ANATOMÍA DE
UNA ENFERMEDAD
Siempre
estamos en contacto telefónico, desde que se mudó a Atlanta en Georgia.
Caballero gentil y considerado, es uno de esos hijos heredados de la profesión
y que a sabiendas de que no tengo todas las respuestas, por cuanto a mí mismo
me faltan muchas, el sigue preguntándome creo que no para obtener la respuesta
sino para obtener esperanza. Porque en eso sí, ¡soy un experto esperanzador!,
pero ajustado a la realidad y las posibilidades.
Me
cuenta que ha perdido su empleo y yo le dije que es natural, yo he perdido
muchos empleos, que lo importante es que él tiene muchos recursos intelectuales,
que no cese en buscar opciones. Me riposta su preocupación en mantener a la
familia y yo le comprendo y le doy mi teoría al respecto sin meterme mucho, más
por delicadeza que por cualquier otro motivo y seguimos hablando y hablando, él,
rumiando sus miedos, absolutamente legales en estas pasajeras circunstancias y
yo ajustándolo a la verdadera dimensión del problema.
En
un momento, con tono mayestático, grandilocuente y sublime le pregunté: ¿no
crees a veces, cuando pasan estas cosas en la vida, que la humanidad toda te ha
dado la espalda?
Y
él me contestó, como yo esperaba, afirmativamente, con tono de tristeza.
Pues
bien mi querido alumno, cuando Usted piense que el mundo le ha dado la espalda,
¡agárrele el culo! Y las risas
rompieron.
“Norman
Cousins, redactor jefe del Saturday
Review, cae gravemente enfermo hospitalizado, los médicos le diagnostican
un tipo de enfermedad anquilosante, con solo una posibilidad sobre quinientas
de curarse”
Norman
ha decidido conseguir esa única posibilidad, si, es un simple problema de decisión y con la ayuda de su médico se
hospeda en un hotel, se hace proyectar películas cómicas y con esto quiero decir
que alimentó su psiquis de risas y cosas
agradables, podó la grama del jardín de su psiquis y cuidó las flores y
descubrió las virtudes terapéuticas de la risa, recibe a sus amistades a
quienes también contagió con la risa y se administra severas dosis de vitamina
C, hasta que se curó.
Anatomía
de una enfermedad es un libro que destapó lo que todos pensaban en silencio y
se convirtió en best-seller con millares de opiniones de médicos que han tenido
la gloriosa experiencia de observar en primera persona la asombrosa capacidad del
cuerpo y mente humana para curarse aun en las peores y más remotas situaciones.
Con
evidencia aplastante, el médico podrá ser una ayuda inconmensurable o el
verdugo, eso depende de la actitud del galeno. Me explico mejor: ese paciente
al que se le dice al rompe sobre su pequeño tumor, (del cual no se sabe hasta
la biopsia si es maligno), desatará los demonios y lo convertirá en la causa de
su muerte más que física, psíquica. ¡Las estadísticas están llenas de estos
ejemplos!
“He aprendido a no desestimar la capacidad
del cuerpo y de la mente para regenerarse, incluso cuando las perspectivas
parecen pésimas, estoy persuadido de que la fuerza menos conocida del mundo es
la voluntad de vivir” Norman Cousins.
MUY bueno, experto esperanzador, saludos, te recomiendo en tus faenas de escritor que busques y leas un libro de muchas décadas, lo lei en mi adolescencia principiante de lector y el concepto se me quedo gtabado en mi disco duro de color gris:" medico de cuerpo y almas", quizas geoogle te ayude, y depues comentamos....saludos y que este bien...
ReplyDelete"Mentes sin tiempo, cuerpos sin edad" de Deepak Chopra es una referencia extraordinaria y complementaria para este tema. Me lo regalò una de mis hijas, Yoyita, en mi cumpleaños.
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