que en su caso será individual.
Los venezolanos, cubanos, ucranianos, norcoreanos, chinos, rusos y cualquier otro ciudadano del mundo que haya vivido en un país comunista, sabrá bien de que hablo.
En el caso de los míos, (los venezolanos), no solo lo sufren, sino que en la cola para abordarlo, no está el servicio secreto cuidándolos y también son víctimas de la política de inseguridad del estado.
Hoy compré un carro del 2011, sin un solo dollar, en media hora, del color que mas me gustaba, pagadero hasta la sexta república y cuando cometo esos excesos, producto de esta bendecida estructura capitalista, siempre pienso en mi país y en sus pobres gentes.