CON LOS MESES
CONTADOS
Amigo
lector, le traigo una mala noticia. Usted tiene los meses de vida contados.
Podrá
argüir que es esta una táctica para llamar su atención, pero no lo es. Le
aseguro que, si me esta leyendo y tiene una edad madura, pues no vivirá mas de
novecientos sesenta meses, insisto, eso es seguro, como la ley de gravedad.
Ante
este cálculo, que puedo desgranar con toda facilidad matemática ¿Qué podemos hacer?,
pues vivir con plena conciencia de nuestra mortalidad y la pregunta vuelve a
surgir: ¿y eso que significa?
El
poeta, dramaturgo, ensayista, director escénico, actor y novelista francés Antoine
Artaud escribió algo que paso a regalárselo, para explicar que hacer con los
pocos meses de vida que nos restan: ‘Vivir es arder en preguntas’ y entonces le
pregunto a usted que ha volado en aviones desde que nació: ¿sabe porque los
aviones vuelan, realmente lo sabe? Eso de poner novecientas toneladas de
aluminio a treinta y cinco mil pies, pareciera que viola la física.
¿Sabe
porque las ventanas de esos mismos aviones no tienen ángulos rectos?
¿Cómo
trabaja su teléfono celular y porque le acuñan ese adjetivo de celular?
¿Y
ese extraño fenómeno y mala costumbre del sol de salir siempre por el Este?
Si
nos vemos al espejo, deberíamos preguntarnos: ¿Cuántas pestanas tiene mi ojo izquierdo?,
¿se da cuenta que pasamos por la vida sin hacer las más elementales pero
fundamentales preguntas mientras los meses pasan?, pues tenemos un promedio de
doscientas pestanas, por ojo y duran entre noventa a ciento cincuenta días,
luego se caen.
¿Y
si el corazón trabaja por pulsos eléctricos, no sería lícito preguntarnos donde
tiene su batería o acumulador?
No
seguiré para no aburrirlos, pero al hacer caso al pensamiento de Artaud,
podemos conseguir los porqués de lo que ocurre y entender que el contrario de
la muerte es el acto de nacer, porque la vida es el segmento entre esos dos
puntos.
En
el primer mundo vivimos en promedio unos novecientos sesenta meses que
equivalen a ochenta años y si ahora mismo tiene usted unos cincuenta años, me
temo que debe replantearse su manera de vivir, porque le quedan pocos meses de
vida, si acaso tiene la inmensa suerte de llegar a 960.
En
su libro ‘El líder sin cargo’ de Robin Sharma, a quien he leído con fruición y
recomiendo ampliamente, en la página 58 de esa edición, enumera el autor los
diez arrepentimientos humanos’ y confieso que he quedado alarmado y trabajo
para enmendarlos. Por ejemplo, uno de ellos es: ‘Llegar a tu último día viviendo
la vida que la sociedad te enseñó a vivir y no la que realmente tu deseabas’ y
otra igual de reflexiva: ‘Llegar a tu último día cuando la magnífica canción que
tu vida tenía que cantar sigue en silencio en tu interior.
Termino
diciéndoles que queda poco tiempo, siempre será poco, a menos que llegue el último día y hallamos conseguido el secreto del buen vivir, con dignidad, con
paz, sin pendejos rededor que enturbien el agua de beber.
Bernardo Jurado es el autor de ‘Divinos, luego humanos’
y ocho libros más, todos a le venta en Amazon y las más prestigiosas librerías de
Miami y el mundo’
¡Excelente!
ReplyDeleteEstoy viviendo la ñapa. Llevo 61 meses y medio más. Una bendición. Lástima que los usurpadores no permiten que los que quedan sean mejores. Pero ahí vamos. "Timón al medio. Máquinas todo avante. Ahí derecho"
ReplyDeleteExcelente!!!
ReplyDeleteEstimado Bernardo.
ReplyDeleteComo siempre, has logrado mover las fibras, en esta oportunidad, las de la vida, las del vivir.
Te hago una pregunta más, que los pendejos rededor, que nunca faltan, no se han hecho y jamás responderán. Qué es el sentido común? Si no logran ubicar una respuesta común, jamás se harán las de rigor.
Saludos cordiales.
Interesante reflexión, precisamente por perder a 3 de mis mejores amigas en 3 meses.muy por debajo de esos novecientos y pico meses de expectativa. Yo que pensaba reunirme con estas damas inteligentes, preparadas y alegres a mi vuelta a mi patria.
ReplyDeleteExcelente tu escrito, amigo y compañero de mar, pero no concuerdo con tu estadística y no por que este errada si no porque tengo 15 años que le saque ventaja , cuando me tocó enfrentar el compromiso cardiovascular, de manera que podemos seguir exponiendo relatividades.
ReplyDeleteExcelente reflexion. Aunque poco comento, siempre te leo. A lo largo de nuestro navegar vamos cambiando el rumbo para vivir cada dia al máximo. He leido a Sharma y aún hoy, utilizo sus ideas. Cuando sobrevives a un paro cardiaco, te das cuenta que Dios te dió una segunda oportunidad para seguir la vida, educar a los demás y aprovechar los meses que te quedan. Solo Dios sabe cuando llegaras a puerto. Abrazos.
ReplyDeleteSabes estoy cerca, pero cada vez que pienso en el complicado mundo de hoy,el creer en Dios, en esa vida prometida después de la muerte, me llena de ánimo.
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