ÉTICA Y
ESTÉTICA
Un
mofletudo fenotípico, de nacimiento, por ende incómodo dentro de su cuerpo
blandengue y hemos comprobado recientemente que su pensamiento también lo es,
blandengue, acomodaticio.
Leí
ese libro en el 2006, recién llegado al exilio y me lo mandó un colega de la
Armada, muy querido, que sabe bien de mis gustos en materia intelectual. Es de
ese admirado autor con quien tuve el placer de trabajar en la Universidad, que también
escribió “Ética para Amador”, ¿lo recuerdan?, me refiero a Fernando Savater,
pero en su obra “Los siete pecados capitales”
De
la persona que quiero hablarles y que de paso, todos Ustedes conocen y los que
tienen la suerte de no conocerlo, pues les recomiendo que paren de leer
inmediatamente a manera de no llenar de basura su psiquis, cumple con los siete
pecados. Se los explico mejor: es sumamente SOBERBIO y se viste de persona docta y honesta. Asumimos
que por su ampuloso sobrepeso es sumamente PEREZOSO, porque mover esa masa
adiposa no es físicamente fácil. En materia de apetito sexual para describir la
LUJURIA pues no me consta, pero los
galenos como mi vecino, podrán certificar que al ser llenados los cuerpos
cavernosos del instrumento de la lujuria con sangre, pues el corazón deberá bombear
con más fuerza y creo que en su caso ya tiene suficiente para irrigar el
cuerpecito, de manera que asumiremos que su lujuria está un poco en merma.
Posee una gran capacidad de acumular riquezas, cueste lo que cueste, de manera
que califica como AVARO. La verdad es que nunca lo he visto IRACUNDO, pero no
me importa porque seguramente después de leerme lo estará. ENVIDIOSO si lo es al extremo y se pasa de un bando a
otro precisamente envidiando estar en la acera que considere correcta para el
momento, sin reparar en las consecuencias éticas ni morales y por supuesto he
dejado de último a LA GULA, porque es
evidente su ampulosa ingesta de carbohidratos que intenta disimular dentro de
su eterno traje negro. ¿Ya saben quién es?
Fernando
Savater, con maestría en el uso de las letras define a la ética como las reglas
que usamos en esta vida para precisamente vivir mejor y habla de la religión como las reglas que
usamos para vivir mejor en la próxima vida, ¿interesante este ángulo, verdad?
El diccionario dice algo similar pero sin espíritu, define una palabra, pero en
realidad es Fernando quien la redondea.
El
Abogado Hermann Escarrá, al que llamábamos el bueno, porque pertenecía a la oposición,
mientras que su hermano (el malo y también abogado fallecido cual empanada en
un motel, en secretas circunstancias) era del oficialismo, ha dicho en los
medios que la Constituyente de Maduro es indetenible y justifica con “un tono
pontificio” el ahora artificio que intenta vender porque si no no cobra.
Escarrá,
la ética es importante en la vida, pero si la violas por decisión propia, pública,
notoria y mediáticamente, yendo en contra de lo que antes vociferabas, ¡si
haces eso!, al menos deberías guardar un poco la estética.
Excelente Bernardo pero con un pequeño detalle. Este no es el calificado como bueno porque el otro era el malo, que efectivamente lo era. Pero este es EL PEOR. Un abrazo
ReplyDeleteEl enemigo insertado como caballo de troya en las huestes opositoras y que me perdonen los héroes griegos por haber hecho tal comparación usando a este bichejo...BZ compadre.
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