LA SUITE DE
VALACCHI
Se
le había acusado de al menos treinta y tres asesinatos. Lo metieron preso junto
a uno de los jefes de la familia, quien movió sus influencias que eran enormes
para estar en la misma celda que Valacchi, donde le dio un beso, señal inequívoca
de la “Omertá” que traducía en ese italiano delincuencial que era una sentencia
de muerte inapelable y estando en cuenta del poder de la Mafia, entró en pánico
y en el patio de la cárcel, cuando un recluso se le acercó, lo asesinó con un
tubo, fracturándole el cráneo.
Lo
llevaron a juicio inmediatamente, porque aquí y en el mundo libre la justicia
es ágil; y cuando le ofrecieron la pena de muerte, se laxó y juró negociar
dando toda la información que tenía y se convirtió en el testigo estrella y me
acordé del tonto de Isaías Rodríguez.
El
FBI (Federal bureau of investigations), no podía creer toda la información que
daba y su vida corría mayor peligro. Debo recordar que el fiscal de la Nación,
para la época era nada más y nada menos que Bobby Kennedy y el FBI pudo armar
el rompecabezas de la inmensa red de delincuentes dueños de los casinos, la
prostitución y el tráfico de estupefacientes a todo lo largo y ancho de los
Estados Unidos. Cinco familias conformaban la “cosa nostra” que era la clave que
descubrió Valacchi de como se le llamaba a la Mafia que a la vez traducía en
sus principios en el sur de Italia: “Muerte a la Francia Italia anhela”
Para
mayor seguridad del testigo lo trasladaron a la cárcel federal de Las Tunas, en
la frontera con Méjico y desde ese momento, obviando en este escrito algunos
detalles, se le conoció como la “Suite de Valacchi”
Cuando
todo esto que pase en Venezuela se descubra en su totalidad, nos quedaremos
pálidos como los funcionarios del FBI y habrá tanta gente con ganas de vengar a
sus muertos que la seguridad de la suite de Valacchi, no será suficiente para
protegerles.
Padres
a quienes el sistema ha ajusticiado a sus hijos, madres, viudas, familias
desmembradas, los más de cuatro millones de exiliados entre los que me
encuentro, las fortunas saqueadas, el erario público dilapidado, la industria
petrolera, al igual que todas las industrias en quiebra, pero lo peor, lo más
tenebroso, lo más doloroso es el daño moral y educativo, es la perdida de la
identidad de todo un país ejemplo que ha cambiado la polaridad hacia la
vagamundería por la culpa de estos mafiosos.
Cuando
la justicia norteamericana entre (Dios quiera), cambiarán las cosas, el sol
saldrá y brillará en aquella tierra donde me crié y que ahora es solo polvo,
miseria, hambre, desesperanza, pero me temo que esto es un buen ejemplo, el de
Valacchi y la Mafia de Chicago, que habiendo burlado la justicia por más de
treinta años, les llegó en el momento en que este país se asqueó y tomó una
acción bajo la conducción de hombres probos e inteligentes.
La
suite de Valacchi, quedará pequeña.
Bernardo Jurado es el autor de "La fragancia de la rebelión" y ocho libros mas, a la venta todos en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami y del mundo.
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Vi a un mago argentino de un solo brazo ejecutar su acto o rutina de prestidigitacion al que titulaba "NO SE PUEDE HACER MAS LENTO" y yo, leyéndo tu magia cotidiana , ejecutada con una mano maestra, parafraseando al mago argentino, para envidia de mi ego abrumado, digo: "NO SE PUEDE ESCRIBIR MEJOR"
ReplyDeleteSalve maestro!