EL
PENSAMIENTO DEL ABSURDO
Para que un
rumor pueda sobrevivir, pues requiere al menos de dos estúpidos, uno que lo
dice y el otro que lo cree y debe tener también al menos dos características
muy importantes que son a saber:
1. Que sea importante
para una mayoría.
2. Que sea
ambigua, con muchas ausencias de detalles.
Con cierto
orgullo y mucha sorna, me complace que me atacaran arguyendo interesantes cosas
que forman parte de la leyenda urbana de esos tipos que sin conocerme
preguntaron por mí, para obedecer una orden y cumplieron meridianamente con los
dos puntos anteriores y allí voy:
En primer
lugar es importante para esa pequeña mayoría y esto suena como una cacofonía tal
vez (pequeña mayoría), porque son pocos los fanáticos que se creen muchos y en
segundo lugar los ataques son absolutamente ausentes de detalles y en uso de
una táctica realmente burda como es el hecho de abrir cuentas fantasmas en las
redes sociales y soltar allí situaciones que creen ellos me perjudican y les
tengo muchas y varias malas noticias. Todo ello es a partir de mi doloroso
(doloroso para mí) artículo titulado SI…PERO TE HUNDIERON UN BUQUE, publicado en
este espacio.
Es absurdo pensar
que todavía me importa lo que hagan con los buques de guerra, por cuanto hace
ya bastantes años que me retiré honorablemente, llevando “La maleta de mi
dignidad”, lo recordarán, también publicado en este blog.
También es
absurdo pensar que mi opinión pueda modificar los destinos de la Armada.
Un tercer
absurdo es pensar, que me interesaría ser almirante de esta banda delincuencial.
Es absurdo
pensar que los improperios, adjetivos, opiniones de estos comunistas fanáticos puedan
afectar mi humor.
Al no
conseguir en mi conducta ninguna tacha, ninguna réplica contra el honor naval,
la operatividad en la mar, el estudio táctico y luego estratégico en la Escuela
Superior de Guerra Naval, pues acuden al viejo truco de intentar ir contra mi hombría
y eso mis enemigos, es pensar de manera absurda.
Los rumores
siempre avanzan, siempre subsisten entre personas de mentalidad semejante, de
manera que me tiene sin cuidado lo que piensen, créanme, que las opiniones serán
importantes dependiendo de quien venga y al ocultar sus identidades en seudónimos,
les resta al menos valentía y por ende hombría, pero les comprendo porque el
rumor cuando se usa como arma al recibir la cachetada de la verdad, suele
servir de atanor, de descarga emocional inmediata y por ende como ansiolítico de
corto espectro simplemente por el alivio reciente de la salida verbal, pero lo
lamento, les hundieron un buque sin echar un tiro.
Una buena
noticia que les traigo, es que al menos, me temo, que los puse a pensar, ejercicio
escaso en estos tiempos revolucionarios, al menos movimos algunas emociones,
porque si algunos queremos a la Armada y que ahora vemos como un viejo amor,
somos los oficiales retirados que tuvimos el honor de ser comandantes en
repetidas oportunidades e hicimos centenares de operaciones como la que por
impericia, hundió al Naiguatá.
Bernardo Jurado es el autor de “La fragancia de la rebelión” y ocho
libros más, todos a la venta en Amazon y ahora en formato Kindle
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