AJUSTE DE
CUENTAS
Escuchaba
una entrevista del escritor Arturo Pérez Reverte con Joaquín Sabina, realmente
fue una encantadora conversación entre estos dos a quienes admiro y con quienes
simpatizo por varias razones. Son amables, a la vez densos, hilados y con una
suerte de severidad sonriente que me puso a pensar, si, a pensar mucho en
cuantas cosas hemos heredado.
El
Ibérico y su queja permanente asume que debe preguntar: ¿déjenme saber de que
hablan, para oponerme? Y me temo que el venezolano les ha copiado a pies juntillas,
le hemos copiado al carbón y usamos la muy famosa frase que implica a la vez
conductas poco prosperas como “tienes una casa envidiable” o esta un poco más
severa “bien sabes que te envidio, pero con una envidia sana”, por favor amigos
lectores, no existe ni existirá ningún sentimiento oscuro que sea sano, de
manera que insisto en aquello del lenguaje, para optar, para acceder, para
disfrutar de la prosperidad, porque no es lo mismo envidiar que admirar y como
ya lo he dicho “la psiquis no tiene buen humor”, pero a lo que vamos que el
papel se acaba.
España,
la madre patria, querida y llena de sabrosura, posee el gobierno que ahora ha
comenzado a ahogarla por ajuste de cuentas, pero vayamos más atrás en otra
longitud.
Cuba
y los barbudos que bajaron de la Sierra Maestra, lo lograron porque tuvieron el
apoyo del pueblo, por supuesto mis amigos cubanos podrán entender que no es tan
simple como lo digo, pero en líneas gruesas así fue y el pueblo apoyó a los
lambareros, siendo uno de los países más prósperos del orbe, simplemente para ajustar
cuentas y entonces no puedo dejar de nombrar a Venezuela, ¿Qué creen?, personas
prósperas de la clase alta, millonarios muchos de ellos, dueños de canales de televisión,
políticos de alta cota, periodistas, otros de clase media, militares, artistas
y profesionales de todas las ramas del conocimiento apoyaron la candidatura de un
ignorante como Hugo Chávez, allí se le abarloaron los oportunistas, pero por la
misma razón, el ajuste de cuentas personales que para ellos iban más allá de
los intereses del país y ¿qué paso?, pues que en ambos casos se quedaron sin país.
“Yo
si votare por Chávez, porque no le daré mi voto a esos adecos, ya me cansé del
robo y la corrupción”, seguramente podría argüir cualquiera de los prenombrados,
de manera que aquí la gran lección para el futuro, porque ya de lo que hablo es
pasado y debemos ir al pasado solo a buscar lecciones: no podemos ejercer el
poderoso poder del voto en democracia ajustando cuentas personales, buscando
beneficios individuales, pensando que nuestra parcela será la única verde en la
ciudad y que será la envidia de todos y volvemos con la envidia bien aprendida,
no y mas no. Si usted no esta de acuerdo en circunstancias que vendrán, a menos
que los venezolanos todos sean brutos, tarados y locos, pues deberá entender
que debe participar activamente y quitar los puestos a los aprovechadores.
No
se podrá nunca tener un gran país, ajustando cuentas, sin justicia.
Bernardo Jurado
es escritor, su mas reciente obra es “La fragancia de la rebelión”
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