LA PROMESA
DEL FUTURO
¿Y
quién te lo prometió?; ¿realmente alguien lo hizo? Porque el futuro no se le
promete a nadie o tal vez si lo han hecho, pero es mentira.
La
carrera no termina cuando te entregamos el diploma en la universidad, lo
lamento, porque yo a mis veintiún años hubiese querido que fuera así, pero no lo es porque insisto, el futuro no puede ser
prometido, no puede ser exitoso, no puede parecerse a lo que sueñas, no será
jamás como lo pensaste, sin tu participación y tu absoluta fe en conseguirlo,
sin tu resolución, sin convertirlo de alguna forma en una dulce obsesión.
Cuando
te gradúes de doctor, podrás hacer mucho dinero para que mantengas a tu humilde
familia.
¿Estás
seguro realmente de eso?
Podrás
graduarte de doctor, de abogado, (que de paso no todos son doctores en leyes,
son abogados), de ingeniero, filósofo, maestro como Aristóbulo Istúriz o
cualquier otra rama del conocimiento humano y seguir siendo un “pata en el
suelo” y ¿sabes porque?, porque en la universidad no te enseñamos a ser gente,
a ser buen ciudadano, a ser amable y con buenos modales, no y mas no, en la
universidad te enseñamos a saber dónde buscar la información y algunos ni
siquiera eso aprenden bien, de manera que es en tu pasión por aprender y
parecer lo que espera la sociedad de ti lo que te hará diferente y paso a explicarlo mejor:
No todos
saben que me crié entre militares, hombres probos, de excepcionales, monacales,
británicos modales por darle tan solo tres exponenciados adjetivos, pero todos
eran sumamente educados, hablaban en casa lo mismo en ingles que en francés,
luego en italiano, tocaban al piano, más de uno buscaba su violín para no
quedarse atrás ante la avalancha de la poesía de mi padre, el tango hacía su aparición
pero mejor tocado y cantado que en Buenos Aires y yo absorto, como quien se
encuentra en la quinta o sexta fila del cine, viendo la película, esa
encantadora y permanente película y yo quería ser como ellos, eran un ejemplo
digno y honorable, eran admirados, no solo por mi, sino por todos mis amiguitos
que ahora son unos viejos verdes, pero que seguimos siendo amigos y seguimos
comentando esa infancia de cultura, de aprendizaje sabroso y lo único que
lamentamos es que éramos muy pequeños para beber licor, pero con el tiempo creo
que nos hemos desquitado.
El futuro
no puede ser profetizado por nadie sobre la tierra, tú eres tu futuro, tu
destino, tu familia, tu país, el futuro de los tres depende de tu presente, de
lo que ahora hagas, de lo que ahora pienses y en consecuencia actúes.
Veo en
tiempo real, mas no en futuro, la caída del régimen de Maduro pero en cámara lenta.
Es cuestión de tener la voluntad suficiente para entender que estos tiempos no
son los míos, pero si los del futuro, porque el retardatario proceso educativo traído
por la absurda revolución, requiere precisamente de tiempo presente, para
repararlo.
La educación
es una actitud personal, que toma su tiempo, pero no para luego. La formación moral
y cívica, podremos verla en el futuro, si la comenzamos en el presente.
No aceptes una promesa de futuro, comencemos a construirlo hoy.
Bernardo Jurado es escritor, su mas reciente novela "Volando en el ataud" esta junto a sus otras obras a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerias de Miami y el mundo.
Definitivamente excelente. Te felicito por exponer la realidad tan claramente en tan corto espacio.
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