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Saturday, April 18, 2020

NO BUSCAMOS MAS LADRONES


NO BUSCAMOS MAS LADRONES

            Sí, estamos completos, ya somos cuarenta y no hay cupos para más nadie de acuerdo a la ética y a nuestro manual de procedimiento, redactado de puño y letra de nuestro comandante eterno, con su santa mano izquierda igual a su pensamiento.

            Ayer me acordé de Maduro. Para todo venezolano, cuando pasa algo malo, siempre nos acordamos de Maduro, es un tipo con mala suerte y como dijera mi amigo Camilo Egaña, también con mala leche, es la personificación del fracaso sin aprendizaje, es el maniquí de la inopia, aunque él esté gordo, es el oxímoron de la inteligencia, la viva representación del perro Cerbero, mejor conocido como el “Can Cerbero” que cuida las puertas del averno en que ha convertido a Venezuela y si, ya ellos no buscan más ladrones para darle empleo, ya están completos, pero ayer me acordé de Maduro, insisto, me temo que con frecuencia me estoy acordando de él y eso me preocupa, pero es que me paré de la mesa a buscarle a Doris Alicia otra copa de Pinot Grigio, saqué de la nevera la inmensa botella de dos litros, la puse sobre la mesa y con el trapo de la cocina en la mano, pasó por mi horizonte visual, algo nunca visto en los últimos cinco años, una mosca. Nadie sabe cómo entró a mi apartamento que tiene aire acondicionado central y ventanas de alto impacto contra huracanes; y allí, raudo le lancé el primer y único manotón con el trapo de la cocina y pude ver su cadáver volando con la inercia y todo pasó en cámara lenta, el swing fue perfecto, acertado y completo y ya, con cara de triunfo, en ese milisegundo, pude ver como el trapo, tocaba la punta de la botella, ella cumplió con la física y vi cómo se ladeaba, caía al vacío y allí estaba, si, la esperaba mi pie descalzo y la vi caer y la parte gruesa de la botella colisionó contra mi “digitus primus” o sea mi dedo gordo, para partirse en mil pedazos y por acto reflejo tan solo dije: “tal cosa de la madre de Nicolás Maduro” como si el pobre Nicolás tuviese la culpa, o tal vez la mosca que es la misma cosa.

            El tonto del Canciller Arreaza está muy disgustado, porque la Asamblea Nacional acaba de transferir $342 millones para evitar que estos malandros procedan a molerlos, como hice yo con la mosca y el régimen ha sentido lo que yo en mi dedo gordo.

            Nuestro país tiene una deuda calculada en $140.000 millones, ¿se imaginan esa cifra?, ¿se imaginan la hipoteca en que estamos? Y el Diario las Américas reporta lo siguiente: “El régimen de Nicolás Maduro rechazó este viernes la transferencia a la Reserva Federal (Fed) de Nueva York de 342 millones de dólares que su banco central tenía depositados en una entidad privada de Estados Unidos.”

            Qué bueno que se está actuando, que bueno que se hace conciencia con transparencia en los fondos, que bueno que el mundo libre, ahora actúa, porque les tenemos a punto, como hice con la mosca o tal vez como hizo la botella con mi dedo gordo del pie.

Bernardo Jurado es el autor de “La fragancia de la rebelión” y ocho libros más, todos a la venta en formato papel y Kindle.

 

2 comments:

  1. oportuno articulo. Feliitaciones, como simpre buena brujula orienaora.

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  2. Buenisimo, Muy buena la comparación de la mosca con el maduro, ambos pululan en el excremento.

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