USTED NO
SERÁ EL DE MENOS
-Hijo y ya
que estas a punto de graduarte de bachiller, ¿Qué piensas estudiar?
-Bueno
Papá, yo creo que voy a entrar a la universidad Central a estudiar
arquitectura.
-¡Pues no!,
espetó el padre con cierta desilusión. Usted no va a ser el de menos, Usted va
a entrar a la Escuela Naval.
Con seguridad
absoluta esta conversación tiene más de mi ya avanzada edad, por cuanto se
llevó a cabo entre mi querido abuelo Bernardo Antonio Jurado Dieppa (QEPD) y mi
tío Santos Esteban Jurado Toro y si, entró a la Escuela Naval en aquella época militarista
y esa es una carrera compleja que requiere de mucha vocación y aguante y mi tío
tiene las dos anteriores, pero con diferente ángulo, me temo que uno muy
superior y más práctico; y al año, cercano al ascenso, pidió la baja y entró,
como eran sus planes, a la facultad de arquitectura, donde se graduó para beneplácito
de todos en la familia y debo recordar que yo aún no había nacido, de manera
que estamos hablando de un señor al que le falta un año para ochenta y la biología,
la fisiología, la epistemología y hasta la hermeneútica no pueden explicar con
cientificidad como el cuerpo de un bonachón profesional, un trasnochador y bailarín
de siete plazas ha aguantado con salud y extrema simpatía setenta y nueve
largos años de risas.
Santos
Esteban es el menor de los Jurado-Toro y todos le llaman “Nené” aunque siempre
fue el más corpulento y fuerte de sus hermanos y además de levantar pesas,
practicó en la Escuela Naval, la lucha greco romana, pero bien a lo que vamos
que hay muchos cuentos gratos detrás de esta personalidad querida por todos: yo
estaba sentado en la mesa del lujoso restaurant y escuchaba a mi padre
extasiado contar anécdotas luminosas, recitar poesías, citar sus propias letras
llenas de sabiduría e investigación. Éramos varios hombres aquella noche de
tragos y cultura y alguno le preguntó cuál era su próximo proyecto literario y
papá contestó sin dudarlo: voy a escribir mi biografía que la titularé “Viví” y
allí expandió el corto título, porque nadie podrá negar que vivió con
intensidad, con múltiples viajes, anécdotas, aventuras y en eso Nené
interrumpió para decir que el también haría su biografía pero que la titularía “Bebí”
y como es de esperar la sacrosanta conversación se vio amputada por las risas,
propias de mi tío, sus chanzas y su don de gentes.
Yo confieso
que le quiero mucho, me temo que es el más simpático de todos, además mi madre
asegura que cuando eran jóvenes, nadie bailaba mejor que Nené y hoy cumple años.
Los veinticinco de Abril, eran memorables, estábamos todos los Jurados, llegaban
a su casa en Caurimare muchas personas agradecidas, porque no les he dicho que
siempre fue dadivoso y hasta piadoso y fue el otro hijo de mi abuelo Pedro
Roberto.
Que linda
familia la que me ha tocado con personajes tan entrañables como mi tío Santos que
al graduarse de arquitecto no solo no fue el de menos, sino que en nuestros
afectos es el de más.
Te pido tu bendición,
tío querido.
Qué homenaje tan bien escrito. Me emocionó!! Gracias!
ReplyDeleteEXCELENTE el escrito sobre el tío. Las cosas mundanas saben a tantas vivencias.
ReplyDeleteEl amor de la familia es una bendición. Un abrazo
ReplyDeleteBernardo, excelente este escrito y no sólo porque es sobre mi padre. Recibe un fuerte abrazo y saludos
ReplyDeletePues, larga, sana y saludable vida al Tio Nené...
ReplyDelete