EN EL MONTE DE LA CALAVERA
Parecería
un tanto tétrico, pero llegó a interesarme en la infancia. Papá vestido de
traje y corbata, un brandy exclusivo en una mano y en la otra seguramente un
tabaco o una pipa humeante. Todos derredor escuchábamos expectantes la misma
historia cada pascua, narrada con la voz de Giovanni Papini.
Llegó
a ser divertido para mí. Era el frontispicio a la cultura judeo cristiana que
aprendí en casa de manos del mejor maestro, era la entrada al aprendizaje de la
fe católica, era la verdad, mi verdad la que escuchábamos todos con atención suma,
imaginando el dolor.
“En
el Monte de la calavera, habían tres cruces, cual gigantes, como sombras” decía
Papini con ese dejo ancestral y misterioso.
Luego
Papá con su sapiencia y profundidad oceánica nos daba detalles del suplicio como
si él hubiese estado allí y recuerdo en aquellos años setenta haberle preguntado,
luego de escuchar el recurrente audio, luego de haber prestado toda mi atención
a la sabiduría, ¿Papá y que son los metatarsianos?, por cuanto Pappini describía
que el soldado romano había tocado entre ellos en los pies para determinar el
sitio exacto de la punción, de esa entrada terrible del clavo.
Quítate
el zapato derecho y la media, me dijo; y afincó su pulgar entre ellos e
inmediatamente sentí dolor. Imagínate ahora el dolor que sintió Jesús cuando un
clavo de casi un centímetro de diámetro le fue incrustado en su pie.
¿Papá
y las personas crucificadas mueren de dolor?
El
dolor es supremo, pero mueren por asfixia por cuanto esa posición contranatura
les obliga a respirar con mucha dificultad, hasta que el cansancio de la
musculatura intercostal no puede más y deja involuntariamente de respirar
estando viva la persona.
Giovanni
Papini fue un ensayista, periodista, crítico literario y poeta, abordó la
novela y mis hermanos y yo nos criamos con él, con sus audios, con su ángulo de
dar una visión a nuestro pensamiento desde la voz y fue socio de Papá en
aquello de criar hijos que entiendan la religión católica en la extensión y
profundidad correcta.
Nació
en Florencia, ¿Cómo no iba a nacer allí?, en 1871 y murió en 1956 y también hizo
literaturas de viajes y hasta sátira y su libro “La historia de Cristo” ha sido
traducido a veintitrés idiomas, pero ¿saben qué? ¡A esta altura de la vida no sé
si era católico!
Con
un poder descriptivo sin igual, me hizo entender en mi infancia que el Cristo,
Jesús, el de Nazaret, murió para perdonar, purgar y enjugar los pecados de esta
humanidad toda.
Su
sepulcro yace vacío aun en estos días y su resucitación no se discute y fue el
primer judío al que los católicos adoramos, veneramos, santificamos y alabamos.
Jesús
ha resucitado, él está vivo, pero solamente estaremos listos para entender esto
cuando seamos insuflados por el Santo Espíritu, del misterio de la Santísima
Trinidad.
No
tienen por qué creer, como siempre lo digo. Solo deténganse un momento y
observen que las cosas, todas sin excepción, poseen una divina causalidad, (de
causa) y no una casualidad.
En verdad resucitó. J Benítez debe haber investigado a Papúa cuando escribió Caballo de Troya 1, allí esta una descripción detallada del martirio de Jesús además de describir con lujo de datos todo cuanto ocurrió en esa semana que hoy conmemoramos.
ReplyDeleteLo hace con magistral pluma introduciendo un personaje, como un caballo de troyano, quien viaja al pasado en vehículo espacial especial que puede , mediante la inversión de los swivel, atravesar no el espacio sideral sino el del tiempo. Llega a Jerusalem y va describiendo todo cuanto ve.
Para mi lo más relevante del libro es cuando Jason que así se llama a el astronauta , un mayor de la Nasa equipado con los adelantos más insólitos, logra verse con Jesús y èste inmediatamente , al mirarlo, sin decirle nada y sin desvelar su disfraz a los presentes le reconoce y le dice"vuelve y cuenta lo que viste" Jason supo que había sido descubierto y que la instrucción del maestro no era qye volviera a la ciudad de la cual había mentido priced, sino al futuro a contar a la humanidad ñ grandeza de la vida , pasión y muerte entregada por nosotros.
Que la muerte y resurrección de Jesucristo se interné en nuestras almas con su doctrina de amor y Perdón y se haga vida en nuestras existencias. Que el verbo se haga vida en nosotros y vivamos con apego a sus enseñanzas y honre os su legado de sacrificio por nuestra redención.
Gracias Bernardo por tus escritos y por tu amistad. .
Dios tevllrnecdecsalyd, bendiciones y bienaventuranzas.
CN Eddy Darìo Barrios Orozco.
Erratas: investigado a Papini. No Papúa.
ReplyDeleteDios te llene de salud...
si, Bernardito, reucitó y esta con nosotros y hara el milagro de sacar a estos desalmados rojos y permitirnos una mejor calidad de vida en el tiempo que su Padre nos permita y conceda, saludos y que estés bien de salud y de ánimo con la iluminacion divina...
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