EN LA VIDA
HAY AMORES
¿Hasta
cuándo vas a seguir? ¿Tú no te cansas de tantas vagamunderías? ¿Por qué no
maduras un poco y te terminas de casar?, te he conocido demasiados amores,
conquistas y albures un tanto irregulares, llegó a decirme mi madre en aquellos
años en que ambos éramos mozos, preocupada por mi conducta, a su juicio
pecaminosa, fornicadora, promiscua de acuerdo a su criterio, pero siempre pensé
que los amores jamás de los jamases serán suficientes y ayer lo he corroborado.
Hay
una diferencia nada sutil entre ser el amante y ser el amado. Normalmente el
amante tiene mejor prensa y he sido amante y me han amado, he sido monógamo sucesivo
y también tarambana y he debido de hacerlo con mayor furor, mayor ímpetu, mayor
disciplina, porque el amar ante las tentaciones requiere y exige disciplina.
Cual
Hernando de Baeza, aquel relator de la cristiandad, Cesar Miguel Rondón,
brillante periodista venezolano, relata con maestría el rapto de Helena por
Paris, nos sumerge en el entendimiento de ese fenómeno que todo lo disturba
como bien lo indica Arthur Schopenhauer en su obra “La metafísica del amor” y
yo me sentía oculto en una suerte de nártex medieval entendiendo lo que por
ensayo y tal vez por error, todos los humanos postmodernos hacemos.
En
uso de esa patología enfermiza del género del bolero, narcotizados todos por la
melodía divina de esas viejas piezas que a todos subyugan por igual, dedicado a
todos sin excepción fueron moviendo emociones y recuerdos en una ciclotimia que
nos embridaba a los amores, ¡a todos los amores!
Treinta
arreglos ejecutados con maestría y dos voces excepcionales como los son Lena
Burke, en quien cabe Cuba completica y Rafael “pollo” Brito, la mejor representación
de la venezolanidad musical en Florida, nos fueron hipnotizando con una
ciclotimia y una ecotimia tan positiva, que yo que asisto al teatro con
frecuencia, me atrevería a asegurar que es lo mejor que he visto en este año.
Quería
verla desde el estreno, pero las labores se entrometen y el domingo,
descansando de la colisión controlada que significó la presentación de mi mas
reciente obra “Los secretos de la comunicación eficaz”, luego de una gira de
medios extenuante, si, el domingo recibí la amable invitación de la famosa y
capaz relacionista Cocó Mata y no lo dudé.
En
la vida hay amores es la materialización de un concepto de Rondón, quien también
hizo el guion y condujo esta obra que no trae un mensaje, sino un recado: todo
esto que está pasando en Venezuela, está desde ya, sirviendo para algo bueno.
Los
músicos de la banda, maestros todos del pentagrama son venezolanos, el pollo y
Cesar Miguel, Cocó; (y yo como mirón) y admirador de tanto talento que ahora
nada en el caldo de cultivo, todos sin excepción somos de por allá, de la
tierra del Arauca vibrador.
No comments:
Post a Comment