UN CHIVO
EXPLICATORIO
Este castellano y sus vericuetos,
sus raras palabras, sus significados con frecuencia desopilantes y hasta
horripilantes que a muchos confunden y a otros aturden, pero queda claro, la misma
palabra lo dice como lo dijera mi buen amigo Ramón y todos ustedes asegurarán
que no es explicatorio el chivo, sino expiatorio y allí vamos porque un chivo
expiatorio tal vez se encontraría en funciones de espionaje. Ya me acusó Hugo Chávez
a mí, en la televisión, de estar “espionando” como el chivo en cuestión y si me
hubiesen agarrado y como es la sana usanza, me hubiesen torturado, pues,
hubiese pasado a ser un chivo explicatorio.
Es
una prosa atrevida esta, porque más de uno de mis muy cultos y a veces mal
humorados lectores se preguntarán ¿Cómo se atreve?
Por
otro lado, la otra mitad de mis lectores podrán asegurar que las falencias lingüísticas
de mis escritos nada tienen que ver con mi cuerpo, sino asegurarán que con mi
retorcida mente y ¿ellos quieren que me la-mente?, aunque aseguro que los
personeros del gobierno con frecuencia me la “mientan” o ¿mienten?
Es
el encierro mis queridos amigos, lo que hoy me obliga a hacer disquisiciones
con frecuencia díscolas, dicotómicas y hasta onomatopéyicas porque no tengo con
quien hablarlas, de manera que esto es un monólogo o como dijera a quien dedico
estas letras si hubiese otra persona, pasaría a ser un biólogo.
Ha
fallecido el genial, luminoso, atrevido, inteligente, ingeniero (que ya sería
un exceso) Señor Marcos Mundstock de quien tenemos toda la comunidad de
personas de buen humor, gratas experiencias con los no menos brillantes
integrantes de Les Luthiers, magos del lenguaje, siempre cultos e irónicos y de
acuerdo a los reportajes que he leído, son el grupo que más personas han visto reír
en el planeta tierra.
Falleció
de muerte natural y fue un maestro de la inventiva y del humor de los
inteligentes. Ese personaje a quien achacaban fraudes, plagios y violaciones
culturales de nombre Joan Sebastián Mastropiero, si mal no recuerdo, fue esa
muleta que les dio la capacidad de burlarse de los gobiernos, de escritores, músicos
y sociedades completas sin que nadie se sintiera aludido, ¡eso se llama
talento!
Entre
las nueve musas de la mitología y que algunos escritores las tomamos como
excusas, podríamos recordar a la musa de la música antes de tener una escaramuza,
porque un diptongo de consonantes entonces pasaría a ser un consonantongo, ¡la
palabra lo dice!
Lamentamos
todos, el fallecimiento de esta persona a quien considero sobredotada de humor,
aunque este (el humor) jamás será sobredotado.
Como
me hizo divertir, en realidad todos ellos, los de Les Luthiers, pero él, Marcos,
con su cinesia que con frecuencia decía más que sus palabras, era mi preferido.
Paz
a tu alma buena Marcos Mundstock.
Bernardo Jurado es el autor de “Divinos, luego humanos” y ocho libros más,
todos a la venta en Amazon en todos sus formatos.
Mastropiero
ReplyDeleteAdmiro la magistral manera de expresar el pesar por la partida de alguien cercano y apreciado por sus dotes personales y elevada sensibilidad. Abrazos.
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