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Friday, March 19, 2021

Veinticinco millas náuticas de alcance

 

VEINTICINCO MILLAS NÁUTICAS DE ALCANCE

Por: Elba Margarita Domínguez.

        Cuando el Contralmirante Enrique Domínguez García es tu papá.



 Fue un padre tremendamente amoroso. Nos dedicaba el fin de semana totalmente cuando pequeñas.  Nos enseñó a nadar, patinar, montar bicicleta, manejar, una a una, cuando llegaba el momento.

        Llenó la casa de libros. Lo que necesitaras o quisieras leer, ahí estaba. Amaba la música clásica. Nos dio la oportunidad de aprender diferentes instrumentos. En vacaciones nos llevaba en su camioneta en viajes por toda Venezuela y nos llevó a conocer cada uno de sus bellísimos parajes.

        Papá... ese ser maravilloso que nos extendió su amor, su claridad, su entusiasmo por la vida. Con quien, siempre después de verlo, salías con el corazón gordito, henchido de amor, alegría y plenitud. Con su presencia traía aventura, positivismo, apreciación y curiosidad por todo lo hermoso e interesante de la vida.

        Un día me desperté escribiéndole a mis hermanas:

        “Este mes se lo estoy dedicando a papá. O tal vez, él a nosotras, haciéndonos recordar cuánto nos quiso y cuánto nos dio.

        Con este impulso que tengo de buscar sus fotos y sus momentos.

        Como dije al principio del mes, este es el mes de su cumpleaños y este año harán diez que partió a otro lugar.

        Lo recuerdo mucho.

        El tiempo no existe.

        Y muchas veces me hace llegar el amor o el entendimiento que en su momento no pude recibir, o reconocer y apreciar totalmente.”

        Su presencia era tan luminosa. Abridora de caminos nuevos, llenos de apreciación, disfrute y magia.  Y compartió con nosotras, sus cinco hijas, todo lo bello y bueno de la vida.

    -“Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento.

Margarita, te voy a contar un cuento...”

    Y me recitaba con su voz cálida, llena de sol y de estrellas, de magia y de misterios, como si yo fuera su Margarita Debayle.

    Era y es un sol.

    El día que salió de este mundo yo estaba frente a él. Vi, sentí, que ya se iba. Lo miré a los ojos y le dije:

“Eres mi sol.”

    Cómo no decírselo, cómo no en una frase decirle lo que significó en mi vida.

    Me miró con tal gloria y luz en sus ojos, que no pude sino sentir amor, plenitud, tranquilidad y total confianza cuando se fue.

    Mi corazón se quedó certero.

    Que en ese momento final me hubiese mirado así significó que:

    Todo está bien.

    Todo siempre ha estado bien.

    Todo siempre estará bien.

    No habría podido tener yo un mejor faro. Y eso fue papi para muchos también.

    Con él la vida siempre fue aventura, magia y descubrimiento, llenos de apreciación y salpicados de mar y estrellas.

 


 

Nota: Veinticinco millas náuticas de alcance y ciento treinta y tres mts. de altura tiene el faro de Yedda, el más alto de la Tierra, a orillas del Mar Rojo, en Arabia Saudí.

2 comments:

  1. Que escrito tan conmovedor de Elba Margarita, hija del gran maestro el CA Enrique Domínguez (El Tigre para quienes fuimos sus alumnos).

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  2. Mi papá,Felix Villasana Landaeta,
    quien fue distinguido, brigadier mayor y guardiamarina mayor debe tener el récord de haberle sacado 100 puntos en Navegación al Tigre Domínguez como lo llamaba mi papá. Los compañeros le echaban broma a mi papá porque el Almirante Domínguez mostraba el exámen de mi papá como ejemplo.

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