DIME COMO VIVES
Si
navegando, cambiara mi rumbo tan solo un par de grados a estribor, algo
imperceptible y dejara mi timón allí, me sirviera una cerveza y una grata conversación,
distraída, relajada, sabrosa y se me olvidara, pues al día siguiente no llegaría
a Republica Dominicana, porque el ángulo de esa sencilla decisión de dos
grados, se ha transformado en una inmensa distancia del punto a donde quería ir.
¡Pues, en la vida pasa exactamente igual!
Las
pequeñas decisiones diarias debemos pensarlas y no olvidarlas, porque nos
llevarán lejos, muy lejos y probablemente a donde no queremos ir.
Esa
amenaza de muerte a quien nos lanzó su carro en el tráfico, sin saber con que
clase de loco lidiamos, esa borrachera que tomamos sin motivo, el pensar que
podemos manejar en ese estado, son pequeñas decisiones que han cambiado la vida
por siempre de algunos, pero a lo que vamos que soy yo quien te dirá como
vives.
Esto
puede ser traumático o muy fácil, depende de tus decisiones, todo depende de
ellas, inclusive es una decisión sentirte víctima o protagonista de tu vida y allí
voy: ¿Cuándo te paras frente al espejo te gusta lo que ves?, ¿Cuándo observas
con quienes te estas reuniendo, se los recomendarías a tus hijos como ejemplo
de buenos amigos?, cuéntame de tu casa, o mejor aún, cuéntame de tu ciudad, de
tu estado o tu país. Todos forman parte de las decisiones, porque si no te
gustan pues cámbialos y ya lo sé, todos se preguntan ¿Cómo si fuera tan fácil? ¿Qué
sabe este tipo de lo que es mudarse de este país destrozado? En el caso de
Venezuela. Ya tengo cincuenta y tantos y soy médico y ¿creen realmente que voy
a volver a empezar?, y no tengo mas respuesta que decirles que siguen siendo decisiones,
pero ¿dime como vives? Y esta pregunta es aplicable a Nicolas Maduro y Diosdado
Cabello, porque ¿ustedes creen en su corazón que ellos viven bien?, de todas
maneras no estamos compitiendo por quien vive mejor, cada quien vive de acuerdo
a la valentía de tener objetivos claros y luego perseguirlos.
El
sábado en casa, mi amigo me preguntó cuando se enteró que me levanto antes de
la salida del sol si eso era aplicable también a los fines de semana y yo le
dije la verdad: no puedes tener resultados y éxitos totales con esfuerzos
parciales y te repregunto: ¿te gusta como vives?, ¿te gusta tu barriga?, ¿te
gusta tu empleo, o el libro que ahora lees, si es que lo haces?
Yo
espero inspirarlos con mis letras y mostrarles que hay un mundo, un planeta, un
universo fuera del sócalo de la mente, fuera del agujero del chavismo, la superstición
y la chusma que aun sigue a este gobiernucho sin piezas dentales y sin
neuronas. La educación es la clave para que un país sienta el orgullo de
pertenencia y no la vergüenza de la dádiva.
Si
lo que me cuentas no te gusta, pues cámbialo, sin excusas, sin dilación, porque
morir sabemos todos.
Bernardo Jurado
es el autor de ‘Divinos, luego humanos’ y ocho libros más, todos a la venta en
Amazon y las más prestigiosas librerías de Miami y el mundo.
Exelente
ReplyDeleteTotalmente cierto. Son precisamente las barreras mentales las q frenan nuestro barco limitan la fuerza del viento y hacen perder el rumbo quedando a merced de las corrientes y dejando a la deriva nuestra vida
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