UNA TONELADA DE CLARIVIDENCIA

UNA TONELADA DE CLARIVIDENCIA

            ¿Si se midiera por toneladas?

            No es cierto, la unidad de medida es otra. Me retumba en la cabeza, es interesante pensar, discriminar, donde estaré a mis setenta y un años, empezando por agradecer el estar vivo a esa edad. Si, faltan dieciséis largos años para llegar a esa bella edad.

            Realmente lo comencé a pensar hoy, producto de una entrevista que me hicieron en mi querida Radio Caracol, donde me he divertido muchas veces. Es paradójico e interesante, porque espero  que me sigan pagando por divertirme, espero  tener salud, nuevos amigos y mantener los viejos, espero tener más dinero y seguir siendo atractivo para el mercado laboral, espero seguir escribiendo y jugar al golf, sí señor, mucho golf y bares, vestir bien y         que mi ya ampulosa barriga no crezca más. Navegar a vela con buenos vinos a bordo y por supuesto whisky, creo que será rico, ¡de ricura!, si, de ricura intelectual, tal vez poética, llena de risas, buenos libros, con mis nietos y los amigos de mis nietos y seré el abuelo más chévere, con barco, el más “nice” como dicen por aquí en los Estados Unidos y que todos hablen en inglés, mientras mi esposa prepara la comida y yo tengo el timón, por supuesto que lleven a sus amigas y nos haremos los locos cuando las hormonas ordenen su mandato divino y cuando se besen, volteare a ver el horizonte y me haré el pendejo. Será una buena edad esa. Probablemente viva en Hollybrook, esa comunidad para personas mayores de cincuenta y cinco, con todo incluido y viajaremos frecuentemente mi mujer y yo, mientras mis acciones en la bolsa de valores hacen el trabajo de hacerme millonario.

            Si Efraín Campos Flores y Francisco Flores Freitas, a quienes han condenado hoy por dieciocho largos años de prisión por conspiración para introducir a este país 800 toneladas de cocaína, entendieran que saldrán de prisión a una edad mayor que la mía, (que ya es decir mucho) y que ciertamente no purgarán dieciocho sino dieciséis y que seguramente estarán más pobres, (porque ya lo son) y que yo espero tener setenta y uno con el estilo de vida antes escrito, para recoger los pedazos que quedan de su poco futuro, seguramente  estarán solos, abandonados en un mundo al que no pueden pertenecer, que serán más incultos e indeseables, por intentar vivir más rápido, por pensar que estaban más allá del bien y del mal, como lo dijera Nietzsche, pues se arrepentirían de su pasado delincuencial de larga data, porque debemos recordar que en la investigación salieron a relucir el cobro de coimas, extorsión y asesinatos con desmembramiento de los cadáveres para cobrar algunas deudas, lo que pasa es que esos delitos no fueron hechos en suelo Norteamericano. Si entendieran, si tan solo entendieran.

            Salieron baratos y conociendo como son las cosas por aquí podría asegurar que han negociado decir la verdad y solo la verdad, de manera que le han rebajado la pena, pero cuando yo haga, (si Dios lo permite), lo que narré antes, ellos estarán saliendo de la cárcel.

            Hoy, ellos cambiarían sobradamente los ochocientos kilos de cocaína por tan solo un poquito de clarividencia.