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Saturday, June 3, 2017

PARQUE JURÁSICO


PARQUE JURÁSICO

Por: Raúl Torres.

Es común recordar todavía la saga cinematográfica iniciada en 1994 por la genialidad de Steven Spielberg en la cual, la ciencia ficción en un intento de crear un parque temático en una isla poblada con dinosaurios desarrollados mediante ADN prehistórico, accidentalmente pierde el control con consecuencias desastrosas.

A partir de su éxito taquillero, se popularizó el estudio del período Jurásico y la hegemonía de los dinosaurios. El mercadeo de productos aprovechó como siempre la oportunidad para hacer dinero con todo tipo de artículos que identificara a estos seres ya desaparecidos en el período Cretácico Terciario hace unos 66 millones de años. No importó que esa historia fuera tan antigua, un nuevo nicho comercial se abrió y fue aprovechado por el mercantilismo que siempre prevalece.

En el norte de Suramérica, donde se localiza geográficamente una tierra de gracia y pacífica hasta hace unos dieciocho años, sin necesidad alguna de experimentos genéticos con ADN se ha convertido en una especie de Parque Jurásico. Algunos de los dinosaurios más primitivos y agresivos se presentan con sus protectores y cascos verdes con armas que escupen fuego y bombas lacrimógenas y también cañones de agua que esgrimen contra “peligrosos adversarios” como médicos, periodistas y estudiantes desarmados e indefensos que claman libertad y salir de la barbarie en que los quieren someter a la fuerza.

Pero aparte de esos carnívoros que sin piedad alguna esgrimen su fuerza letal contra la fragilidad humana, también hay otros dinosaurios que trabajan a otro nivel, detrás de bastidores y con una intención mercantilista asombrosamente insensible, sin ética e inmoral.

         Según informaciones periodísticas, uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo como es Goldman Sachs, cerró una compra de bonos de la estatal petrolera PDVSA con un descuento de 69%, mediante el cual acordó pagar 865 millones de dólares al Banco Central de Venezuela por bonos que vencen en el año 2022 y tienen un valor de 2.800 millones de dólares. Esto es un negocio fenomenal, pero en medio de un ambiente convulsionado y represivo para el sometimiento forzado de su población civil, resulta no menos que repugnante.

Al ser consultada, la connotada firma declaró que la transacción fue realizada mediante un tercero con un nombre peculiar. Pues se trata de Dinosaur Financial Group, el cual en su portal anuncia en perfecto anglosajón que es un grupo financiero conocido “ for its deal – making acumen”. Y de acuerdo al Diccionario de Cambridge esto significa que tiene la habilidad de tomar decisiones y apreciaciones “correctas” rápidamente.

En resumen, somos testigos de esta nueva versión de un Parque Jurásico tropical, con unos intermediarios que sin estupor alguno se identifican con su propia especie, y al igual que hace 66 millones de años muerden con sus poderosas mandíbulas y sacan provecho de una circunstancia de inestabilidad, pero con un pueblo que todavía lucha con dignidad y valentía contra los otros dinosaurios carnívoros que sin piedad arremeten cobardemente contra él.

 

 

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