TODOS SON MIS REHENES

TODOS SON MIS REHENES

            La psiquis no tiene humor y los dientes, cuando nos hacemos viejos, siempre se caerán primero que la lengua, de hecho ella nunca se cae, por la sencilla razón de que los primeros no son flexibles, de manera que al igual que los puentes, los barcos, los trenes, los aviones y su propio carro, poseen puntos de flexión para evitar fisuras en la plataforma.

            Los gobiernos no distan mucho de la física predicha. Ante cada gobierno inflexible existirá siempre la presión correspondiente que dará al traste con sus planes. Esto ocurre cuando el gobernante no entiende que es él y su equipo los servidores del resto y voltean la ecuación  pensando que el pueblo son sus servidores. ¿Nada nuevo verdad?

            La ignorancia es una endemia que ataca como el cólera desde hace dieciocho largos años a la llegada del primer ignorante Hugo Chávez y su proterva entrega de todo lo bueno al sistema comunista cubano.

            El día de hoy hemos visto que Henrique Capriles se dirigía a una reunión en las Naciones Unidas, pero alto: ¡el ciudadano Henrique Capriles de acuerdo a la ley, puede dirigirse a donde quiera! Y resulta que se enteró en el aeropuerto que su pasaporte estaba anulado, de manera que pasa a ser un rehén del gobierno.

            Estos tipejos de baja laya son tan brutos, que ahora si alguien en Washington tenía dudas sobre la violación de los derechos humanos en el país, por parte del gobierno y requería de que Capriles como ciudadano calificado le aclarara sus lagunas al respecto, pues, al serle prohibida sin razón al vocero, evidentemente ya no se tiene ninguna duda.

            Algo similar ha pasado con Cesar Miguel Rondón y con cientos de ciudadanos menos famosos, pero a lo que vamos: ¿será que Maduro piensa que todos somos sus rehenes?, porque la verdad es que la oposición no podía ser más democrática, flexible y hasta laxa. La oposición jugó todas las cartas con la paciencia solo de los lamas del Tíbet. Al cumplir cada engorroso requisito, cambiaban las reglas y seguíamos cumpliendo lo que quedaba de ley para evitar resquebrajar aún más el halito que sobraba de democracia, para evitar la asfixia de todo un sistema del cual disfrutaron estos sátrapas mal vivientes, pero malas noticias para el régimen, porque el excremento así sea de su majestad el Rey, siempre olerá a excremento y así huele este sistema y el diente se ha caído, se ha quebrado por falta de flexibilidad y aquella oposición democrática se hastió y ya no lo es más y cuando hay una situación de rehenes, siempre sale alguien mal herido y me encantaría decir que podríamos negociar con el agresor, pero es que él no sabe negociar sino para su provecho y no el del país.

            Por más que Maduro y su heredado sistema se crean humoristas, bailarines, simpáticos, payasos o los dueños del mismísimo circo, ya los enanos fantoches crecieron inadvertidamente y se han convertido en gigantes. Todos sabemos que no tenemos opción pacífica de defender los valores democráticos y patrios.

            ¡No somos sus rehenes, prepárense para purgar sus culpas!