EL
PIANISTA DE LA TORRE DE BABEL
Por:
Raúl Torres.
En
el Capítulo 11 de Génesis, el primer libro de la Torá, la biblia hebrea,
conocida por los cristianos como el Antiguo Testamento, se encuentra un relato
sobre la construcción de la Torre de Babel con la cual los hombres pretendían
alcanzar el cielo. No quisieron seguir las ordenes de Dios de ser fructíferos y
multiplicarse. Prefirieron construir la torre como símbolo de poder, para
hacerse un nombre.
Babel
deriva del hebreo “balbál” y significa confundir. Y el capítulo en cuestión
constituye la fábula que relata el orgullo y soberbia del hombre que es
castigado por Yahvé al difundir diferentes lenguas en medio de un mar de
confusión creando desencuentros y desacuerdos.
Hoy
Venezuela está convertida en la Torre de Babel del mundo postmodernista. Hace
casi dos décadas cayó encantada en su mayoría por un falso mesías que prometió
llevarnos al cielo y vengar los errores que hacían tambalear nuestra
democracia. Después de caer engañados con el sofismo del socialismo del siglo
XXI, vino lo peor. Pues su heredero, un pianista que baila salsa, ha convertido
al país en una Torre de Babel en donde el odio y el rencor sembrado han
desencadenado tempestades entre hermanos.
Ante
la arrogancia, el abuso de autoridad y criminalidad de los órganos de seguridad
de un Estado comprometido seriamente en sus bases morales y de dudosa
legitimidad, vemos gestos valientes de una población indefensa, desarmada pero
rebelde que no se deja apabullar. Suficientes evidencias como para una nueva
publicación de la famosa obra Venezuela Heroica de Eduardo Blanco. Una epopeya
romántica donde un médico con su bata blanca y con sus manos en alto pidiendo
medicinas para su pueblo, es embestido por un chorro de agua, a pesar de estar
casi abrazado implorando justicia a un ser indolente disfrazado de robocop,
lleno de miedo al verse intimidado por la entereza y dignidad del galeno. Sobre
su hombro, un parche con una mentira impresa, pues ya no hay honor ni tampoco
se divisa y así, hay muchos héroes como el joven “armado” con un violín, la
señora de la tercera edad envuelta en el manto de la bandera parada frente a
una tanqueta infame, el joven que desnudo y “armado” con una biblia hizo
temblar de miedo a los tenebrosos pretorianos que defienden el mal, las mujeres
venezolanas que sin miedo les increpan a los cobardes su falta de valor y
hombría tirándoles los pantalones para que se los pongan y lo peor, más de 61
víctimas de la barbarie contabilizadas a la fecha de hoy y mientras el país se
debate en una confrontación muy violenta a diario y sin precedentes en la
historia moderna por la testaruda idea de imponer un sistema abyecto y
fracasado, quien tiene el deber y la responsabilidad ineludible de preservar la
unión y la concordia, se dedica a bailar salsa con el ritmo de las armas
utilizadas para reprimir en las calles y tocar lúgubres arpegios en un piano,
sin combinación y sobre la sangre, el dolor y el luto de vidas prometedoras que
fueron interrumpidas por la maldad y el deshonor militar.
Todo
esto pasa y el desespero aumenta. Las redes sociales estallan y aunque están
todos de acuerdo en algo común como es restaurar la democracia, entran a veces
en contradicciones por la pasión y el dolor ajeno que causan los hechos que a
diario nos sorprenden.
Este
sacrificio no será en vano. Hay que seguir luchando y cada quien contribuyendo
para que podamos reencontrarnos como hermanos de nuestra tierra de gracia y
salir para siempre de un sistema criminal compuesto por las sinfonías infames
de un pianista y su coro endemoniado, que con sus manos ensangrentadas será
derrumbado con su Torre de Babel.
Mi querido y apreciado hermano, por demás, excelente artículo, a ese individuo, por llamarlo de alguna forma decente, el título de pianista le queda demasiado grande, ese c... no sabe ni la "O" por lo redondo. El día que los dirigentes actuales dejen a un lado el protagonismo individual...saldremos adelante...por lo pronto seguiremos luchando para que un día muy cercano poder darte la bienvenida con los brazos abiertos a tu Venezuela...
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteDefinitivamente una vez más tu análisis es excelente ni le sobra ni le falta. Mejor imposible.
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