El BARRIO ROJO DE LA HAYA.

El BARRIO ROJO DE LA HAYA.

Por: Raúl Torres.

Rosse Buurt en neerlandés es la traducción de Barrio Rojo en referencia a un curioso sector de Ámsterdam en los Países Bajos, famoso no simplemente por sus joyas arquitectónicas de sus calles sinuosas y adoquinadas del siglo XVI. En este lugar, existen centenares de burdeles que generan una fortuna millonaria anualmente con la curiosidad que representan las famosas vitrinas de los prostíbulos. En ellos se ofrecen de manera natural y a flor de piel, trabajadoras del oficio más antiguo del mundo, quienes cumplen con sus deberes tributarios y protegidas por una ley de seguridad social e higiene. En las noches, este sector turístico de la ciudad es muy activo y más brillan sus luces rojas de neón para atraer curiosos y también a quienes no precisamente van a buscar una reflexión religiosa.

Paradójicamente este Reino de los Países Bajos, alberga también la hermosa ciudad de La Haya que no es su capital, es la sede del gobierno y diversas organizaciones internacionales. Entre ellas, la Corte Penal Internacional, la cual es un tribunal de justicia cuya misión es juzgar a quienes cometan crímenes de: genocidio, guerra, agresiones y de lesa humanidad. Su instrumento constitutivo es el Estatuto de Roma donde se identifican las conductas o tratos inhumanos que causen sufrimientos como parte de un ataque sistemático y generalizado contra la población civil.

Para sorpresa del mundo, ya se está adelantado el proyecto de un Barrio Rojo en La Haya. Esta nueva comunidad la están construyendo rápidamente a distancia, desde Venezuela, ciertos personajes que van desde esbirros abusadores y asesinos de jóvenes estudiantes, mafiosos con acusaciones de narcotráfico y hasta con sanciones a nivel internacional, enajenados mentales disfrazados con uniformes militares cargados de condecoraciones sangrientas, traficantes de corruptelas y todos ellos siguiendo sin visión alguna de sus responsabilidades y deberes, a un torpe bailador de salsa que insulta a veces a un piano al desgarrarle sus notas musicales.

La construcción de ladrillo a ladrillo todos los días será el albergue de muchos vecinos allí. Y es rojo como ellos se autodenominan, rojo, rojito. No se percatan de lo adelantada que está la obra, pero el asesinato de más de 60 inocentes, la persecución cruel y sistemática de quienes piensan distinto y el sometimiento a la escasez y miseria de su propio pueblo son evidencias palpables del desastre y la ruina actual en Venezuela. Bajo un discurso decadente socialista hablan líderes trasnochados como Allende, pero actúan con más saña y crueldad que Castro o Videla.

La justicia siempre llega. Son múltiples las evidencias, las pruebas, los videos, los llamados y amenazas en público a un país indefenso sometido a un estado de sitio por sus propios organismos de seguridad. Sin embargo, no se escaparán de vivir en el Barrio Rojo que están edificando y los veremos en vitrinas pero con barrotes, no precisamente como provocativas musas que ofrecen sus servicios.