EL CINISMO DE
ALGUNAS PLUMAS
Son o mejor aún,
somos, unos cínicos los escritores, todos sin excepción y además nos divertimos
con serlo. Ya saldrán a mi encuentro mas de uno aduciendo que no es cierto, que
ellos con totalmente honestos como sus vidas y yo les dejaré la defensa, guardaré
el silencio cartujo, les observaré con paciencia tibetana, para poder seguir
riendo y vivir con plena consciencia de la muerte y allí voy.
Me
temo que los escritores poseemos un gran ego, aunque lo nieguen, es más, si lo
niegan desconfíen y salgan huyendo lo antes posible, porque les están mintiendo,
ahora, no solo es necesario tener un ego, sino saberlo explotar, además, se
requiere imaginación, personalidad para lidiar con tantos tontos y también hacerlo
con los inteligentes, si, es difícil esto de ser escritor y público.
Por
supuesto hay plumas de plumas. Por ejemplo, las plumas de la izquierda no
solamente son cínicas sino absurdas y dicen muy poco de sus ya pequeñas capacidades
intelectuales. Por el contrario, las plumas de la derecha no es que sean muy
santas, pero al menos son frontales y las percibo mucho, que digo mucho, muchísimo
mas sinceras, porque todo estriba en la manera de pensar, de vivir y también morir.
Lo
que pasa en España es aberrante, pero a esta hora del sábado, acabando de
cenar, enclaustrado y en plena pandemia, solo deseo terminar mi trago y no
parecer todo lo sobrio de los párrafos anteriores, donde podría existir un
evidente cinismo.
Mi
mentor, Don Julio de quien ya les he hablado, me ha enviado un audio luminoso
de su tocayo Julio Cortázar. Algo digno de Honorato de Balzac, sobre la
conducta humana en un velorio. Confieso que fueron los mas inteligentes minutos
de todo este día, porque en la seriedad de Cortázar he conseguido un fino y
delgado humor propio de un comediante de alto vuelo.
La
hipocresía de los deudos, la calificación de su prima segunda al dolor por la
perdida del familiar, los llantos de las matronas extenuadas, la cita social
donde el muerto es la excusa del encuentro, en fin, el cinismo que reina en la
conducta humana, porque sino eres cínico, sino te acoplas como hacen los chavistas
y las ratas que son las mismas cosas, pues, simplemente pereces para el próximo
encuentro y como ha pasado en mis escritos, personas hay que han jurado
lealtad, pero no tanta, por favor no seamos aburridos que ellos piensan que los
juramentos son para romperlos, al igual que las leyes, de manera queridos
lectores que hay plumas destructivas, tal vez como la mía cuando ataco con
maldad a los pusilánimes acomodaticios y hay plumas divertidas pero desde mi
gusto un poco cínicas y que juegan a la unión hipostásica sin entender bien que
es eso y como aplicarlo.
En
fin, mañana seré publicado en RCTV.com, amigos queridos que poseen un gran
recurso informativo y espero que no sea este vergonzoso artículo donde develo
mi desfachatez, porque me temo que, para ser escritor, con frecuencia debemos
tener una pluma cínica.
Bernardo Jurado
es escritor, autor de nueve libros, a la venta en Amazon y las más prestigiosas
librerías de Miami y el mundo
Querido amigo: según el diccionario de la lengua española, cinismo es desvergüenza, o descaro en el mentir o en la defensa y practice de actitudes reprochables, lo cual encaja perfectamente con las plumas de la izquierda, exceptúo la derecha, no porque crea que es santa, sino porque como dice el viejo adagio “una golondrina, no hace un verano” y si, hay algún que otro cínico en la derecha, mientras la izquierda es la manifestación del cinismo superlativo, es sin lugar a dudas, cinismo puro del más alto quilate. La izquierda se nutre de la mentira y achaca su ineficacia a causas ajenas para seguir su curso destructivo, que es su verdadera agenda. Los que escribimos más cerca de la derecha que de la izquierda, tal vez pequemos en algunos momentos de jocosos y usemos astutamente paralelos apropiados, para despegar las mentes adoctrinadas de esas dañinas medias verdades, contaminadas con venenosos conceptos, cuyo fin es resquebrajar la moral y la aceptación futura de diabolicos planes que se esconden agazapados bajo supuesta justicia e igualdad, cosas, que nunca florecen bajo sus regímenes cuando toman el poder. Todo cuanto logremos escribir sobre la maldad del totalitarismo, es poco, creo que no se han creado suficientes adjetivos para descubrir su maldad y sus modos de actuar. Gracias por tan necesario tema, bendiciones.
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