AMBOS
MUNDOS
Sudando
en una de las esquinas de la pequeña Habana, mientras bailaba un son divino, bebía whisky, me sentía como en casa, la cubana
me preguntó: -¿y tú eres cubano?
La
vi de arriba abajo y no le contesté.
Volví
a bailar entre la gente que no sé qué celebraba, pero yo sí sabía porqué estaba
allí. Los carros pasaban muy cerca y en la acera del frente se encontraba el acervo
histórico más importante: todos ancianos, todos sonrientes y otros muy pocos,
pensativos frente a múltiples mesas de dominó.
Lo
único que faltaba es que apareciera Guillermo Álvarez Guedez o Willy Chirinos,
que a la sazón me han dicho que va con frecuencia.
Esta
ciudad es ambos mundos. Esta ciudad es la mejor y mágica mixtura entre la
cubanía rica, multisápida y multicolor contra la gris e insípida tiranía castrista
que todo lo ensucia, que todo corrompe.
En
un intercambio satánico de parejas, me llega ella otra vez, con ese cuerpo de
guitarra española y me vuelve a decir: -¿te pregunté si eras cubano?
-No,
soy de Venezuela, -y me miró con picardía y ambos reímos sabiendo la verdad.
La
habitación número 511 del Hotel Ambos Mundos, entre la calle Obispo y
Mercaderes de la Habana, hospedó por bastante tiempo al escritor americano
Ernest Hemingway, del cual he escrito muchas cosas, mientras se terminaban las
reparaciones y restauraciones de la vieja casona de la Finca El Vigía que sería
su casa en Cuba y donde escribió su obra “El viejo y el mar” que he tenido la
oportunidad de leer dos veces y se dice extraoficialmente que el cercano puerto
de mar llamado Cojímar donde atracaba su barco de nombre Pilar, cuyo capitán
fue Gregorio Fuentes, quien le heredó a la muerte del Premio Nobel, fueron los
sitios y las vidas que le inspiraron.
En
Miami conseguimos ambos mundos. Es la Cuba próspera de antes de la revolución,
es la Venezuela democrática donde me crié, pero es también Estados Unidos con
sus leyes y costumbres, orden y progreso.
“El
viejo y el mar”, se ha puesto viejo, porque este año se cumplen sesenta y cinco
de su primera edición.
La
finca El Vigía, ahora es un museo que de acuerdo al curador y al escritor
Leonardo Padura, permanece como él la dejó, pero su casa en los cayos de la
Florida, que tuve el placer de saborear, tocar, respirar y sentir, no hace
falta que nadie me diga que está intacta a como él la dejó y allí están estos
prenombrados “ambos mundos”, tal vez entre la cubana jacarandosa y yo, seguro
entre Cojímar y Cayo Hueso, entre la libertad y la esclavitud.
La
cubana me dijo al oído, -lo que está pasando en Venezuela, es un ejemplo para
todos nosotros -y yo guardé un silencio agradecido.
Entre
Venezuela y Miami, se disipan ambos mundos, mientras el sistema, el ineficiente
gobierno de ladrones, busca alguna parte de ese mundo donde esconderse y no
pueden, porque donde haya un venezolano de bien, son delatados, acusados y
perseguidos, con la moral de la libertad y la entereza.
gracias estimado amigo por el telefonazo de ayer y este genial aporte a mi bagaje cultural, de hoy.Tenia noticias informativas de la vida de Ernest, pero tu escrito me la ha bruñido......cuidate mucho de cuerpo y mente, para que no sigas alimentando la materia gris...
ReplyDeleteMe hiciste salir por minutos de la congoja que me produce la Venezuela de hoy, al recordar tu anecdota del uniform patriota y el Manig.....y la gira de instruccion que hicimos a la Habana a comienzos de siglo, conoci la Bodeguita de El Medio, un mojito porque si, llegamos al hotel El Nacional compartiendo hab con Romero Yanes, la unica noche libre planeabamos Copacaban y nos friquearon... cenamos de improviso todos los OSC y los facultos que estabamos en comision con el difunto barbudo en su palacio presidencial con vajilla y cubierteria que ni el de Perez Jimenez tenia, rodeado de hombres camareros, y no por malos pensamientos, sino por ser destacados intelectuales estudiantes universitarios para endoctrinarlos de castro comunismo, tengo una caja de puros regalada y firmada en su tapa por el fallecido barbudo y una foto estampandola...LA VENDO POR $200,pero los rojos de aqui fuman BANDERA ROJA...y me cale la cena al lado diestro del fulano, mas de 6 horas monologando y vestido de campaña tipo MAO, con manos y uñas que ni Richard Clyderman, y el traje de casimir o gabardina inglesa y la barba emparejada por el mejor estilista....prepotencia y lujo....muy lejos de lo que vimos con tres tipos de moneda circulando, el peso, el peso camboable con valor igual al $ y éste propiamente dicho con el que se pagaban compras en mercaditos de pulgas callejeros o tiendas en el hotel....disculpa pero recuerdos para compartir..
ReplyDeleteHace unos cuantos años atrás, en una comisión que cumplia en La Habana, desandando en una de sus tantas calles, uno de mis tripulantes en un ataque de galantería y pavoneo, ofreció a una dama, cubana ella, santiaguera si no mal recuerdo, en medio de una verborrea palurda (labia chimba) ofreció como recompensa por entregarle su AMOR, la oportunidad de traerla a nuestra tierra (en una suerte de caballero de brillante armadura que rescata a la doncella de las fauces del dragón) y la respuesta de esta coloquial damisela fue: "tas loco asere?aquí en Cuba la cosa está terminando, allá en Venezuela con Chavez el peo está apenas comenzando!"...jajajaja nada más acertada la respuesta...Un abrazo fraterno mi Comandante..
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