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Thursday, December 7, 2017

SENSACIÓN DE CONTENTURA


SENSACIÓN DE CONTENTURA

            Si, existe la palabra, no la busques, en el diccionario de la Real Academia Española está. !CONTENTURA!

            Tengo tiempo pensando hacer este escrito, mucho tiempo y como suponen, las ideas estallan frente a mis ojos y me dejan no solo encandilado sino impresionado.

            Como solidaria práctica, salgo de mi trabajo, me torturo un poco en el gimnasio y a hora prudente salgo raudo a encontrarme y a celebrar la escritura en las presentaciones de los libros de los colegas. Los muy bandidos siempre celebran con vinos  y como es de esperar las conversaciones son sin cortes comerciales, pero hoy fue interesantemente diferente, fui a la presentación de la obra de la periodista Ibeyise Pacheco, quien presentó su más reciente novela y su discurso fue por decir lo menos, descollante y abrumador.

            La presentó, la no menos brillante escritora María Elena Lavoud y se encontraban Vinicio Ludovick quien me acusa impunemente de ser un “malandro ilustrado” y creo que me halaga porque normalmente las personas ilustradas son aburridas, pero si es malandro la cosa puede cambiar. Mi muy brillante alumna y celebridad internacional del deporte venezolano María Victoria Carrasco, además de ser también escritora y Leonardo Padrón al que he leído por culpa de mi Madre y por la bendición de Dios, porque Leonardo es un maestro del adjetivo y el verbo  y me le acerqué con humildad para decirle que le había leído y nos abrazamos sabiendo lo que eso significa.

            Fue una fiesta de las letras, donde se encuentra todo, sin excepción, fue una fiesta divertida donde también la literatura llamó a los artistas plásticos y a los músicos donde estaba Silvia, a quien observé viéndome con ojos libidinosos que luego adivinaron que soy capricornio y a un par de jóvenes talentos excepcionales del cuatro y el violín que dejaron al prenombrado maestro Ludovick en una pieza.

            Una sensación de contentura es la que yo tengo en mi vida, en la fiesta de mi vida y es una sensación rara porque con frecuencia en esa fiesta no hay licor, (excepto esta noche) donde escribo con una sonrisa recordando las brillantes y ocurrentes chanzas de los que saben de ellas, de los que las inventan y cualquier venezolano dijera: ¡que jodedera!, si, fue una de alta alcurnia, sabiendo que todos tal vez seamos de baja cama.

            Las letras nos unen y la culpable es Miami.

            Apenas ayer, llegó a mi oficina un brasilero paulista, o sea, de San Paulo y me preguntó de donde era y le dije,… venezolano y ¿de cuál parte?, pues de Miami y él me aseguro que era un brasilero también de Miami.

            Que rico vivir así, que rico ser libre, que rico es reírnos y buscar en lo leído el próximo chiste inteligente entre personas aún más inteligentes.

            ¿Saben qué, mis muy respetados lectores?, creo, sin temor a equivocarme, que a mí se me nota esta sensación de contentura.

 

 

 

                                                                                                                                       

1 comment:

  1. Hola Jr, saludos...destaca tu contentura, saludos a las Carrasco de parte de mi hijo, las asesoró durante muuuuchooo tiempo en cuestiones de la marina y de la tienda de nautica en Altamira..

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