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Saturday, February 11, 2012

SESENTA Y SIETE MILAGROS


67 MILAGROS
          Ese once de Febrero, fue un día muy crudo, de intenso frío, de humedad. Corría el año 1858. Ya había aparecido y era fulgurantemente blanca, angelical, irradiaba paz y tranquilidad.
          Por no creer en los milagros, por ser mas joven que la religión y la fe, por ser ignorante de las fuerzas superiores que nos dominan y que por tal razón, poco entendemos, también por ser inocultables y debido a que aun viven muchos de los devotos curados, se abrió el comité internacional de Lourdes, con sede en París, compuesto por treinta médicos y científicos de todas las especialidades que a la vez conforman toda la pléyade de la raza humana y diferentes religiones, a manera de hacer mas escéptico e imparcial el diagnóstico y no permitir que entren en las decisiones, dogmas y creencias.
          Al ser tan evidentes las pruebas, es la Iglesia católica la  que pone las trabas en la comprobación de los milagros y las causas de los santos. Es un juego en el tiempo infinito de la institución. Los científicos no lo pueden creer desde el método y por ello nada pueden decir, que no sea argüir alguna que otra opinión que a la final nada tiene que ver con el milagro, por aquello de que siempre algo se debe opinar y por la arrogancia de la ciencia y quienes la componen.
          Siete mil curaciones sin explicación, siete mil milagros, siete mil vidas con propósito, que se abocan al bien, después de la gigantesca lección. Médicos otrora agnósticos se convierten en fervientes creyentes y por ello declinan el pertenecer al comité internacional de las causas de Lourdes y la fe gana en ellos los mejores predicadores que dejan de jugar a ser dioses, para creer en uno, el todopoderoso y siempre eterno.
          Para evitar la popularización de los hechos y también la mezquindad humana, la Iglesia ha puesto condiciones para declarar un milagro y estas son las siguientes: 1. Que las dolencias del paciente sean incurables, 2. Que se compruebe la total ineficacia de la medicina, 3. Que haya sobrevivido de manera instantánea, 4. Que haya sido una curación absoluta. Es por ello que tan solo sesenta y siete de los más de siete mil, han sido proclamados como milagros de curación de la Divina Concepción, Virgen de Lourdes.
          Hoy es once de Febrero, ha bajado la temperatura vigorosamente, es tarde en esta noche de expectativa, hay humedad y viento y Venezuela cierra ciclos de sufrimiento al unirse en contra de la maldad y la miseria. Ellos (los comunistas), no creen en nada, solo en el partido y este les paga con el degredo, cuando evidencian lo antes escrito, porque el comunismo es la religión del mal y la muerte y no consiguen paz en ninguna de sus absurdas y violentas asambleas.
          Hugo Chávez, sabe bien lo que es estar enfermo terminalmente y hasta el, espera un milagro, pero no sabe que esto solo está vedado para almas buenas y por ello lo bañan en Sorte, lo despojan a escondidas e intentan protegerlo sin éxito, de su propio mal. Los  milagros existen, pero debemos orar.

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