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Friday, April 14, 2017

SENSACIÓN DE COMIENZO


SENSACIÓN DE COMIENZO

                        Ciertamente, esto está dado a personas de otra casta. No somos siempre los mismos, me los consigo en el camino,  mientras dejo correr la tinta. Personas de otra casta y otros pareceres, esos son con los que quiero estar, con esos a quienes la sensación de comienzo no los intimide.

            Podríamos darle un adjetivo que no existe, tal vez esa sea una forma de adjetivar o calificar a esos entusiastas iconoclastas, imperturbables, apócrifos y arriesgados ductores del oficio de vivir en cuentos y novelas ajenas que siempre darán esa terrible sensación de comienzo.

            Les cuento: cada relación sexual, cada noviazgo, cada matrimonio da esa sensación, pero,  ¡como siempre los peros!, cada enfermedad, cada muerto, cada pérdida posee la misma sensación.

            Cuando escribimos en la seguridad de ese estudio, de ese rincón de la casa donde hemos decidido crear para los demás entre los cuales incluyo a mi propio ego que no me pertenece. Cuando con aberrante disciplina, luego de la farra, de la fiesta, del teatro o la ópera, decides escribir tus quinientas palabras antes de dormir como si se tratara de tu higiene bucal, allí, precisamente en ese momento posees esa extraña y ultraterrestre sensación de comienzo.

            Les comento, estoy escribiendo literatura, intento ser depurado en el lenguaje, pero no puedo menos que decirles que es una mierda, es una tortura un cilicio católico, que me hace botar sangre y duele mucho.

            Escribir diariamente, por voluntad propia es aberrante, pero a la vez les digo a los noveles escritores, que si fuera por voluntad de otro, sería una suerte de violación sin lubricante, algo definitivamente doloroso y jamás con resultados positivos. Se los explico mejor: cuando comenzamos a escribir y poseemos en estos tiempos, el éxito, tal vez la suerte, el tino de ser leídos es una bendición, pero a lo que voy, no conozco a ningún escritor profesional sin disciplina, aunque conozco a algunos escritores tarambanas y divertidos que están lejos de tener éxito.

            Mi muy profusa biblioteca está llena de ejemplares leídos con atención y cariño y hoy he decidido regalar a Maribel creo que una media docena de libros que jamás volveré a leer, por cuanto es cuestión de tiempo actualizarme con los más de 70.000 títulos publicados cada ano. Me he encontrado con algo halagador que observo con suma humildad y agradecimiento: todos los libros están dedicados a mí por sus autores, cada uno de ellos durmió conmigo (me refiero a los libros), a cada uno los mimé (me refiero a los libros) y como es de esperar les guardo cariño (también me refiero a los libros).

            Este oficio de escritor es tan difícil porque es simple y porque en él no podemos evitar el disfrute de tener esa sensación de comienzo que enerva a los demás que no viven desde el lenguaje epistemológico.

            Ser escritor es algo tan encantador, tan suigéneris, tan diferente a la vida normal, que por eso, tal vez en Madrid nos traten como toreros famosos hospedándonos en el hotel Wellington, como le pasó a Antonio Muñoz Molina. Búsquenlo en YouTube para que puedan metabolizar ese arte de escribir que se trastoca para el escritor, en esa “sensación de comienzo”

2 comments:

  1. Saludos, Jr..que lo estes pasando bien con esa sensacion de comienxo que no logro desriptar y tratre de metabolizar a ver si definitivamente entiendo su concepto en ese contexto, suerte y exito en ese devnir que llamas aberrante...pero tu formación, genética, capacitación y disciplina humana te respaldan y con creces...saludos...buen tiempo y mejor mar con viento a favor...

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