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Monday, January 28, 2019

LA PROMESA DEL FUTURO


LA PROMESA DEL FUTURO

            ¿Y quién te lo prometió?; ¿realmente alguien lo hizo? Porque el futuro no se le promete a nadie o tal vez si lo han hecho, pero es mentira.

            La carrera no termina cuando te entregamos el diploma en la universidad, lo lamento, porque yo a mis veintiún años hubiese querido que fuera así, pero no lo es porque insisto, el futuro no puede ser prometido, no puede ser exitoso, no puede parecerse a lo que sueñas, no será jamás como lo pensaste, sin tu participación y tu absoluta fe en conseguirlo, sin tu resolución, sin convertirlo de alguna forma en una dulce obsesión.

            Cuando te gradúes de doctor, podrás hacer mucho dinero para que mantengas a tu humilde familia.

¿Estás seguro realmente de eso?

Podrás graduarte de doctor, de abogado, (que de paso no todos son doctores en leyes, son abogados), de ingeniero, filósofo, maestro como Aristóbulo Istúriz o cualquier otra rama del conocimiento humano y seguir siendo un “pata en el suelo” y ¿sabes porque?, porque en la universidad no te enseñamos a ser gente, a ser buen ciudadano, a ser amable y con buenos modales, no y mas no, en la universidad te enseñamos a saber dónde buscar la información y algunos ni siquiera eso aprenden bien, de manera que es en tu pasión por aprender y parecer lo que espera la sociedad de ti lo que te hará  diferente y paso a explicarlo mejor:

No todos saben que me crié entre militares, hombres probos, de excepcionales, monacales, británicos modales por darle tan solo tres exponenciados adjetivos, pero todos eran sumamente educados, hablaban en casa lo mismo en ingles que en francés, luego en italiano, tocaban al piano, más de uno buscaba su violín para no quedarse atrás ante la avalancha de la poesía de mi padre, el tango hacía su aparición pero mejor tocado y cantado que en Buenos Aires y yo absorto, como quien se encuentra en la quinta o sexta fila del cine, viendo la película, esa encantadora y permanente película y yo quería ser como ellos, eran un ejemplo digno y honorable, eran admirados, no solo por mi, sino por todos mis amiguitos que ahora son unos viejos verdes, pero que seguimos siendo amigos y seguimos comentando esa infancia de cultura, de aprendizaje sabroso y lo único que lamentamos es que éramos muy pequeños para beber licor, pero con el tiempo creo que nos hemos desquitado.

El futuro no puede ser profetizado por nadie sobre la tierra, tú eres tu futuro, tu destino, tu familia, tu país, el futuro de los tres depende de tu presente, de lo que ahora hagas, de lo que ahora pienses y en consecuencia actúes.

Veo en tiempo real, mas no en futuro, la caída del régimen de Maduro pero en cámara lenta. Es cuestión de tener la voluntad suficiente para entender que estos tiempos no son los míos, pero si los del futuro, porque el retardatario proceso educativo traído por la absurda revolución, requiere precisamente de tiempo presente, para repararlo.

La educación es una actitud personal, que toma su tiempo, pero no para luego. La formación moral y cívica, podremos verla en el futuro, si la comenzamos en el presente.
No aceptes una promesa de futuro, comencemos a construirlo hoy.
Bernardo Jurado es escritor, su mas reciente novela "Volando en el ataud" esta junto a sus otras obras a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerias de Miami y el mundo.

1 comment:

  1. Definitivamente excelente. Te felicito por exponer la realidad tan claramente en tan corto espacio.

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