NO BUSCAMOS
MAS LADRONES
Sí,
estamos completos, ya somos cuarenta y no hay cupos para más nadie de acuerdo a
la ética y a nuestro manual de procedimiento, redactado de puño y letra de
nuestro comandante eterno, con su santa mano izquierda igual a su pensamiento.
Ayer
me acordé de Maduro. Para todo venezolano, cuando pasa algo malo, siempre nos
acordamos de Maduro, es un tipo con mala suerte y como dijera mi amigo Camilo
Egaña, también con mala leche, es la personificación del fracaso sin
aprendizaje, es el maniquí de la inopia, aunque él esté gordo, es el oxímoron de
la inteligencia, la viva representación del perro Cerbero, mejor conocido como
el “Can Cerbero” que cuida las puertas del averno en que ha convertido a
Venezuela y si, ya ellos no buscan más ladrones para darle empleo, ya están completos,
pero ayer me acordé de Maduro, insisto, me temo que con frecuencia me estoy
acordando de él y eso me preocupa, pero es que me paré de la mesa a buscarle a
Doris Alicia otra copa de Pinot Grigio, saqué de la nevera la inmensa botella
de dos litros, la puse sobre la mesa y con el trapo de la cocina en la mano,
pasó por mi horizonte visual, algo nunca visto en los últimos cinco años, una
mosca. Nadie sabe cómo entró a mi apartamento que tiene aire acondicionado
central y ventanas de alto impacto contra huracanes; y allí, raudo le lancé el
primer y único manotón con el trapo de la cocina y pude ver su cadáver volando
con la inercia y todo pasó en cámara lenta, el swing fue perfecto, acertado y
completo y ya, con cara de triunfo, en ese milisegundo, pude ver como el trapo,
tocaba la punta de la botella, ella cumplió con la física y vi cómo se ladeaba,
caía al vacío y allí estaba, si, la esperaba mi pie descalzo y la vi caer y la
parte gruesa de la botella colisionó contra mi “digitus primus” o sea mi dedo gordo, para partirse en mil pedazos
y por acto reflejo tan solo dije: “tal cosa de la madre de Nicolás Maduro” como
si el pobre Nicolás tuviese la culpa, o tal vez la mosca que es la misma cosa.
El
tonto del Canciller Arreaza está muy disgustado, porque la Asamblea Nacional
acaba de transferir $342 millones para evitar que estos malandros procedan a
molerlos, como hice yo con la mosca y el régimen ha sentido lo que yo en mi
dedo gordo.
Nuestro
país tiene una deuda calculada en $140.000 millones, ¿se imaginan esa cifra?, ¿se
imaginan la hipoteca en que estamos? Y el Diario las Américas reporta lo
siguiente: “El régimen de Nicolás Maduro
rechazó este viernes la transferencia a la Reserva Federal (Fed) de Nueva York
de 342 millones de dólares que su banco central tenía depositados en una
entidad privada de Estados Unidos.”
Qué
bueno que se está actuando, que bueno que se hace conciencia con transparencia
en los fondos, que bueno que el mundo libre, ahora actúa, porque les tenemos a
punto, como hice con la mosca o tal vez como hizo la botella con mi dedo gordo
del pie.
Bernardo Jurado es el autor de “La fragancia de la rebelión” y ocho
libros más, todos a la venta en formato papel y Kindle.
oportuno articulo. Feliitaciones, como simpre buena brujula orienaora.
ReplyDeleteBuenisimo, Muy buena la comparación de la mosca con el maduro, ambos pululan en el excremento.
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