PARQUE JURÁSICO
Por:
Raúl Torres.
Es
común recordar todavía la saga cinematográfica iniciada en 1994 por la
genialidad de Steven Spielberg en la cual, la ciencia ficción en un intento de
crear un parque temático en una isla poblada con dinosaurios desarrollados
mediante ADN prehistórico, accidentalmente pierde el control con consecuencias
desastrosas.
A
partir de su éxito taquillero, se popularizó el estudio del período Jurásico y
la hegemonía de los dinosaurios. El mercadeo de productos aprovechó como
siempre la oportunidad para hacer dinero con todo tipo de artículos que
identificara a estos seres ya desaparecidos en el período Cretácico Terciario
hace unos 66 millones de años. No importó que esa historia fuera tan antigua,
un nuevo nicho comercial se abrió y fue aprovechado por el mercantilismo que
siempre prevalece.
En
el norte de Suramérica, donde se localiza geográficamente una tierra de gracia y
pacífica hasta hace unos dieciocho años, sin necesidad alguna de experimentos
genéticos con ADN se ha convertido en una especie de Parque Jurásico. Algunos de
los dinosaurios más primitivos y agresivos se presentan con sus protectores y
cascos verdes con armas que escupen fuego y bombas lacrimógenas y también
cañones de agua que esgrimen contra “peligrosos adversarios” como médicos,
periodistas y estudiantes desarmados e indefensos que claman libertad y salir
de la barbarie en que los quieren someter a la fuerza.
Pero
aparte de esos carnívoros que sin piedad alguna esgrimen su fuerza letal contra
la fragilidad humana, también hay otros dinosaurios que trabajan a otro nivel,
detrás de bastidores y con una intención mercantilista asombrosamente
insensible, sin ética e inmoral.
Según
informaciones periodísticas, uno de los grupos de banca de inversión y valores
más grandes del mundo como es Goldman Sachs, cerró una compra de bonos de la
estatal petrolera PDVSA con un descuento de 69%, mediante el cual acordó pagar
865 millones de dólares al Banco Central de Venezuela por bonos que vencen en
el año 2022 y tienen un valor de 2.800 millones de dólares. Esto es un negocio
fenomenal, pero en medio de un ambiente convulsionado y represivo para el
sometimiento forzado de su población civil, resulta no menos que repugnante.
Al
ser consultada, la connotada firma declaró que la transacción fue realizada mediante
un tercero con un nombre peculiar. Pues se trata de Dinosaur Financial Group,
el cual en su portal anuncia en perfecto anglosajón que es un grupo financiero
conocido “ for its deal – making acumen”. Y de acuerdo al Diccionario de Cambridge
esto significa que tiene la habilidad de tomar decisiones y apreciaciones “correctas”
rápidamente.
En
resumen, somos testigos de esta nueva versión de un Parque Jurásico tropical, con
unos intermediarios que sin estupor alguno se identifican con su propia
especie, y al igual que hace 66 millones de años muerden con sus poderosas
mandíbulas y sacan provecho de una circunstancia de inestabilidad, pero con un
pueblo que todavía lucha con dignidad y valentía contra los otros dinosaurios
carnívoros que sin piedad arremeten cobardemente contra él.
No comments:
Post a Comment