EXTRAÑOS
CIRCUNLOQUIOS
Cualquier organización
seria debería expulsarlos, debería llevarlos a buen resguardo a la cárcel o
peor aún, deportarlos con una fuerte patada por el procto. Ya sé que seré
atacado y con gusto supremo recibiré la afrenta, pero mi derecho a expresarme
basado en la ley no es menor al suyo y allí voy:
Llegan los cubanos o venezolanos
milenials a Miami, ya vestidos como unos raperos infames, producto de lo que
los otros cubanos o venezolanos, (los de verdad) le mandan como remesa y por
supuesto solicitan ayuda del gobierno ipsofacto, hacen la trampita
correspondiente, intentan mentir al sistema, solicitan asilo, o cualquier otra
artimaña que les permita tiempo por aquí, por supuesto vivirán con la tía en
Hialeah y se creerán con derecho a todo, al pasar el tiempo, cuando las aguas
se aclaren volverán a Marianao o a Maracaibo de vacaciones, pero acaso ¿no eran
perseguidos políticos? ES ESTO UN EXTRAÑO CIRCUNLOQUIO.
Vemos que en Chile, saquean
iglesias, la incendian, golpean y atacan a la fuerza pública, en una agencia de
carros nuevos rompen los vidrios, sacan vehículos y los destruyen, van como
Atila, el rey de los hunos y la policía expectante les observa, con orden de no
intervenir. Imaginen que han entrado a un cuartel, si, la escuela de ingenieros
del Ejército y la orden es no disparar, por aquello de los derechos de los
infames y me vuelvo a preguntar: ¿no es esto un extraño circunloquio?
Debemos entender los ciudadanos de
bien que ¿los derechos de los pillos valen más que los nuestros?
Aquí en los Estados Unidos yo pago
impuestos y eso hace valer mis derechos mucho más al que no lo hace y la fuerza
pública se impondrá con toda su fuerza para resguardar la ley y el orden y yo
les aplaudo, les acompaño, les felicitaré si acaso a un violento saqueador le
meten algunos gramos de golpes y le llevan ante la justicia a la que todos
estamos subordinados y debemos ser obedientes.
Me ha llegado un video donde a una
dama que se dice es la hija del General Augusto Pinochet, la golpean con odio,
la llenan de pintura, la insultan, ante la impávida mirada de ciudadanos que
observan en una pieza el espectáculo, pero no se meten, no llaman a la policía
ante la violencia de los ignorantes y por ende se hacen cómplices y ante este
extraño circunloquio, yo me vuelvo a preguntar: ¿Qué desean realmente los
insurgentes? Caos tal vez, ¿desean la destrucción de un país decente?, pero
peor aún ¿Qué desea el presidente Piñera? ¿Volverá a pedir perdón? O sea,
¿quiere decir esto que si yo estoy en desacuerdo con algo, estoy en mi
libérrimo derecho de destruir la propiedad privada o pública?
Pueden pecharme de arbitrario, de
maluco, de unilateral, pero yo no violo las leyes y punto y al que lo haga soy
yo el que lo pecharé y cuando digo esto incluyo a los pusilánimes mandatarios
que quieren estar bien con Dios y con el diablo.
Ante estos extraños circunloquios,
yo solo quiero estar bien con Dios.
Excelente!!!! Los comunistas saben como destruir la democracia con las propias armas de esta.
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