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Friday, February 3, 2012

FIDEL CASTRO Y YO, SOMOS BURGUESES


FIDEL CASTRO Y YO, SOMOS  BURGUESES
          No solo Fidel Castro, yo también soy un burgués y seguramente Ud. lo sea, por algunas características que ilustraremos y que le hace pertenecer a esa apetecible circunstancia.
          En el caso del permanentemente desempleado (porque nunca ha trabajado) al que nos referimos, quien es el hijo de Ángel Castro, hacendado gallego, que llegó a ser pudiente y quien estaba casado con María Luisa Argota, con quien mantenía un hogar a mi juicio disfuncional y agresivo que como sátrapa al fin, preñó a la sirvienta de nombre Lina Ruz González que si es la verdadera madre de Fidel, pues disfrutó de varias cosas poco dignas para un comunista que se supone químicamente puro.
          Un burgués es un individuo de clase media acomodada y la palabra viene del francés, pero los marxistas como buenos tergiversadores de la verdad cambiaron a fuerza de repetición y han hecho de la palabra una suerte de maldición gitana de protervas intenciones. Los marxistas dicen de nosotros los burgueses que deseamos la posesión de los medios de producción y yo me pregunto: es que acaso Fidel y Raúl no han hecho con notable éxito el trabajo para obtener todos los medios de producción y robar a manos llenas el fruto del trabajo de los honestos?, ya sabemos la respuesta y ahora la conclusión, porque de acuerdo a una investigación de la revista Forbes, posee mas de $900.000.000. Pero les ruego que revisemos su infancia y veamos quien es mas burgués que yo.
          Estudió en el colegio (privado) La Salle en Santiago, pero lo expulsaron por su comportamiento disociado y su mala educación, su violencia y malcriadez, pero inmediatamente el gallego de su Padre, lo premia enviándolo a un colegio aun más caro el “Belén”, en la Habana y mis lectores cubanos sabrán muy bien que allí solo estudiaban hijos de papá. Como es costumbre entre tramposos, se descubrió que el Padre, falsificó el certificado de nacimiento de Fidelito, para que fuera aceptado y sabe Dios cuantas otras cosas falsificó, porque era un hijo natural en una sociedad abiertamente puritana y el Belén es una casa de estudios católica.   
          Las peleas con la esposa continuaron y decidió separarse, no sin antes propinarle los golpes que por derecho le toca a todo gallego violento y procaz, que se sienta poco comprendido por la señora y es allí, a los diecisiete años cuando reconoce al revoltoso burgués y le cambia el nombre a Fidel Castro Ruz.
          A los veintidós años se casa con otra burguesa de nombre Mirta Díaz Balart, dama acomodada y de reconocida y fina familia, cuyo Padre le regaló para la luna de miel a los recién desposados $10.000 mas otros $1000, que mandó el General Fulgencio Batista, para que ambos se fueran nada mas y nada menos que al New York de sus sueños a materializar la unión, con el indeseable, porque la cruda realidad es que no lo querían!
        A mi me gusta ser burgués, porque es sinónimo de buen vivir y mas aun de buen gusto, pero en el caso de Fidel, tenemos indefectiblemente que concluir que la cabra siempre tira para el monte.

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