EL ALIENTO DEL DIABLO
Cuatrocientas cuarenta y dos veces es nombrado en el
Antiguo testamento y cuatrocientas dos en el Nuevo testamento, de manera que
esta lucha del bien contra el mal es ancestral y existe, no solo en nuestras
mentes y en la fe católica, sino en la realidad, porque ahora mismo la actitud
ciudadana de un Gobierno, pero mas aun, de todo un país lleno de odiadores y
matones, cuya acción ha costado hasta ahora unos 120.000 muertos y que ha hecho
que ya nadie en Venezuela no pueda ignorar a un familiar secuestrado, asaltado
o muerto.
Ayer pude ver con estupor
y también con asco a en mala hora mi compañero de promoción el Mayor General
Cliver Alcalá Cordones, quien es malandro de actitud y revolucionario de
oficio, aunque creo que lo predicho es una redundancia, porque ser chavista es
ser malandro, entregar el parte de las tropas participantes en el desfile de la
ignominia, montado en una de esas latas rusas y que costaron cientos de muertes
a las tropas de Sadam Hussein, por un blindaje bajo en tecnología, que por
fuera parecería apropiado, pintado e impecable, pero las pruebas de combate
dicen lo contrario. Pero vamos al tema que nos ocupa.
Cliver, el malquerido Cliver,
nació un mes de Noviembre de 1961 y por supuesto su cédula de identidad, comienza
con 6 (el número del diablo) y corresponde a 6.092.711.
Es tan malo, que desplazó
y mandó al degredo a uno bien pero bien malo como el defenestrado General Luis
Acosta Carles, el cantautor de los eructos, ex gobernador del Estado Carabobo y
quien posee un apartamento aquí en Brickel Avenue, que no se cuanto cuesta,
pero saquen la cuenta que la remodelación tan solo de la cocina le costó
180.000 billetes verdes.
Volvamos al tema, porque
el Almirante (también mala hora) Orlando Maniglia, ha depurado su estilo
justificando que lo que quiso decir Chavez con que la Fuerza Armada es
Chavista, no fue lo que dijo, sino que le entendieron lo que no debían y que
los militares son obedientes y son buenos y bajo ninguna circunstancia obedecen
a parcialidad política alguna y siguió y siguió embarrándose y justificando.
Yo soy militar, mi Padre
lo fue también, me crié entre ellos y eso me permite decir, con autoridad
ontológica y epistemológica que somos tan venezolanos como Ud., a ellos también
se le va la luz por la ineficiencia, no consiguen medicinas, ni productos de
primera necesidad y su sueldo se hace sal y agua por la inflación, podemos
agregarle que son un blanco apetecible de la delincuencia y que una pistola
Browning de nueve milímetros gran potencia, de esas que nos dan como arma de
reglamento, es una herramienta de trabajo suprema para los matones que no pueden
fallar su trabajito y después de esto, creen Uds, que la Fuerza Armada es
Chavista?
En Venezuela pudimos oler
en el mundo al revés, el mal aliento del Diablo que engaña con pasmosa facilidad
a las masas y escupe sobre ellos, ayudado por los malos, la maledicencia y la
hediondez de su torcido pensamiento.
No comments:
Post a Comment