¿Y POR DONDE EMPEZAMOS?
No
importa por donde empezamos lo que sí, es comenzar a atraparlos, a cazarlos, a
entregarlos a las autoridades de los Estados Unidos que están ansiosos de esa información
que aun les falta para terminar de armar el rompecabezas y proceder a las
diferentes detenciones.
Todo
lo anterior lo digo por la reunión de ayer, donde les informé a mis colegas de
la llamada del pusilánime Almirante, de la patada telefónica que le propiné y
que todavía debe tener mi zapato dentro del ano. Si, el Almirante
revolucionario, destructor como muchos de la organización y por ende del país,
me llamó para informarme de su intención de venir a vivir a Miami. Una ironía increíble,
pero deténganse, el no es el único, ya hay otros viviendo aquí, solapados,
escondidos, subterráneos como los gusanos.
Me
preguntaba un lector algo muy cómico: ¿porque siempre son almirantes y no
capitanes?, pues muy sencillo, le dije: de acuerdo a Jaime Bayly, es más fácil ser
almirante o general en la revolucion que Valet parking en un lujoso hotel de
Miami, porque recuerdo a mi jefe en la Flota del Atlántico de USA el actual
Admiral Ulrich, quien me dijo en su despacho de Norfolk, cuando ascendió, que
un almirante es un Capitán de Navío, políticamente correcto y eso es aplicable
a todas las armadas y naciones.
Hay
cosas andando, si, cosas que hemos aprendido de los judíos y por cierto ayer me
llamo también el Comisario Víctor Amram a quien le dije que es el segundo judío
que yo mas quiero e inmediatamente no se hizo esperar la pregunta sin dejar de
tener un dejo de celo: ¿y quien es el primero? Y contesté a quemarropa: ‘Jesucristo’,
y su humor volvió a ser el de antes.
Hemos
aprendido de los judíos aquella operación ‘Garibaldi’, ¿la recuerdan? Si no, no
importa, se las digo, porque fue una operación secreta de secuestro del llamado
‘El ángel de la muerte’ de nombre Adolf Eichmann, Teniente Coronel de las SS
alemanas y encargado de los campos de concentración a nivel nacional del Tercer
Reich, si, el Mossad, servicio secreto israelí lo descubrió por intermedio de
un judío ciego radicado en Argentina, un judío victima de Eichmann y llegó este
a conocerlo por intermedio de su hija que a la vez era amiga del hijo de
Eichmann y al tenderle la mano derecha, Eichmann pudo verle el tatuaje numérico
que a todos ponían.
Debemos
recordar que la guerra finaliza en 1945 e Israel fue fundado en 1948 y Eichmann
cual estos gusanos a quienes me refiero, vivió en las sombras, con el nombre
falso de Ricardo Klement, como un empleado de segunda de la Mercedes Benz en
una casa humilde sin luz en la calle Garibaldi y fue llevado a Israel y se le sometió
a un juicio justo y salió culpable, fue colgado, incinerado su cadáver y las
cenizas llevadas a aguas internacionales por un buque de la armada, donde
fueron esparcidas lejos del pueblo de Dios.
A mis
colegas del grupo, créanme que no importa por donde empecemos.
Bernardo Jurado es escritor y
pertenece a ‘Jurado Grupo Editorial’ con representación en USA, España,
Ecuador, Chile y Costa Rica.
Buena esa capitan
ReplyDeleteY que no se escape NINGUNO
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