EMPOBRECIMIENTO
ILÍCITO
Cualquiera
que haya visto la serie sobre la vida de Pablo Escobar Gaviria, titulada “El
patrón del mal” quedará absolutamente claro que lo que más temían él y su
inmensa banda delincuencial, era ser extraditado a los Estados Unidos, pues
bien, haciendo un protervo ejercicio traspolatorio, ese es el caso actual del
General Hugo Carvajal.
De
hecho se me parece mucho físicamente al sicario número uno de Escobar, el mal
llamado “Popeye” y ha estado en casi todos los guisos más peligrosos, le ha
picado la vida a cuanta persona él o su dueño Hugo Chávez, consideraban sin
fórmula de juicio hacer, de manera que podríamos con todo derecho asumir que el
nóctulo Generalote revolucionario, posee algunos muertos encima.
Podemos
recordar aquella detención en la Isla de Aruba, donde el gobierno intervino con
todas sus uñas para defenderlo y dejarlo en libertad, amenazó a ese gobierno
con cortar todo suministro de crudo, de declararle la guerra si fuere necesario
y yo hubiese hecho lo mismo, por cuanto el haber sido jefe de la inteligencia
militar por más de una década es como ser el adivino, el prestidigitador y a la
vez el verdugo de todos y cada uno de los pillos gubernamentales, pero debo
confesar que esto me da mucha risa, porque el problema en que se encuentra, me
temo que Carvajal aun no le ha dado la justa dimensión y lo que podríamos
aconsejar desde estas letras, lo que podríamos sugerir a manera de sana
profilaxis sería el suicidio, porque le esperan varias cadenas perpetuas en una
cárcel federal norteamericana y entonces pasaría a formar parte de los
empobrecidos, como todo el país que él en primera persona destruyó y déjenme aclararlo
mejor, o ¿Por qué no dejamos que él mismo lo aclare? Y allí voy con parte de una
nota escrita en el “Diario las Américas” de Miami:
"La responsabilidad que yo tuve con ese grupo fue ir a buscarlos en
la frontera y llevarlos a Caracas y Cuba etcétera. Andábamos armados, por
supuesto, con fuerzas especiales y comandos y todo el mundo veía que en ese
vehículo venía un jefe de las FARC, que teníamos que llevarlo para hablar y
luego regresarlo protegido a Colombia. Era mi responsabilidad que no le pasara
nada", ha dicho al hacer uso de la última palabra.
Ha cuestionado por ello los motivos que subyacen en la orden de
extradición y ha puesto el acento en que en EEUU no tendrá "derecho a la
defensa de ningún tipo" porque "todos los que pudieran
atestiguar" en su favor "están sancionados, con la visa retirada en
Venezuela, presos o muertos, como Hugo Chávez".
Acusado de narcotráfico,
de nexos con la guerrilla colombiana, de tráfico de armas, de asesinatos, de
cuanta cosa exista sobre el planeta, él aduce que estaba cumpliendo órdenes y
los venezolanos de bien nos seguimos divirtiendo viendo cómo van cayendo uno a
uno en esta estampida que los hace ser junto a sus fortunas mal habidas, unos
empobrecidos ilícitamente.
Bernardo Jurado es el autor de "La fragancia de la rebelión" y ocho libros más, todos a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami y el mundo.
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